A pesar de no haber sido destruidas, muchas casas son inhabitables debido a la falta de suministro de electricidad y de gas, y por tanto de calefacción.

Por Catherine E. Shoichet, CNN

(CNN) — Decenas de miles de habitantes de Nueva York que quedaron sin calefacción tras el paso de la supertormenta Sandypor lo cual podrían tener que dejar sus hogares mientras la temperatura disminuye, aunque no está claro adónde podrían ir.

Entre 30.000 y 40.000 personas podrían necesitar alojamiento solo en la ciudad de Nueva York, dijo este domingo el alcalde Michael Bloomberg. Las autoridades trabajan para alcanzar una solución, pero aún no la tienen.

“No sé si alguien haya alguna vez tomado a tanta gente y encontrado alojamiento para ellos durante una noche”, dijo.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, describió esto como “un problema masivo de vivienda”. “La gente está en hogares que son inhabitables”, dijo a reporteros. “Se va a volver más claro que son inhabitables cuando la temperatura caiga y la calefacción no funcione”.

En Long Island algunas personas han muerto tratando de calentar sus hogares, dijo este domingo el administrador del condado de Nassau, Edward Mangano.

“Estamos muy preocupados sobre la gente alojándose en lugares sin la calefacción adecuada”, dijo.

Para muchos, permanecer caliente no se consigue con encender la calefacción, luego de que la supertormenta Sandy afectó las líneas de gas y electricidad. A lo largo del estado de Nueva York, 730.000 personas están sin energía por quinto día consecutivo este domingo, dijo Cuomo.

La paciencia de algunas personas está disminuyendo junto con la temperatura.

Habitantes de Queens plantearon su frustración a Bloomberg en un recorrido que hizo el alcalde por la región este sábado. Una mujer gritó “¡Cuándo vamos a recibir algo de ayuda!”.

Insatisfechos con la respuesta del gobierno, vecinos y voluntarios llegaron a las zonas más afectadas durante el fin de semana para ofrecer comida, ropa y cualquier otra cosa para aquellos que aún padecen frío y hambre.

“Cubrimos con una manta a dos niños temblando y congelándose mientras trataban de conseguir comida anoche”, dijo la voluntaria Lauren O’Connor a NY1, cadena afiliada a CNN.

La caída en la temperatura es la única preocupación de la región, días antes de la elección presidencial.

La supertormenta de casi 1,500 kilómetros de ancho dejó un amplio rastro de destrucción cuando impactó el noreste de Estados Unidos esta semana, causando al menos 110 muertes en el país y dos más en Canadá, después de cobrar la vida de 67 personas en el Caribe.

Nueva York, el estado más afectado, registró 47 muerte; además 24 en Nueva Jersey, 13 en Pennsylvania, 11 en Maryland, cuatro en Connecticut, dos en Virginia, seis al oeste de Virginia, uno en Carolina del Norte, uno en Bounty, y otro en New Hampshire, de acuerdo con cifras oficiales.

Los daños materiales podrían alcanzar entre 30.000 y 50.000 millones de dólares, según la firma de modelación de desastres Eqecat. Esta cifra excede una primera estimación calculada en 20,000.

El Departamento de Defensa informó que entregará generadores y estaciones de combustible para colaborar en los esfuerzos de rescate tras la tormenta.

El alcalde Michael Bloomberg dijo que planea tomar el metro el lunes como señal de que el tránsito está regresando. Las clases también serán reanudadas el lunes en Nueva York, según Bloomberg. Algunos serán reubicados si sus escuelas sufrieron daños o no pueden ser reabiertos, dijo.

En tanto, una tormenta más débil pronosticada para la próxima semana podría empeorar el clima en la región.