Por Laura Smith-Spark y Per Nyberg, CNN
(CNN) — Un productor de alimentos congelados envuelto en un escándalo de carne de caballo hallada en productos de carne en Reino Unido, Suecia y Francia, dijo que va a demandar al productor rumano al que culpa del problema.
El brazo francés de la firma sueca de alimentos congelados Findus dijo que presentaría una queja legal este lunes contra la empresa rumana no nombrada.
Findus dijo que había sido informado de que sus productos se hacen con carne de res francesa, no carne de caballo rumano.
“Fuimos engañados”, dijo en un comunicado Findus France. “Hay dos víctimas en el presente asunto: Findus y el consumidor”.
Mientras tanto, este sábado hubo una reunión de ministros, inspectores de alimentos y minoristas en Londres para lidiar con el escándalo que parece estar propagándose por toda Europa.
El secretario de Medio Ambiente, Owen Paterson, dijo que era “completamente inaceptable” que se vendiera comida que contenía carne de caballo en lugar de carne de res. La evidencia hasta ahora sugiere “o actividad criminal o negligencia grave”, dijo, y advirtió que “una mala noticia” podría venir.
Empresas de alimentos de Gran Bretaña han recibido la orden de probar todos los productos de carne procesados para verificar su “autenticidad” y reportar a las autoridades desde este viernes.
Los minoristas en Gran Bretaña, Francia y Suecia sacaron millones de paquetes de lasaña y otros productos elaborados a base de carne de vacuno de los estantes tras la alerta que generó la lasaña Findus.
Esto se produce a menos de un mes después de que carne de caballo fue encontrada en hamburguesas vendidas en Gran Bretaña e Irlanda. Las autoridades irlandesas han señalado que los ingredientes de carne polaca fueron la fuente de carne de caballo en las hamburguesas.
La Agencia de Normas Alimentarias de Gran Bretaña señaló que la evidencia “apunta tanto a negligencia grave como contaminación deliberada en la cadena alimentaria. Es por ello que ya han involucrado a la policía, tanto aquí como en Europa”.
“Esto es completamente inaceptable, no solo se trata de la seguridad alimentaria, sino también del etiquetado adecuado de los alimentos y la confianza en los minoristas”, dijo el primer ministro, David Cameron, en su cuenta oficial de Twitter.
Findus anunció el jueves que había retirado su lasaña de tiendas de Reino Unido desde el lunes como medida de precaución después de que un proveedor francés, Comigel, expresó su preocupación por el tipo de carne utilizada.
Comigel aún no ha respondido a las solicitudes de CNN para hacer comentarios.
Mientras que la carne de caballo no es en sí mismo un riesgo para la seguridad alimentaria, su presencia no autorizada —en cantidades de hasta el 100%— en los alimentos que decían estar hechos a base de carne de res ha planteado serias preocupaciones.
Entre las preocupaciones de inspectores de alimentos está “que la carne de caballo ilícita podría contener el medicamento veterinario fenilbutazona, o bute”, comúnmente usado para tratar caballos, lo que supone un riesgo para la salud humana.
En enero, la Autoridad de Seguridad Alimentaria de Irlanda encontró que 10 de los 27 productos de hamburguesa analizados en un estudio de ADN contenían caballo, mientras que 23 de ellos —el 85 %— dieron positivo al ADN del cerdo.
El descubrimiento del ADN en los productos de carne de cerdo es de particular interés para los judíos y musulmanes, cuyas leyes religiosas prohíben en su dieta el consumo de productos de cerdo. Las leyes dietéticas judías también prohíben el consumo de carne de caballo.