Por Iván Pérez Sarmenti, para CNN
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Buenos Aires (CNN Español) – Tres muertos, más de 5.200 evacuados y 160 escuelas sin clases es el saldo de la fuerte tormenta que comenzó la semana pasada en Buenos Aires y que se agravó desde el sábado, cuando comenzó a llover por más de 40 horas seguidas.
En sólo tres días cayeron 146 milímetros y se superó el promedio de lluvias de todo el mes, que es de 108 milímetros, lo que provocó el desborde de varios ríos de la zona y miles de vecinos debieron refugiarse en centros de evacuados.
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“Perdimos todo… perdimos heladeras, la cama, de todo perdimos, nos quedamos sin nada, con lo puesto”, afirma Sergio Gómez, un albañil que al igual que cientos de personas, se encuentra desde el miércoles con su familia en el polideportivo municipal de Luján. Pero no sabe cuándo podrá volver a su casa, porque todavía el agua cubre toda la planta baja y sólo volvió para rescatar a su perro, que estuvo varios días en el primer piso.
“No sé qué voy a hacer, no sé a dónde ir porque mi casa está bajo agua y lo que va ser llegar allá y encontrar víboras, sapos, arañas, hormigas…”, agrega.
Luján, a 70 kilómetros de Buenos Aires, sigue siendo una de las zonas más afectadas. Allí el desborde el río del mismo nombre dejó desde hace casi una semana bajo el agua a la centenaria basílica de Nuestra Señora de Luján y parte de la ciudad.
Algunos vecinos, sobre todo los del Barrio La Loma, uno de los más afectados, se quejan porque allí las inundaciones son recurrentes.
“Yo no quiero volver más. Si vos no sos dueño de comprarte nada ni que te den nada la gente porque se te pierde todo. Ahora esta vez perdí colchones, camas, heladeras, perdí televisión, secadora, perdió todo, todo, me vine con lo puesto nada más”, exclama José Amed, una persona ciega que fue rescatada junta a su familia por los bomberos el miércoles, cuando el agua comenzó a entrar en su casa.
“Ellos te van a dar un colchón, una frazada, una cama, pero ¿qué haces con eso?, se te vuelve a mojar y no es vida”, se queja su hijo Carlos. “Lo único que nosotros pedimos es un terreno, por mí que se queden con la casa, que hagan lo que quieran, pero yo quiero un terreno aparte, fuera de la zona de peligro”, agrega.
Este martes finalmente salió el sol y, según el Servicio Meteorológico Nacional, no se esperan precipitaciones para los próximos días. Sin embargo, todavía numerosas zonas de la provincia de Buenos Aires permanecen inundadas y pasarán varios días hasta que el agua pueda drenarse.
Las autoridades comunales, junto a varias organizaciones, como Cruz Roja, comenzaron a repartir víveres y colchones.
“Para el sábado o domingo la situación se comienza a normalizar. Se complicó en el día de ayer así que está previsto hasta el viernes poder continuar con las acciones o lo que sea necesario en base a las condiciones climáticas”, explicó Cristian Volado, voluntario de Cruz Roja en uno de los centros de evacuación.
La organización comenzará a trabajar en los próximos días para acompañar a las familias en el retorno a sus hogares y proporcionar kits de higiene y víveres para dos o tres semanas.
Cruz Roja recibe donaciones de alimentos no perecederos, azúcar, yerba, té, utensillos descartables, colchones y frazadas en Avenida Avellaneda y Alvear, en Luján.
Además de Luján, las lluvias y la sudestada provocaron graves inundaciones en varias zonas de la provincia de Buenos Aires, como Marcos Paz, La Matanza, Bragado, Arrecifes, Pilar, Mercedes, San Miguel, Esteban Echeverría, Ensenada, Carmen de Areco, San Antonio de Areco, San Martín, Lomas de Zamora, Moreno, San Fernando, Tigre, Quilmes, Salto y Baradero.
Se espera que en los próximos días los evacuados puedan volver paulatinamente a sus casas para empezar la dolorosa tarea de reconstruir sus hogares.