El papa Francisco durante su visita al monumento en memoria al genocidio turco en Armenia, el 25 de junio de 2016, en Ereván.

(CNN Español) – El papa Francisco reconoce que se equivocó y pide perdón. En una carta enviada a los obispos de Chile pide que vengan a Roma para decidir cómo afrontar el caso de Juan Barros, el obispo acusado de encubrir a Fernando Karadima, sacerdote condenado por abusos sexuales a menores..

Barros siempre ha negado saber nada de estos abusos, abusos que él mismo calificó de graves. El mismo Francisco defendió al obispo de forma enérgica en enero, durante su viaje a Chile. En aquella oportunidad, el papa dijo que sin evidencias no tomaría ninguna decisión aunque el caso es que, ya tras este viaje se disculpó por haber causado dolor involuntariamente a víctimas de abuso sexual. Insistió que no había evidencias pero decidió profundizar en la cuestión, enviando a dos personas, a fin de que se entrevistaran con quienes acusaban al obispo Barros de haber encubierto en el pasado a Karadima.

El documento que se le presentó al papa tiene más de 2.300 páginas. Incluye 64 testimonios que el papa dice lo llenaron de, y citamos, “dolor y vergüenza”. El pontífice reconoce que se equivocó por “falta de información veraz y equilibrada” y que ha llegado la ocasión para restablecer “la confianza en la Iglesia, confianza rota por nuestros errores y pecados”. El papa no sólo verá a los obispos chilenos sino que anunció que también verá a representantes de las personas que dieron su testimonio en el informe que llegó a sus manos a mediados de marzo.