Nota del editor: Andrew Boff es un político británico y un miembro conservador de la Asamblea de Londres. Él es el autor del informe : Sombra de la ciudad - La exposición de la trata de personas en la vida cotidiana de Londres.
Por Andrew Boff
(CNN) - El caso de tres mujeres esclavizadas durante 30 años en el sur de Londres ha conmocionado a la opinión pública británica y mundial. Aunque este es un ejemplo extremo, este tipo de esclavitud no es raro en Londres. Las cifras del Centro de la trata de personas del Reino Unido y la Agencia del Crimen Organizado calculan que este año ha habido 389 víctimas potenciales de la trata en la capital británica.
Aunque no se cree que en este caso las prisioneras fueran víctimas de la trata, el caso muestra que la esclavitud oculta está a nuestro alrededor, en nuestros entornos cotidianos, ya sea en obras de construcción, en las comidas de personas sin hogar, en los locales de comidas para llevar baratos, en salones de cosmética, o entre las empleadas domésticas de los hogares de nuestros barrios.
Esta esclavitud no está necesariamente organizada por bandas criminales -puede nacer de acuerdos informales, llevadas a cabo por gente común que a veces son personas muy respetadas incluso respetados en su comunidad.
Publiqué recientemente un informe titulado “La sombra de la ciudad - La exposición de la trata de personas en la vida cotidiana de Londres” que descubrió lo diversa que es la trata. No importa donde vivas, probablemente tiene más cerca de lo que se imagina a alguien que está siendo explotado.
Lamentablemente, las autoridades todavía están ciegas ante este drama. Las cosas tienen que cambiar, con urgencia. La unidad de lucha contra la trata en la Policía Metropolitana de Londres está sobrecargada, y los medios policiales se están centrando en los casos de crimen organizado a gran escala, y dejando de lado los casos informales que tardan más en encontrarse, pero a veces son más graves.
En este caso, las tres víctimas tuvieron suerte. Contactaron con una organización benéfica que pudo rescatarlas con éxito. Pero la mayoría no son tan afortunadas.
Pero si seguimos perdiendo la experiencia de los agentes dedicados al tráfico dentro de la Policía Metropolitana, las sutilezas culturales que se ocultan tras varios casos se puede perder y los traficantes y los autores de la esclavitud continuarán evadiendo la justicia impunemente.
Por supuesto, los presupuestos son ajustados, pero si el dinero obtenido del tráfico de personas es recuperado a través del uso de equipos de especialistas, estas investigaciones podrían autofinanciarse.
En mi informe, he hecho algunas recomendaciones que podrían ayudar a hacer frente a la falta de acción sobre estos tipos de esclavitud.
La trata de personas debe ser una prioridad e incluirse en los programas de formación de nuevos reclutas de la policía, y se deben establecer puntos de contacto en la policía de cada distrito municipal donde puedan recurrir las víctimas de esta trata.
La policía no es la única agencia que necesita establecer mejores sistemas. También es de vital importancia que los trabajadores sociales, los maestros, los profesionales de la salud y personal de asistencia social reciba capacitación para detectar signos de la trata y la esclavitud, y tengan una referencia a quien consultar si tienen sospechas o dudas al respecto.
Durante demasiado tiempo, muchos londinenses han asumido que el tráfico de personas ocurre en otros lugares, y los organismos oficiales han concentrado demasiado recursos en el tráfico vinculado al crimen organizado con cierta relación con tráfico de drogas y esclavitud sexual.
Pero el caso que acaba de descubrirse en el sur de Londres demuestra que los esclavos podrían estar viviendo en la casa de al lado.