(CNN Español) – Varios estados mexicanos se encuentran en alerta después del robo, el pasado viernes, de una fuente radiactiva en Ciudad de México. La alerta la emitió la Secretaría de Gobernación este domingo ya que la sustancia puede ser peligrosa para la población en caso de ser extraída de su contenedor de seguridad, informó Protección Civil en un comunicado.
No es la primera vez que el Gobierno Federal tiene que emitir una alerta de este tipo por robos de materiales radiactivos en el país. De hecho, entre 2013 y mayo de 2017 se reportaron seis robos, según un documento del Senado de la República en 2017.
¿Por qué roban este tipo de fuentes y con qué propósito?
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Un denominador común: el transporte
El robo del pasado viernes ocurrió a las 3:00 p.m. (hora local) en la colonia Los Alpes. La fuente radiactiva fue sustraída de un vehículo que la transportaba y, según informó el Gobierno de Ciudad de México, era propiedad de la empresa Radiografía Industrial y Ensayos S. A. de CV, un laboratorio médico, según indica en su página de Facebook. La compañía no se ha pronunciado al respecto.
Se trata de un contenedor marca Industrial Nuclear Co y su modelo es IP-100, con número de serie 7348, señaló en un comunicado de prensa el gobierno de CDMX. La fuente radiactiva está hecha de acero inoxidable en el exterior y en el interior contiene uranio, tungsteno y un insótopo radiactivo llamado Iridio 192.
Según el mencionado documento del Senado, casi todos los robos de materiales radiactivos en el país han ocurrido durante el transporte de los mismos. De hecho, en muchos casos se produjo el robo del vehículo en sí, lo que hizo a las autoridades pensar que se trataba de robos que se producen sin conocimiento de los contenidos del vehículo: los delincuentes se llevan los vehículos sin saber lo que hay en el interior, que en estos casos es un material altamente peligroso. Así lo dijo en un caso previo un experto de la IAEA.
Fue por este denominador común (el transporte) que el Gobierno del país aprobó el pasado año un nuevo Reglamento para el Transporte Seguro de Material Radiactivo, que entró en vigor en junio de 2017.
En esta nueva norma se indica que todos los transportes “con fuentes de Iridio-192 (la robada en esta ocasión), Cobalto-60 (la responsable de la llamada ‘bomba sucia’), Cesio-137, Americio-241, Estroncio-90 y sustancias fisionables deben contar con sistemas de posicionamiento global que incluya como mínimo dispositivo GPS, servicio de rastreo y localización en mapa en tiempo real”, indicó en su momento la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS).
CNN en Español se ha puesto en contacto con la CNSNS y Protección Civil para recibir más información sobre este robo concreto, sin haber recibido aún una respuesta.
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¿Para qué se usan las fuentes radiactivas?
Las fuentes radiactivas son usadas en la industria para usos relacionados con la medicina, la agricultura, la investigación e incluso la enseñanza, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA, en inglés). Si estas fuentes se manejan “en condiciones de seguridad y se protegen adecuadamente”, los riesgos de los trabajadores que las manejan y del público general son “aceptablemente bajos”, según la IAEA.
¿Cuáles son los peligros de estas fuentes?
Si el material radiactivo de la fuente saliera de su sistema de su embalaje, el riesgo para la salud por radiación es alto, de acuerdo con la IAEA, que habla incluso de riesgo para la vida de la persona afectada.
Por ejemplo, la IAEA menciona entre los peligros: quemaduras que necesitan de intervenciones quirúrgicas o lesiones que tienen efectos debilitadores en las manos. También hay otra clase de riesgos menos peligrosos, como enrojecimiento o irritación de la piel. También se dan casos de cánceres inducidos por la radiación, algo que ocurre más a largo plazo con las personas expuestas.
La gravedad de las lesiones depende, según la IAEA, de varios factores: la actividad de la fuente radiactiva, la proximidad de la persona a dicha fuente y el tiempo de cercanía a la misma o si ha habido inhalación o ingestión del material radiactivo.
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Precauciones ante las fuentes radiactivas
Por estos importantes riesgos, la Coordinación Nacional de Protección Civil y la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias emitieron estas recomendaciones en caso de localizar la fuente radiactiva:
- No realizar manipulación alguna del contenedor donde se encuentra la fuente, ni permanecer cerca del mismo.
─ Establecer un perímetro de seguridad y resguardo de 5 metros.
─ Notificar el hallazgo de inmediato a la autoridad de orden federal.
─ Levantar un registro de las personas que pudieron haberse ubicado dentro del radio de seguridad (nombre, dirección y teléfono de contacto).
─ Adicionalmente, reportar el hallazgo a Emergencias, la Comisión Nacional de Seguridad y Protección Civil.