(CNNMéxico) — El cometa ISON al parecer no sobrevivió a su encuentro cercano con el Sol y aunque no se sabe si un punto brillante que emergió detrás del sol son solo restos o un pequeño núcleo, lo más probable es que solo sea “polvo”, afirmó este lunes la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

“Los científicos continúan trabajando para determinar y entender el destino del cometa ISON”, afirmó la dependencia estadounidense. “No hay duda que el cometa se redujo en tamaño considerablemente mientras rodeaba al Sol y no hay duda de que algo salió del otro lado proyectado de regreso al espacio”.

Sin embargo, según la agencia, no se sabe qué son las pequeñas señales luminosas que aparecieron detrás del disco solar: si son “simples restos o si hay un pequeño núcleo” del cometa original, aunque afirmó que lo más probable es que ahora el cometa sea “solo polvo”.

El gigante de hielo y roca, parecido a una sucia bola de nieve, pasó a una distancia de apenas 1.17 millones de kilómetros del Sol en torno a las 18:30 horas GMT del pasado jueves.

Se estimó que el ISON enfrentó temperaturas de 2,700 grados centígrados con la pérdida de tres millones de toneladas por segundo durante su pasaje frente al Sol.

Muchos astrónomos habían predicho que el cometa, de un diámetro estimado en 1.2 kilómetros, no sobreviviría a su paso cercano al Sol.

El cometa se volvió apenas perceptible por el Solar Terrestrial Relations Observatory y el Solar and Heliospheric Observatory, de la NASA y la Agencia Espacial Europea. El Observatorio de la Dinámica Solar de la NASA no pudo detectarlo en absoluto.

Sin embargo, horas más tarde, imágenes distribuidas por las agencias espaciales estadounidense y europea parecían mostrar una pequeña señal emergiendo por detrás del Sol, por la misma trayectoria que el cometa había ingresado.

Desde que fue descubierto en 2012 por astronautas rusos, el cometa ISON fascinó a la comunidad científica dado que se remonta a los orígenes del sistema solar, hace unos 4,500 millones de años.

El cometa se habría escapado, hace unos millones de años, de la nube de Oort, una suerte de conglomerado de cometas en los confines del sistema solar a mitad de camino entre el Sol y la siguiente estrella.

Inicialmente, se esperaba que ISON proporcionara un importante espectáculo celeste, pasando brillantemente por el cielo sobre fin de año.