(CNNenespañol.com)- Atanacio García tiene 84 años, y dedica sus días a recoger latas de bebidas por las calles de San Antonio, Texas. Y todo el dinero que gana con la recolección del aluminio usado va, en sus propias palabras: “Para ayudar al Tío Sam”. Agradecido por todo lo que Estados Unidos ha hecho por él a lo largo de su vida, Atanacio entrega todo ese dinero rescatado de la basura a la Oficina de la Deuda Pública de Parkersburg, Virginia Occidental.
“Hago esto porque quiero ayudar a mi país”, afirma García; “todos estamos de acuerdo en que debemos mucho dinero, y en que estamos gastando mucho dinero en pagar más de 200.000 millones de dólares en pagar aumentos de impuestos cada año. Y eso se puede usar en otras cosas para el país”.
Trabajador postal jubilado y veterano de guerra, afirma que no está esperando a que Washington se decida a reducir la deuda nacional, y por eso ha tomado cartas en el asunto: “Es una de esas cosas que pueden ayudar a este país”. Con su trabajo incansable, García ha entregado, desde Enero de 2009, 3.197 dólares con 88 centavos. Unas cuentas que lleva rigurosamente apuntadas en un libro de contabilidad, y que incluyen los 50 dólares de su pensión que entrega cada mes al Gobierno federal junto con lo que recauda de la recolección de botes de aluminio. “¿Qué bien me haría a mi mismo si estuviera viviendo mi vida sin hacer nada por mi país?”, reflexiona García. Su mujer, que no comparte las ideas de su marido, piensa que está loco.
La Oficina de la Deuda Pública fue establecida por el presidente Kennedy para que los estadounidenses contribuyeran a pagar la deuda pública del país, y solo este año ha recaudado 7,7 millones de dólares, y un total de 90 millones desde su apertura, hace ya más de 50 años. “Necesitamos más personas que actúen como yo, y que se den cuenta de que es por el bien del país”, concluye García. Desde que Atanacio comenzó con su cruzada, son cada vez más los miembros de su comunidad que le ayudan en la recolección.