Kabul, Afganistán (CNN) — Al menos 21 personas, incluyendo personal de Naciones Unidas, un representante del Fondo Monetario Internacional y un contratista británico, fueron asesinadas este viernes en un bombardeo suicida y un tiroteo en un restaurante en Kabul, Afganistán, informaron las autoridades locales.
Dos ciudadanos estadounidenses estaban entre las víctimas, tuiteó la embajada de Estados Unidos en Kabul (@USEmbassyKabu) el sábado. La Embajada expresó su “más profunda condololencia… a las familias de aquellos que fueron asesinados”.
La bomba del atacante suicida explotó en la puerta de un restaurante este viernes por la tarde. Dos hombres armados entraron al restaurante y empezaron a disparar, dijo el representante del Ministerio del Interior de Afganistán, Mohamed Ayoub Salangi.
Las fuerzas de seguridad afganas mataron a los hombres armados durante la balacera, de acuerdo con Salangi.
Los Talibanes se adjudicaron la responsabilidad del ataque el viernes en un correo electrónico.
El mensaje decía que era una revancha por un ataque aéreo en la provincia de Parwan que causó muertes de civiles esta semana.
Cuatro de las personas asesinadas trabajaban para Naciones Unidas, dijo un vocero del Secretario General de la organización, Ban Ki-moon. Los trabajadores se encontraban entre el número de muertes de varias “organizaciones internacionales”, además de las personas afganas.
13 personas de Afganistán se encontraban entre los muertos, dijo Hashmat Stanikzai, vocero del jefe de la policía de Kabul.
Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, publicó un comunicado en línea diciendo que el representante de su agencia en Afganistán, Wabel Abdallah, se encontraba entre los muertos. El hombre de Líbano de 60 años fue nombrado para tal posición en junio de 2008.
“Estas son noticias trágicas y nosotros en el fondo estamos devastados”, dijo Lagarde.
Paul Ross, el jefe de la misión del Fondo en Afganistán, recordó a Abdallah como un “maravilloso y amable hombre” que siempre estaba ahí para su familia, sus colegas y la gente de cualquier nación que trataba de servir.
“Él era modesto, divertido, caluroso”, dijo Ross de Abdallah, a quien le sobrevive su esposa e hija. “Él era un encanto”.
Otra víctima fue un ciudadano británico, dijo el ministerio de exteriores de dicho país. Los familiares de la víctima, que era un contratista, no un diplomático, ya fueron notificados. El ministerio dijo que la persona no fue nombrada.
Afganistán continúa siendo lugar de violencia esporádica, la mayoría de la cual se culpa a los militantes vinculados a el Talibán, que gobernaron el país antes de la invasión de Estados Unidos luego de los ataques terroristas de septiembre 11 de 2001.
La comunidad internacional ha estado involucrada extensivamente en Afganistán por más de una década tanto con tropas militares como con organizaciones no gubernamentales. El ataque del viernes por la noche ocurrió cerca de donde están la mayoría de las oficinas de dichas organizaciones.
El ataque del viernes por la noche fue un “gran impacto” a quienes trabajaban en el lugar, dijo Ross, pero no los desalentará de su misión.
“Yo creo que la mayoría de las personas, como Wabel, están dedicadas a tratar de ayudar a los países a desarrollarse y prosperar”, dijo Ross. “Eso es realmente parte de su misión de vida. Y es por eso que acuden a lugares que son difíciles de visitar”.
Masoud Popalzai de CNN reportó desde Kabul, y Greg Botelho de CNN escribió esta historia desde Atlanta. Jessica King y Neda Farshbaf contribuyó a este reporte.