Por Rachel Crane, CNN
(CNN) – Está en nuestro ADN explorar lo desconocido. Pero ir más allá de los límites y explorar el espacio dista mucho de ser sencillo. Esta semana, la industria comercial del espacio recibió un golpe bajo y el mundo experimentó un recordatorio discordante de lo peligroso que es viajar al espacio.
En el vuelo número 55 de prueba, la SpaceShipTwo de Virgin Galactic sufrió “una anomalía” solo dos minutos después separarse de la nave madre, WhiteKnightTwo, mientras estaba a 13.716 metros sobre el desierto de Mojave.
Un piloto logró saltar en paracaídas y está recibiendo tratamiento debido a graves heridas, pero trágicamente, el otro pereció.
La catástrofe se produjo poco después de una explosión que ocurrió a principios de la semana cuando un cohete no tripulado, construido por Orbital Sciences y que llevaba una nave espacial con más de 2.267 kilos de carga, se convirtió en una bola de fuego segundos después del lanzamiento en el complejo de vuelo Wallops de la NASA en Virginia.
Los empleados de la empresa aeroespacial, de forma rutinaria, comparan la industria espacial comercial emergente con el origen de la industria de la aviación: altos riesgo, altas recompensas.
Después del incidente del viernes, Richard Branson, fundador de Virgin Galactic, escribió en un blog: “Siempre hemos sabido que el camino al espacio es sumamente difícil y que cada nuevo sistema de transporte tiene que enfrentar días malos en los inicios de su historia”.
Una nueva carrera espacial privada ha surgido en años recientes, con compañías privadas como Virgin Galactic y XCOR Aerospace compitiendo por convertirse en la primera línea espacial comercial del mundo. Además, tienes compañías como SpaceX, Orbital Sciences yBoeing t que están disputándose contratos de la NASA con valores de miles de millones.
Los eventos de esta semana pusieron la mira en la capacidad del sector privado para cargar con la responsabilidad del viaje espacial. ¿Cuáles serán los impactos a largo plazo de los desastres sobre la incipiente industria espacial comercial?
Debería destacarse, que en términos de los grandes contratos con el gobierno, esta relación entre lo público y lo privado no es realmente nueva.
Desde los inicios de la agencia espacial, la NASA ha recurrido al sector privado para lograr sus metas de viajar al espacio. Boeing es el principal contratista de la Estación Espacial Internacional.
No es una relación en la que vayamos a ver cambiar a corto plazo, incluso considerando el accidente de Orbital Sciences. Eso se debe a que Estados Unidos ya no tiene un punto de partida local para llegar a la Estación Espacial Internacional. La NASA se está apoyando en el sector privado para llegar allí, haciendo que las compañías comerciales se vuelvan esenciales para las operaciones de la agencia espacial, protegiéndolos así del impacto de la percepción pública.
La industria del turismo espacial es distinta. El servicio que proporciona es una experiencia de lujo. Las compañías están a merced de la percepción pública de sus capacidades para transportar de manera segura a los pasajeros que pagan por estos vuelos suborbitales.
Sí, Virgin se ha asociado con la NASA para realizar misiones de investigación en gravedad cero, pero más allá de eso, Virgin Galactic depende de la venta de boletos a entusiastas del espacio y adictos a la adrenalina con el fin de cubrir los altos costos de desarrollo. Y no son baratos. Cada asiento tiene un valor de 250.000 dólares.
Los pasajeros quieren saber que van a estar seguros. El accidente del viernes seguramente infundirá miedo en las más de 700 personas que se han inscrito para hacer el viaje.
Entonces, ¿cuál es el valor del turismo espacial? ¿Y por qué arriesgar la vida humana para que se haga una realidad? Tal como le dijo George Whitesides a CNN a principios de este año: “En el fondo, lo que más me inspira es la idea de que el espacio te cambia, que el espacio tiene este profundo impacto en la gente que lo puede experimentar”.
A lo que Whitesides se refiere es al efecto general, un fenómeno que los viajeros al espacio dicen experimentar cuando ven la curvatura de la tierra: cambiando la manera en que las personas ven el mundo, es posible influir en la forma en que viven.
Tanto Whitesides como Branson han hablado de manera abierta sobre el hecho de que los vuelos suborbitales no son el objetivo final primordial para Virgin Galactic. El viaje intercontinental de punto a punto sería la próxima aplicación de esta tecnología, lo que significa que algún día los pasajeros podrán viajar alrededor del mundo aproximadamente en dos horas.
Aunque estos planes se quedaron en espera desde que ocurrió el accidente, Virgin Galactic está decidido a despegar. Luego del accidente, Branson en su blog publicó: “El espacio es difícil, pero vale la pena. Vamos a perseverar y a avanzar juntos”.
La pregunta es, ¿la gente todavía seguirá dispuesta a pagar 250.000 dólares para ir al espacio?