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(CNN) — Corea del Norte respondió este viernes al refuerzo de las sanciones avalado por el Consejo de Seguridad de la ONU con más amenazas, al repetir su promesa de abandonar todos los pactos de no agresión con Corea del Sur.

Este viernes, un día después de que el aislado régimen de Pyongyang amenazó con un posible “ataque nuclear preventivo” ─algo que los analistas consideran como poco probable e imposible de hacer actualmente─ su agencia oficial de noticias enumeró una serie de acuerdos con Corea del Sur que, según señaló, ya no aplicarían.

Este es el último episodio de una semana de furiosa retórica desde el norte, alimentada por su enojo por el voto de la ONU sobre nuevas sanciones, en respuesta a la reciente prueba nuclear de Pyongyang, y ejercicios militares conjuntos de Estados Unidos y Corea del Sur, que tienen lugar en la región cada año.

Observadores de Corea del Norte y funcionarios estadounidenses dicen que el reciente frenesí del lenguaje amenazador del Norte bajo el régimen del joven líder Kim Jong Un hace que la situación en la península coreana sea más inquietante e imprevisible.

Corea del Sur ha advertido al Norte que tomará represalias con fuerza y severidad si sus ciudadanos se ven amenazados.

“Este aumento de la retórica provocativa es particularmente peligroso”, dijo Michael Auslin, del American Enterprise Institute. “El nuevo presidente de Corea del Sur (Park Geun Hye) no puede retroceder ante las amenazas del Norte, mientras que Kim Jong Un puede sentir que sus ensayos nucleares y de misiles le dan la posibilidad de seguir presionando a Seúl. Ambos pueden quedar atrapados en el conflicto”.

El presidente surcoreano, Park Geun-hye, quien asumió el cargo el mes pasado, dijo este viernes que Seúl responderá con fuerza a cualquier provocación de Pyongyang, informó la agencia semioficial de noticias Yonhap.

El Centro para los Estudios Estratégicos e Internacionales con sede en Washington destacó la posibilidad de que el conflicto se intensifique, ante un nuevo movimiento provocativo del Norte “en las próximas semanas”.

De acuerdo con su investigación, señaló el Centro, Pyongyang ha llevado a cabo “una provocación militar de alguna forma dentro de las primeras semanas de cada inauguración presidencial de Corea del Sur desde 1992”.

Un enfrentamiento militar podría representar el riesgo de que Estados Unidos se involucre, pues cuenta con unos 28,500 soldados estacionados en Corea del Sur como parte de la alianza de seguridad entre los dos países.

La batalla más reciente entre las dos Coreas ocurrió en noviembre de 2010, cuando el Norte bombardeó una isla en el lado del sur de la frontera, matando a varias personas. Pyongyang afirma que Seúl provocó mediante la realización de ejercicios de entrenamiento en su costa compartida.

Una semana de fuertes amenazas

Los comentarios de Corea del Norte de este viernes siguen a la promesa a principios de esta semana de abolir el armisticio que detuvo la guerra de Corea en 1953, y a la amenaza de atacar a Estados Unidos y Corea del Sur.

Tras acusar a sus enemigos de estar “empeñados en la confrontación y la fiebre de la guerra”,  Pyongyang anunció que revocaba “todos los acuerdos de no agresión alcanzados entre el norte y el sur”, una declaración que ha hecho en años anteriores.

También señaló que anulaba la declaración conjunta sobre la desnuclearización de la península coreana. El Norte, que realizó su tercera prueba nuclear subterránea el mes pasado, indicó recientemente que la desnuclearización de la región era “imposible” debido a la “política hostil” de Estados Unidos hacia ésta.

Agregó que cortaría de inmediato “la línea norte-sur”, después de que días antes amenazó con terminar su comunicación telefónica militar con Estados Unidos.

La línea telefónica sirve como una herramienta para desactivar los potenciales puntos de riesgo a lo largo de la frontera militarizada entre las dos Coreas.

Pero André Kok, viceoficial de asuntos de exteriores de las fuerzas de EU en Corea, dijo que los informes del Ejército del Pueblo de Corea del Norte (KPA) de cortar la comunicación a menudo surgen cuando se llevan a cabo los ejercicios de entrenamiento militar, algo que ocurre en este momento.

“Cuando se realiza una llamada a la línea telefónica directa y el Ejército Popular de Corea no contesta, no tenemos forma de saber si el Ejército Popular de Corea en realidad ha desconectado las líneas telefónicas o simplemente no están contestando el teléfono”, dijo.