CNNE 401132 - kim trump nuclear cnn

(CNN Español) – El senador republicano Lindsey Graham reveló recientemente en una entrevista que el presidente Donald Trump le comentó que en caso de un ataque estadounidense a Corea del Norte, los muertos los pondrá la península coreana, no Estados Unidos.

La revelación causó cierto revuelo: sin duda ese paso, un ataque contra el país comunista, sería el más radical que puede tomar el mandatario estadounidense para solucionar el problema.

La vía diplomática

De momento se está echando mano de sanciones y presiones internacionales. El pasado fin de semana el Consejo de Seguridad de la ONU logró aprobar nuevas sanciones contra Corea del Norte por las recientes pruebas de 2 misiles balísticos de largo alcance, el 4 y 28 de julio pasados.

Pyongyang ha entendido esta resolución como la voluntad de Estados Unidos de llevar a la Península de Corea “al borde la guerra nuclear”, según un comunicado del gobierno.

Estas sanciones fueron iniciativa de Estados Unidos y apoyada por dos aliados tradicionales del régimen de Kim Jong-Un, China y Rusia.

Recientemente el gobierno Trump había mostrado su decepción ante la falta de resultados de las supuestas presiones de estos dos países para convencer a Corea del Norte que cese en sus pruebas balísticas. Sin duda el apoyo de Rusia y China en el consejo de seguridad de la ONU es un éxito diplomático de la delegada estadounidense Nikki Haley.

La opción militar

Sin embargo, el gobierno de Donald Trump también ha estudiado la opción militar en caso de que el líder norcoreano decida armar nuclearmente estos misiles de largo alcance que ahora está probando.

Esa opción es complicada porque habría que determinar cuándo y qué tipo de objetivos se golpearían en Corea del Norte y sobre todo la respuesta que podría dar Kim Jong- Un. Se teme que una de sus primeras reacciones sería atacar la capital de su vecino del sur, Seúl, cuya área metropolitana alcanza los 25 millones de habitantes. El mismo secretario de Defensa, James Mattis aseguró que “si hubiera una guerra, en términos de sufrimiento humano, sería más grave de lo que hemos visto desde 1953. Supondría un bombardeo masivo de la capital de nuestro aliado, que es una de las ciudades más densamente pobladas del mundo”.

El que fuera director de los servicios de inteligencia de EE.UU. James Clapper admite que la opción militar debe estar sobre la mesa, pero no es precisamente la mejor: “Particularmente una operación militar preventiva contra Corea del Norte sería un desastre, porque creo que Corea del Norte daría rienda suelta a su artillería y misiles que ha colocado en la zona desmilitarizada, tal y como lo han anunciado varias veces, convirtiendo a Seúl en un mar de fuego” ha dicho a CNN.

La opción militar de Trump parece ligada a que finalmente Corea del Norte alcance la tecnología de armar con ojivas nucleares sus misiles balísticos intercontinentales.

Una combinación de análisis de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón reveló que no de los recientes misiles lanzados por Corea del Norte logró volar durante 45 minutos, ascendió hasta 3.700 kilómetros y recorrió una distancia total de unos 1.000 kilómetros.

Ahora bien, si es misil fuera lanzado si esa enorme curvatura, es decir, casi plano, si podría haber llegado a ciudades estadounidenses como Los Ángeles, Denver o Chicago, según el experto en misiles de la Union of Concerned Scientist, David Wright.

El asunto ahora es saber cuanto tardará Kim Jong-Un en conseguir esa tecnología para armarlos nuclearmente y si Estados Unidos tendrá la paciencia suficiente para esperar.