Por Ray Sanchez, CNN
(CNN) – La paz mental que Paula Fisher buscaba para ella y sus hijos cuando dejó Pittsburgh hace casi dos décadas fue destrozada afuera de la escuela Franklin Regional el miércoles por la mañana.
“Hubo caos total”, dijo Fisher. “Los niños no estaban seguros si debían permanecer en la escuela o irse. No dejaban entrar a nadie y nos dijeron que debíamos permanecer afuera. Había ambulancias que pasaban a nuestro lado. Pude ver a muchos de los padres que conozco que tienen hijos en la escuela secundaria”.
La escuela de enseñanza media se encuentra frente a la escuela secundaria de Pensilvania donde un apuñalamiento masivo hirió al menos a 20 personas, dijeron las autoridades. Un sospechoso, un joven estudiante de segundo año de secundaria, fue tomado en custodia.
Los apuñalamientos ocurrieron en salones y en un pasillo de la escuela secundaria Franklin Regional Senior High School, informó la policía. Alguien hizo sonar la alarma de incendio, lo que probablemente ayudó a que otros fueran evacuados de manera segura. Se dijo que algunas de las heridas presentaban una amenaza para la vida de las víctimas.
Murrysville, con una población de unos 20.000 habitantes, es un enclave de clase media-alta a unas 20 millas (32 kilómetros) al este de Pittsburgh, en la Ruta 22 de los Estados Unidos.
“Fue una conmoción”, dijo Fisher, quien ha vivido en Murrysville durante 19 años. “Somos una comunidad pequeña. Todos nos conocemos. Incluso el doctor que atiende en el hospital más cercano es vecino nuestro. El doctor Rubino conoce a esos niños. Verlo te afecta personalmente”.
Mientras ella hablaba por teléfono, comentó, Mark Rubino, el director médico del Hospital Regional Forbes en la municipalidad cercana de Monroeville, estaba en vivo en las noticias por televisión, hablando sobre las víctimas y enfatizando “la naturaleza critica de sus lesiones”.
“Somos tan pequeños comparados con otras comunidades”, dijo Fisher. Todos nos conocemos. En mi caso, yo vengo de la ciudad de Pittsburgh; salí de ahí deliberadamente para criar a mis hijos en un distrito escolar que sentíamos era seguro y tenía un buen nivel académico. Ahora mismo, es mucho para asimilar”.
En Dick’s Diner en Murrysville, Deanna Tevelonis, quien se graduó de Franklin Regional Senior High School en 1990, dijo que algunos padres estaban desayunando ahí después de dejar a sus hijos en la escuela.
“Permanecieron ahí hasta que pudieron contactar a sus hijos y asegurarse de que se encontraban bien”, dijo. “Tenían instrucciones de no ir a la escuela. Podías ver la tensión en sus rostros mientras esperaban”.
Un mensaje en la página web del distrito escolar Franklin Regional School Distric dijo que todas sus escuelas primarias fueron cerradas después del incidente, y que “los estudiantes de la escuela de enseñanza media y de la escuela secundaria están a salvo”.
La escuela secundaria Franklin Regional Senior High School estará cerrada “durante los próximos días”, dijo el superintendente del distrito, Gennaro Piraino. La escuela de enseñanza media y las escuelas primarias del distrito se abrirán el jueves, y habrá consejería para todo el distrito, dijo.
Fisher dijo que se atrasó en ir a dejar a su hija de 13 años a la escuela de enseñanza media el miércoles en la mañana. Para cuando llegaron, ya habían escuchado sobre los apuñalamientos en las noticias.
“Ella no lo creía”, dijo Fisher hablando de su hija. “Quería llegar tan pronto como fuera posible. Una vez llegamos ahí, al no saber si sus amigos estaban bien, comenzó a conmoverse”.
Tres de los cuatro hijos de Fisher asistían a Franklin Regional Senior High School, dijo. Una de sus hijas se graduó el año pasado y ahora es estudiante de primer año en la Universidad Estatal de Kent.
“Ves cosas como esta todo el tiempo en las noticias, pero no conoces a las víctimas”, dijo. “Aquí, conocemos a muchas de las familias de los estudiantes heridos”.
En Murrysville Spa, Roseann Markoff lloró cuando escuchó lo que había ocurrido en la escuela a donde asisten sus sobrinos. Ella dijo que más adelante se enteró de que estaban bien.
“Es desgarrador”, dijo. “Es una linda comunidad. Las personas son muy amables y trabajadoras. Es muy triste para todos los involucrados. Algo ha desaparecido para siempre en la comunidad segura. Ves a estos chicos y sabes que los han lastimado y que probablemente van a llevar este dolor durante toda su vida”.