(CNN) – El presidente de EE.UU., Donald Trump, ofreció este miércoles una respuesta poco comprometida a las amenazas de Corea del Norte de cancelar su cumbre planificada con Kim Jong Un, diciendo que no había recibido ninguna información que pusiera las conversaciones en peligro.
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“No hemos sido notificados en absoluto, tendremos que ver”, dijo Trump a los periodistas en la Oficina Oval, donde se reuniría con su homólogo uzbeko. “No hemos visto nada, no hemos escuchado nada. Veremos qué sucede”.
Pero recalcó en si seguiría insistiendo en la desnuclearización de Corea del Norte como condición para las conversaciones. Trump asintió con la cabeza, sí.
Los asesores de Trump estaban trabajando el miércoles para determinar si las advertencias de la noche a la mañana de Corea del Norte podrían arruinar la tan anticipada cumbre, incluso cuando algunos en la administración admitieron que las amenazas eran un bache esperado en cualquier trato con el imprevisible régimen de Kim Jong Un.
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Las duras declaraciones de Pyongyang pusieron fin al acercamiento diplomático que había conducido al encuentro del 12 de junio entre los dos hombres, programado para ocurrir en Singapur. La administración estadounidense no tuvo advertencia por adelantado de que un alto funcionario norcoreano amenazaría con suspender las conversaciones si continúan los ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur o si Estados Unidos mantiene su insistencia en que Corea del Norte desmantele inmediatamente su programa nuclear.
“Hoy el presidente ya se ha ocupado de todo esto”, dijo el subsecretario de Prensa de la Casa Blanca, Hogan Gidley.
A medida que las declaraciones, escritas en la retórica idiosincrásica del Norte, surgieron el martes por la noche del servicio de noticias de Corea del Norte, los funcionarios estadounidenses se apresuraron a entender qué se había dicho exactamente y si representaba un riesgo real para la próxima reunión del presidente.
Trump se estaba preparando para partir de la Casa Blanca hacia el centro médico Walter Reed, donde su esposa Melania está convaleciente después de un procedimiento renal, cuando la advertencia inicial contra los ejercicios militares conjuntos surgió. Los asistentes esperaron hasta su regreso para brindar una sesión informativa completa sobre el asunto.
“Si Estados Unidos intenta arrinconarnos para forzar nuestro abandono nuclear unilateral, ya no nos interesará ese diálogo y no podemos sino reconsiderar nuestro procedimiento para la cumbre RPDC-EE.UU.”, dijo Kim Kye-kwan.
El miércoles, los funcionarios de la administración estaban debatiendo si Corea del Norte simplemente estaba haciendo posturas antes de la cumbre o si había algo más en las amenazas. Los funcionarios dijeron que querían tomar una determinación antes de que el propio Trump responda.
La administración espera utilizar los canales diplomáticos y de inteligencia entre EE.UU. y Corea del Norte que se han abierto para obtener mayor claridad sobre lo que sucedió exactamente y si la cumbre aún puede avanzar, dijeron los funcionarios.
Una persona involucrada en la planificación de las conversaciones expresó un optimismo cauteloso de que la retórica proveniente del Norte no arruinará la reunión.