(CNN) – ¿Sabías que tu boca contiene unos 700 tipos de bacterias? Algunas son benignas. Otras, no tanto. Sin embargo, un estudio encontró que personas que consumen una o más bebidas alcohólicas al día poseían más bacterias dañinas y menos bacterias benignas que aquellas personas que no toman alcohol.
Que tu boca contenga un alto nivel de bacterias malignas puede causar daño bucal, problemas cardiacos y hasta ciertos tipos de cáncer. Pero, cualquier microbio benigno que habite en tu boca es bueno para tu salud y, de hecho, velan por los niveles de los malignos en tu boca.
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La revista científica Microbiome publicó dicho estudio el lunes.
“Este es el primer estudio de este tipo que busca analizar el efecto del consumo de alcohol en la salud oral”, dijo Jiyoung Ahn, investigador principal del estudio y epidemiólogo de la facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York (NYU, por sus siglas en inglés).
Luego de demostrar recientemente que los tipos de bacterias encontradas en la boca pueden influir en el desarrollo de cánceres digestivos, Ahn y sus colegas decidieron estudiar los factores y estilo de vida que pueden afectar el microbioma oral.
Prueba de saliva
Un grupo de 1.044 personas saludables de entre 55 y 87 años, la mayoría de ellas blancas, fueron parte de este estudio. En términos generales, el grupo incluyó a 270 no bebedores, 614 personas que bebían en moderación y 160 que bebían en exceso. Todos los participantes dieron muestras de saliva y proveyeron detalles sobre sus hábitos alimenticios y estilos de vida.
Ahn y sus compañeros realizaron pruebas de laboratorio para clasificar y cuantificar genéticamente a las bacterias de las muestras de cada persona. El equipo entonces trazó gráficas para analizar qué bacteria destacó más entre los que bebían en exceso y los que no lo hacían.
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¿Qué encontraron? Los bebedores tenían mayor cantidad de bacteroidales, actinomyces y nesseria, todas potencialmente dañinas que pueden hasta afectar a las bacterias sanas. En comparación con los que no bebían, los que frecuentaban una que otra bebida alcohólica poseían niveles más bajos de lactobacillales, una bacteria que reduce la inflamación en las encías.
“No encontramos un nivel específico”, señaló Ahn, a pesar de que el consumir un nivel alto de alcohol provocó cambios extensos en el microbioma oral. En un correo electrónico añadió que “la ingesta copiosa de alcohol es un factor de riesgo para múltiples enfermedades crónicas que incluyen cáncer (de cuello, cabeza, esófago, colon y mama), enfermedades hepáticas y condiciones cardiovasculares”.
Se necesitan más participantes para entender si había alguna diferencia entre los que consumían un alto nivel de alcohol y los que bebían moderadamente.
Y si bien muchos enjuagues bucales contienen entre un 10 o un 20 por ciento de alcohol, el estudio analiza “el consumo de alcohol, pero no específicamente el efecto del enjuague bucal”, aclaró Ahn.
Existen posibles explicaciones para los desequilibrios relacionados al consumo de microbiomas, dijo Ahn. Entre ellas los ácidos en las bebidas alcohólicas, los cuales crean un ambiente hostil para que ciertas bacterias crezcan. Otra razón: la acumulación de subproductos nocivos derivados de la descomposición química del alcohol.
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¿Alcohol o una higiene bucal deficiente?
Lo que es “nuevo” aquí, explica Olivier George, profesor asociado del departamento de Neurología del Instituto de Investigación Scripps, es que los investigadores realizaron un “análisis muy exhaustivo” de las bacterias bucales. Esto “podría indicar (o no) si hay un nivel de alcohol que no afecte el microbioma de la boca”.
Dicho esto, es “imposible establecer si estos efectos se deben al consumo de alcohol per se o a la mala higiene bucal”, dijo George, que es experto en adicción pero que no participó en la investigación.
“Hay un gran interés” en el papel que juegan las bacterias en nuestro cuerpo, añadió. “Pueden afectar el envejecimiento, el cáncer, una variedad de condiciones de salud e incluso controlar la función cerebral y desempeñar un papel en los comportamientos”. Sin embargo, los resultados del estudio no aclaran si el desequilibrio de las bacterias bucales de los bebedores influye en el desarrollo del cáncer, compartió George.
En un futuro, Ahn y sus colegas pretenden investigar las razones por las cuales el consumo de bebidas alcohólicas se asocia con un cambio en el microbioma oral.
En un estudio separado, los investigadores establecen que aproximadamente uno de cada 10 casos de síndrome premenstrual (PMS, por sus siglas en inglés) puede estar relacionado con el consumo de alcohol. La nueva investigación fue publicada el lunes en la revista médica en línea BMJ Open.
Alterar el nivel de las hormonas
El síndrome premenstrual incluye todos los cambios en el estado de ánimo, senos sensibles, antojos de alimentos, fatiga, irritabilidad y depresión.
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Aunque algunos cambios fisiológicos “menores” son normales, explicó el doctor Bahi Takkouche, autor principal del estudio y profesor de medicina preventiva de la Universidad de Santiago de Compostela, “el PMS se caracteriza por cambios intensos, si no enormes. Es probablemente normal que una mujer esté algo cansada antes de la menstruación. Pero está más allá de lo normal si está tan deprimida que no puede ir a trabajar o si sus relaciones con otras personas están seriamente deterioradas dos días o más cada mes”.
Varios estudios han sugerido que el PMS tiende a ser más severo en las mujeres que beben alcohol. Sin embargo, nunca se ha aclarado si esto se debe al alcohol en sí o si las mujeres se consuelan en él para apaciguar los síntomas.
Para el nuevo estudio, Takkouche y sus colegas utilizaron 19 estudios relevantes de ocho países diferentes. Por consiguiente, los estudios incluyeron datos de más de 47.000 participantes.
Luego de analizar los estudios, el equipo de investigación encontró que la bebida está asociada a un 45 por ciento de mayor riesgo de PMS, y entre las que beben en exceso aumentó a un 79 por ciento.
El “beber pesado se relaciona más fuertemente con PMS que beber moderado,” Takkouche añadió.
A nivel global, apenas el 29 por ciento de las mujeres consumen alcohol, y una de cada 20 bebedoras (6%) se consideraría como gran bebedora, según estima la Organización Mundial de la Salud. En Europa y América, casi el 60% de las mujeres beben, y 12,5% lo hacen en gran medida.
Basándose en estas estimaciones de la OMS, los investigadores especulan que el 11% de los casos de PMS pueden estar asociados con el consumo de alcohol, mientras que en Europa es del 21%. Además, el gran consumo de alcohol en sí se asocia al 4% de los casos del PMS alrededor del mundo, dicen los investigadores.
¿Por qué podría el alcohol aumentar el riesgo de síndrome premenstrual?
“En conjunto con otros investigadores creemos que el alcohol aumenta el riesgo de PMS porque altera el nivel de hormonas como la gonadotropina durante el ciclo menstrual”, dijo Takkouche. La gonadotropina, liberada por la glándula pituitaria, ayuda a las mujeres a ovular.
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George F. Koob, director del Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo, dijo que “el estudio anterior mostró resultados mixtos relacionados con el alcohol y el PMS”. Koob, que no participó en la investigación, añadió que el análisis de Takkouche tiene “suficiente poder” para detectar una relación. El estudio está “bien diseñado”, dijo, pero los resultados muestran sólo una asociación. No indican que el alcohol cause PMS.
“Hay razones para creer que el uso indebido de alcohol es más perjudicial para la salud de las mujeres que para la salud de los hombres”, dijo Koob. “La investigación sugiere que las mujeres corren un mayor riesgo de sufrir una serie de efectos negativos del uso indebido del alcohol, incluyendo inflamación del hígado, pérdida de memoria, déficits cognitivos, enfermedades cardiovasculares y ciertos cánceres”.
Peor aún, el desorden del consumo de alcohol y los efectos negativos de la bebida en la salud a menudo progresan más rápidamente para las mujeres que para los hombres, dijo Koob.
Takkouche cree que se necesita más investigación para entender la relación entre el alcohol y el PMS.
“Creemos que las mujeres no deben aceptar síntomas premenstruales intensos como normales y que deben consultar a un médico si sufren de ellos”, dijo. “Evitar beber en exceso es probablemente una buena recomendación”.