(CNN Español) – La visita del papa Francisco a Ecuador ha sido un motivo de celebración para los feligreses que han tenido la oportunidad de verlo y escucharlo en su tierra pero también para miles de ecuatorianos que residen en el exterior.
En Nueva York, a miles de kilómetros de distancia, numerosos ecuatorianos siguieron la visita a través de la televisión e internet desde el domingo.
“Es una alegría compartida. Es tan grande la alegría que llega acá. Con la misma intensidad, con la misma emoción, con la misma satisfacción”, aseguró el guayaquileño Óscar Delgado, mientras conversaba con algunos de sus compatriotas que realizaban trámites en el consulado de Ecuador en la congestionada avenida Roosevelt de Queens.
El martes, mientras Francisco oficiaba una multitudinaria misa en el Parque Bicentenario de Quito, Eunice Silva, una ecuatoriana residente en Nueva York, estaba almorzando en un restaurante típico de su país con dos amigas y siguiendo la transmisión por televisión. “Me hubiese encantado estar ahí, físicamente no estoy pero espiritualmente estoy unida allá”, aseguró mientras escuchaba las palabras del papa en su homilía.
Justo en ese momento el sumo pontífice hacia una exhortación a la unidad. “Es impensable que brille la unidad si la mundanidad espiritual nos hace estar en guerra entre nosotros”, dijo el papa.
Para algunos inmigrantes ecuatorianos residente en los vecindarios latinos de Queens, las palabras de Francisco han llegado en un momento en que su país necesita reconciliarse después de semanas en que varios sectores han protestado por leyes impulsadas por el Gobierno.
Según Arnaldo Santana, quien degustaba su almuerzo mientras escuchaba la misa papal, “es una puerta a la paz para que no haya ninguna discordia entre los ricos y los pobres; que haya unidad nacional; que toda la gente se una y sea un solo pueblo.
Al expresar su opinión sobre el mensaje del papa, Eunice Silva dijo que lo importante es “que cada palabra o el mensaje que el santo padre deje en nuestro pueblo llegue especialmente al corazón de nuestros gobernantes”.
Óscar Delgado, quien dedica sus días a ayudar a sus compatriotas que realizan gestiones ante el consulado ecuatoriano de Nueva York, confía en que la visita de Francisco a su país se traduzca en mejorías a nivel social, político y económico.
”Dios lo escogió para que ponga paz donde no hay paz, para que ponga unión donde hay desunión y para que los proyectos políticos puedan avanzar por un camino de diálogo, por un camino de corrección, por un camino de justicia”.
Sin embargo otros ecuatorianos que residen en Nueva York la restaron importancia a la visita a su país del primer papa latinoamericano.
“Lo respeto, lo admiro si porque se cosas buenas pero nada más”, dijo una mujer que se identificó como Mercedes y a quien parecía no interesarle lo que mostraba la televisión local de su país, amplificada en las pantallas de un restaurante ecuatoriano de la Avenida Roosevelt.
Al ser interrogada por CNN si para ella era indiferente que el papa fuera o no a su país, Maria respondió: “Oh si para mi es indiferente, yo no saco nada, mi relación es con Cristo, yo no saco nada siguiendo al papa en realidad”.
Aseguró que “mucha gente que está ahí, solo van pero nada más”.
“Lo verdaderamente importante es un cambio dentro de uno”, puntualizó Mercedes quien dijo pertenecer a una Iglesia evangélica.
Y aunque muchos ecuatorianos residentes en Nueva York están nostálgicos por no haberse encontrado en su país durante esta visita del papa creen que tendrán la gran oportunidad cuando el sumo pontífice viste a Nueva York en Septiembre con el fin de participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas.