(CNN Español) – El Ministerio Público de Venezuela informó el viernes de la detención de Tulio Alberto Godoy Coraspe, funcionario del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), por la presunta venta de cédulas y pasaportes venezolanos a ciudadanos sirios.
Con su detención, son ya siete los funcionarios venezolanos detenidos por este hecho. El pasado 4 de abril, el Ministerio Público informó de la detención de Jethaimet Wiher Blanco, Isamar Gutiérrez Campos, Chery Del Carmen Perdomo, Lilian Irene Castillo, Mariannys Peña Rivera y Yamilet Galvis Chacón, todos transcriptores de datos del SAIME.
En el caso de Godoy Coraspe, las autoridades informaran que la situación fue detectada el 27 de marzo y fue aprehendido el pasado 4 de abril en la sede del SAIME de la ciudad de Valera, en el estado de Trujillo.
El funcionario “habría obtenido un beneficio económico” por la emisión de “tres pasaportes a nombre de ciudadanos de nacionalidad siria”, según el comunicado del Ministerio Público. Según las autoridades que investigaron el caso, los tres extranjeros “presentaban algunas irregularidades relacionadas con su registro fotográfico, adicionalmente los mismos no estaban naturalizados”.
El Ministerio Público no ha informado de la identidad de las personas de origen sirio que habrían pagado por estos documentos.
Cuando el Ministerio Público informó inicialmente de este caso, CNN hizo varias llamadas para conocer más detalles del caso y para saber si las las seis primeras personas detenidas tenían representación legal, pero nunca obtuvimos respuesta.
En febrero de este año, CNN presentó una investigación titulada “Pasaportes en la sombra” que analiza la supuesta venta de documentos venezolanos a personas que no califican para estos beneficios, entre ellos, personas vinculas al grupo terrorista Hezbollah.
Desde principio de los años 2000 ha habido preocupación entre legisladores estadounidenses de que grupos extremistas del Medio Oriente puedan estar usando documentos de identificación venezolanos para viajar de forma desapercibida. Un reporte del Congreso estadounidense de 2006 muestra preocupación porque “los documentos de identificación y viaje de Venezuela son extremadamente fáciles de obtener para personas sin derecho a ellos”. Y otro reporte del Congreso estadounidense del mismo año alerta sobre la presunta colaboración entre funcionarios corruptos del gobierno venezolano y grupos subversivos al exponer que Venezuela brindaba apoyo “incluso documentos de identidad, que podría ser útil para grupos extremistas islámicos”. El gobierno venezolano siempre ha negado estos señalamientos.
Pasaportes en la sombra
La investigación de CNN que conllevó la revisión de miles de páginas de documentos durante un año, presentaba el testimonio de Misael López, un exfuncionario venezolano que denuncia la venta de pasaportes y visas desde la embajada de Venezuela en Bagdad. López trabajó como consejero en la embajada en Iraq desde julio de 2013 hasta septiembre de 2015 y asegura que durante ese tiempo recibió múltiples ofertas de una empleada local que trabajaba como intérprete para vender documentos venezolanos. López asegura que en una ocasión la empleada le llegó a ofrecer hasta 130.000 dólares para otorgar visas a 13 ciudadanos sirios que se encontraban en Kurdistán, en el norte de Iraq.
López reseña por medio de correos electrónicos que en más de una oportunidad alertó a las autoridades venezolanas sobre este caso sin obtener respuestas. Por ello, agrega López, decidió iniciar una investigación. Su primer paso fue revisar el escritorio de la empleada local donde dice encontró un sello oficial venezolano que se usa para aprobar visas, todavía con tinta fresca y papel con el membrete oficial del Estado venezolano. CNN intentó comunicarse con la empleada, pero ésta no contestó ni a correos electrónicos ni a llamadas. Sin embargo, el embajador de la Misión de Venezuela en Iraq, Jonathan Velasco, negó las acusaciones. “Nunca, nunca hemos vendidos nacionalidades venezolanas”, aseguró Velasco.
