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(CNN) — Dos soldados de la OTAN fueron asesinados este jueves por “un individuo que vestía un uniforme del Ejército Nacional Afgano”, informó la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, por sus siglas en inglés), el mismo día en que el Talibán llamó a los afganos a matar a tropas extranjeras.

No está claro si los militares murieron en ataques en venganza por la quema de copias del Corán por parte de tropas de la OTAN esta semana. Sin embargo, el tiroteo ocurrió en una base donde se llevaba a cabo una manifestación por lo ocurrido, dijo un funcionario local.

Las protestas y las matanzas llegan después de que el Talibán llamó a los musulmanes a atacar bases militares de la OTAN, vehículos y a matar a sus soldados, luego de que la organización admitió que sus tropas quemaron material islámico religioso en el campo de aviación de Bagram.

Al menos dos manifestantes fueron asesinados en medio de un enfrentamiento cerca de la base de la provincia de Nangarhar, dijo Haji Mohammad Hassan, jefe del distrito de Khugyanui, al este de la región.

Dos soldados estadounidenses y siete manifestantes resultaron heridos en el choque, según el funcionario.

“No sabemos quién inició el tiroteo y qué tipo de armas se utilizaron, pero comenzamos nuestra investigación para averiguar los detalles del incidente,” dijo Hassan a CNN.

Había entre 200 y 300 personas en las protestas, que ahora está bajo control, afirmó.

El presidente Barack Obama se disculpó con su homólogo de Afganistán, Hamid Karzai por la quema del Corán, y llamó al acto un error involuntario, dijo la oficina del mandatario afgano este jueves.

“Tomaremos las medidas necesarias para evitar cualquier repetición, incluso detener a los responsables”, dijo el presidente estadounidense en la carta.

Diplomáticos estadounidenses en Kabul y en el norte y sur de Afganistán fueron puestos bajo resguardo ante las protestas, anunció Mark Thornburg, vocero de la Embajada.

Al menos cinco personas murieron en las manifestaciones de este miércoles.

El comandante de la ISAF, el general John Allen, se disculpó este martes por la incineración de los materiales y dijo que era un error.

Los materiales fueron recogidos para su eliminación y se les dio sin querer a las tropas que lo quemaron, dijo Allen.

Este jueves, el Talibán rechazó la disculpa.

En un correo electrónico, la milicia islámica acusó a las “autoridades invasoras y paganas” de tratar de calmar la situación con su “llamada muestra de disculpas, pero en realidad dejan que soldados inhumanos insulten nuestro libro sagrado”.

Llamaron a los afganos a vengarse “hasta que los responsables de acciones tan inhumanas sean aprehendidos y castigados”.

“Debemos atacar sus bases militares, sus convoyes militares, debemos matar a sus soldados, arrestar a sus soldados invasores, golpearlos y darles el tipo de lección para que nunca se atrevan a insultar al sagrado Corán”, señaló el Talibán en el mensaje.

El académico religioso afgano Anayatullah Baligh dijo que puede ser apropiado quemar un Corán dañado para deshacerse de este, pero que el acto debe realizarlo un musulmán de manera respetuosa.

“No puedo decirte si los estadounidenses quemaron intencionalmente las copias del sagrado Corán para hacer enojar a los musulmanes o si lo hicieron por error”, pero su “descuido” fue un “crimen que cometieron contra un libro sagrado para 2,000 millones de musulmanes alrededor del mundo”, dijo.

En su disculpa por la quema del libro, Allen aclaró: “No fue una decisión que fue hecha con respeto a la fe del Islam. Fue un error. Fue un error. Al momento en que nos dimos cuenta de eso lo detuvimos e intervenimos”.

Un funcionario militar dijo que el material fue retirado de la librería de un detenido porque tenía “inscripciones extremistas” y “había sospechas de que estos documentos eran usados para facilitar comunicaciones extremistas”.

Pero las palabras de Allen no fueron suficientes para apaciguar el enojo de los afganos, quienes se reunieron a las afueras de la base de Bagram este martes y cantaban “¡Muerte a Estados Unidos!¡Muerte al gobierno de Afganistán!¡Larga vida al Islam!”.

Manifestantes quemaron llantas y tiraron rocas afuera del Campamento Phoenix este miércoles, cerca del Aeropuerto Internacional de Kabul, dijo la Embajada de EU en su cuenta oficial de Twitter. La sede diplomática pidió a estadounidenses evitar el área y dijo que las protestas se habían tornado violentas. También suspendió los viajes.

En Jalalabad, capital de la provincia de Nangarhar, cientos cantaron “Abajo Estados Unidos”, mientras la multitud se reunía cerca de un aeropuerto local.

Los musulmanes consideran el Corán como la palabra de Dios, por lo que muchos ni siquiera lo tocan sin antes haber llevado a cabo el ritual de ablución. Profanar el libro es considerado una afrenta imperdonable, un acto de intolerancia.

El año pasado, cuando el controversial pastor de Florida Terry Jones presidió un supuesto juicio contra el Corán y quemó una copia, miles de afganos salieron a las calles. En la ciudad de Mazar-e Sharif, al norte del país, manifestantes irrumpieron en una oficina de Naciones Unidas y mataron a 12 personas. En Kandahar, tres personas fueron asesinadas durante una protesta y nueve más durante un enfrentamiento contra la policía.

Funcionarios estadounidenses condenaron las acciones del pastor.