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(CNNMoney) — Los fondos de cobertura de Wall Street esperaron años por este día.

Argentina eligió a un nuevo presidente el domingo. El cambio de gobierno finalmente podría poner fin a una batalla de una década entre Argentina y los fondos de cobertura por enormes pagos de deuda.

Cristina Fernández de Kirchner, y su antecesor y esposo, Néstor, han gobernado el país durante 12 años. Se han negado a pagar a los fondos de cobertura durante todo ese tiempo.

Esa pelea fue un tema importante de cara a las elecciones del domingo. Ambos candidatos, Mauricio Macri y Daniel Scioli, sugirieron que resolverían los problemas de la deuda con los fondos de cobertura.

La noche del domingo, Scioli reconoció la derrota después de que los primeros resultados colocaran a Macri a la cabeza.

Los dos candidatos ofrecen diferentes soluciones a la crisis de la deuda. Scioli dijo que mantendría algunas de las políticas de Kirchner, mientras que Macri prometió reescribir la estrategia económica de Argentina.

Pero llegar a un acuerdo con los fondos holdouts, junto con la aplicación de nuevas reformas, probablemente dañaría a la economía argentina en el corto plazo, dicen los expertos.

“Argentina parece estar en una encrucijada”, dijo Win Thin, jefe de estrategia cambiaria de mercados emergentes de Brown Brothers Harriman. “Después de años de mala gestión económica, la gente finalmente votó por un cambio de Gobierno, pero el ajuste económico será doloroso”.

La debacle de la deuda no resuelta ha aislado a Argentina de gran parte de la economía mundial, mientras que ha sufrido de inflación masiva, reservas de efectivo en declive y crecimiento económico magro.

Wall Street apoyaba la victoria de Macri, quien prometió grandes reformas económicas y parece más probable que llegue a un acuerdo con los holdouts.

Macri estuvo en segundo lugar en la primera vuelta de las elecciones en octubre, detrás de Scioli. Pero los resultados, que sorprendieron a muchos, fueron muy cerrados en la primera ronda, lo cual provocó la primera segunda vuelta electoral en la historia de Argentina. Y después de las elecciones de octubre, Macri ganó el favor en las encuestas.

El impago récord de Argentina y los ‘buitres’

Los fondos de cobertura, encabezados por el multimillonario Paul Singer, quieren alrededor de 1,500 millones de dólares de Argentina.

El país rompió los libros de récords cuando incumplió con el pago de 95,000 millones de dólares de deuda en 2001.

El fondo de Singer, NML Capital, y otros reunieron la deuda casi sin valor poco después del impago, luego esperaron a que la deuda adquiriera valor y ahora quieren el reembolso total.

A través de los años, los Kirchner renegociaron un acuerdo con el 92% de sus acreedores para que aceptaran un descuento enorme, o “recorte”, en el pago de la deuda.

Estos fondos de cobertura son llamados buitres por adquirir deuda barata y sin valor de países en desarrollo, y luego demandarlos por mucho más dinero.

Argentina se ha ofrecido a pagar a los acreedores el 30% del valor nominal de la deuda. Singer no acepta eso, a pesar de que su fondo se beneficiaría del creciente valor de la deuda.

Singer quiere el reembolso total. Y un juez de Nueva York, Thomas Griesa, está de acuerdo con él.

De hecho, Argentina trató de pagar a los acreedores que aceptaron la cantidad menor, pero Griesa bloqueó el pago el año pasado. El juez dijo que Argentina debe pagar a los holdoutsy a los otros acreedores al mismo tiempo. Las negociaciones del año pasado entre Argentina y NML no lograron llegar a un acuerdo.

Hasta que Argentina se arregle con los holdouts, su economía básicamente no puede crecer mucho, ya que no puede conseguir acceso a la inversión extranjera.

Otro problema es que Argentina, bajo el Gobierno de los Kirchner, ha manipulado su moneda, ha iniciado programas de gastos masivos y ha perdido la confianza de muchos economistas independientes dentro y fuera del país.

Los inversores claramente prefieren a Macri. El índice bursátil de Argentina, Merval, ha subido 66% en lo que va del año, y los expertos dicen que la racha alcista está en gran parte impulsada por el optimismo de que el próximo presidente resolverá el conflicto y abrirá la economía argentina a la inversión extranjera.

“Con (Macri) las perspectivas para la economía sin duda se iluminarían”, dice Edward Glossop, economista de mercados emergentes de la firma de investigación Capital Economics. “Las perspectivas de una reforma son mayores ahora que en cualquier momento durante la última década”.