Por Lesley Dickie, especial para CNN
Nota del editor: Lesley Dickie es directora ejecutiva de la Asociación Europea de Zoológicos y Acuarios. Las opiniones expresadas en este comentario son exclusivamente suyas.
(CNN) – La Asociación Europea de Zoológicos y Acuarios (EAZA, por sus siglas en inglés) toma muy en serio su papel de proteger a especies vulnerables y en peligro de extinción.
Nuestros Programas Europeos de Especies en Peligro (EEP) han sido creados para asegurar un futuro viable para los animales en peligro —entre ellos las jirafas— a pesar de la destrucción de sus hábitats y la desenfrenada caza de animales salvajes.
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Más de 700 jirafas se encuentran en nuestras instituciones bajo los estándares más altos posibles de bienestar y cuidado por parte de los zoológicos como el de Copenhague, y la EAZA monitorea la crianza muy de cerca para asegurar que la especie tenga la diversidad genética que necesita para tener la mejor oportunidad de sobrevivencia a largo plazo.
Mientras entendemos que algunos miembros del público están molestos por haber sacrificado a la jirafa en el zoológico de Copenhague, la protección de la especie como un todo debe ser nuestra prioridad.
Lamentablemente, nuestros recursos son finitos, y como resultado, el EEP debe priorizar a los animales que pueden contribuir a la salud genética en general de los animales que se encuentran en cautiverio.
Esto significa que en casos poco comunes (cinco en el caso de jirafas en los zoológicos que son parte de la EAZA desde que iniciaron los registros en 1828), los animales deben ser quitados de la población por medio de la eutanasia.
Compara esto a los 60.000 millones de animales saludables que mueren cada año alrededor del mundo para el consumo humano. La endogamia es un problema serio que puede llevar a que se traspasen genes que aumentan la susceptibilidad de la población a enfermedades y otras condiciones crónicas, las cuales amenazan el futuro de las especies que están a nuestro cuidado.
En cuanto a soluciones alternativas, no podemos tranquilamente recomendar el traslado de animales bajo nuestra protección a zoológicos que no son nuestros miembros y por lo tanto, no están sujetos a nuestros estándares estrictos de crianza de animales y bienestar; el traslado dentro de nuestra red no representa una solución a la inestabilidad del animal individuo para la reproducción. La anticoncepción es difícil y está en sus primeras etapas para las jirafas hembras, y puede ser irreversible.
Castrar a los machos también podría tener efectos secundarios no deseados, y un lugar que podría estar reservado para un animal que puede contribuir al futuro de su especie se pierde.
Liberar a este animal en la naturaleza casi sin duda resultaría en la muerte temprana del animal, luego de un viaje largo y estresante de varios miles de kilómetros, la reintroducción es un asunto intenso y complicado, y no lo aceptaríamos a no ser que viniera como recomendación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Todas estas alternativas fueron exploradas, y ninguna se consideró viable; además, la posición de la EAZA está respaldada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Los miembros de la EAZA no practican la eutanasia a la ligera, y nos entristece la muerte de cualquier animal que está bajo nuestro cuidado.
Sin embargo, apoyamos enérgicamente al zoológico de Copenhague, el cual tiene un historial ejemplar de bienestar de los animales, educación, investigación y conservación, y el cual se esforzó mucho por ser honestos respecto a la situación; 7.000 visitantes asistieron al zoológico de Copenhague el domingo, mientras 15 manifestantes se reunieron afuera.
El público de Copenhague le habló al zoológico con sus boletos y se fue del lugar sabiendo mucho más acerca de las amenazas reales a la conservación de jirafas en la naturaleza.
Las opiniones expresadas en este comentario le pertenecen exclusivamente a Lesley Dickie.