Meses después, López dice que encontró un caso alarmante. Un hombre condenado por narcotráfico, que, según su documento de identidad nacional iraquí, había nacido en Basra. Pero que también tenía un pasaporte venezolano y dos cédulas de identidad con diferentes apellidos, que dice que nació en Maracaibo, Venezuela. CNN pudo obtener una copia de su partida de nacimiento iraquí que muestra que nació en Basra y también entró en contacto con personas que conocen al sujeto que confirmaron la información.
Conexiones peligrosas
Un reporte confidencial de inteligencia regional de 2013 obtenido por CNN dice que 173 individuos del Medio Oriente obtuvieron pasaportes y documentos venezolanos de 2008 a 2012 debido a su conexión con el entonces Ministro de Interior de Venezuela y ahora vicepresidente de la república, Tareck El Aissami.
El Assaimi –dice el reporte– “se encargó de cedular, otorgar visas y nacionalizar a ciudadanos naturales de distintos países con particular interés en sirios, libaneses, jordanos, iraníes e iraquíes”. El vicepresidente de Venezuela no respondió a múltiples pedidos de entrevista por parte de CNN.
El vicepresidente El Aissami no se ha pronunciado de forma directa sobre este punto de la investigación. Solo se ha referido a una designación del Departamento del Tesoro de EE.UU. reportada por CNN que lo señala como “narcotraficante prominente”. Sin embargo, cabe destacar que dicho tema no forma parte de la investigación de CNN, “Pasaportes en la sombra”.
Otra figura de alto perfil vinculada al terrorismo es Ghazi Nasr Al-Din, un exdiplomático venezolano que trabajó en la embajada venezolana en Siria.
El FBI lo busca desde enero de 2015 “para interrogarlo sobre sus esfuerzos de recaudación de fondos con colaboradores de Hezbollah”.
El buró confirmó que la información sigue vigente, pero declinó hacer mayores comentarios. Por su parte, el Departamento del Tesoro de EE.UU. dijo en un comunicado de 2008 que Nasr Al-Din utilizó su cargo como diplomático para “facilitar viajes” a miembros de Hezbollah desde y hacia Venezuela.
El pasaporte venezolano es uno de los mejores del mundo. Permite la entrada sin visa a más de 130 países.
En busca de respuestas
En junio y agosto de 2016, CNN viajó a Venezuela para obtener respuesta de las autoridades venezolanas sin éxito. De regreso a EE.UU., CNN dio seguimiento mediante decenas de llamadas y correos electrónicos a la cancillería venezolana y al Ministerio de Comunicación e Información del país. Los esfuerzos fueron inútiles.
No fue hasta septiembre de 2016, en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, que pudimos hablar con la canciller venezolana Delcy Rodríguez. Rodríguez se limitó a decir que las acusaciones de López era una total “mentira”, pero sin presentar información para desmentir los dos casos que presenta López.
Tras la presentación del reportaje “Pasaportes en la sombra”, Rodríguez ofreció una conferencia de prensa donde acusó a López de presuntamente usurpar la identidad del embajador Jonathan Velasco, de manejo de fondos ilícitos y de supuestamente acosar sexualmente a una empleada del ente diplomático. Rodríguez no presentó evidencia para sustanciar todas las acusaciones. Previo a las declaraciones de Rodríguez, CNN se comunicó con las autoridades iraquíes para confirmar alguna denuncia contra López en ese país, pero solo se limitaron a decir que “no había ningún caso abierto en su contra”. López también negó las acusaciones.
Horas después de la conferencia de prensa de la canciller venezolana, que también acusó a este canal de llevar a cabo una “operación mediática imperial” contra su país, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela (CONATEL) pidió el bloqueo de la señal de CNN en Español de los sistemas de cable de Venezuela. CONATEL se refirió a esta acción como una medida preventiva y no aclaró cuándo CNN en Español regresaría a los sistemas de cable. La medida fue rechazada por organizaciones en defensa de la libertad de prensa y por varios gobiernos del hemisferio.
CNN en Español emitió un comunicado después de la acción del gobierno, destacando “el papel esencial que la libertad de prensa juega en una democracia sana” y defendiendo el trabajo periodístico de la cadena y su compromiso “con la verdad y la transparencia”.