(CNN) – En estos días se libra una batalla dentro de la campaña del senador por Florida, Marco Rubio, acerca de si debería permanecer en la contienda por la nominación republicana antes de las primarias en su estado natal el 15 de marzo, dicen algunas fuentes.
Rubio se muestra “optimista” en cuanto a sus posibilidades de ganar la primaria que es tan importante, a pesar de que algunos asesores son menos optimistas y creen que una derrota allí lo perjudicaría tanto a corto como a largo plazo.
Públicamente, la campaña sostiene que ellos siguen siendo parte de la contienda, y hacen alusión a una victoria el domingo en las primarias de Puerto Rico, donde Rubio ganó 23 delegados. Sin embargo, en privado, la campaña está teniendo un debate acerca de si debería permanecer en la contienda… incluso para las primarias de su estado natal en Florida.
“Él no quiere que lo maten en su estado natal”, dijo una fuente con conocimiento de las discusiones, y señaló que “un mal resultado ahí sería un riesgo y afectaría su futuro político”.
Alex Conant, el director de comunicaciones de Rubio, dijo que el informe de un debate interno de este tipo es “100% falso”.
“Eso es ficción”, le dijo a Wolf Blitzer de CNN en “The Situation Room”.
“Yo me encontraba en una reunión con personal de alto nivel, en la que planificábamos el programa para la próxima semana cuando de pronto vi que transmitían este informe y me apresuré a trasladarme para corregirlo”, añadió.
Conant señaló que Rubio parece estar acercándose a la ventaja de Donald Trump, el favorito por el Partido Republicano, en Florida.
Según una encuesta de Monmouth dada a conocer el lunes, Rubio va detrás de Trump, 38% a 30%. Una encuesta de Quinnipiac publicada hace dos semanas establecía que Rubio iba detrás de Trump por un margen más amplio: 44% a 28%.
La mayoría de los asesores del senador están de acuerdo en que él no tiene posibilidades de llevarse la nominación, y algunos le aconsejan que salga de la contienda antes de las primarias del 15 de marzo.
Algunas fuentes dentro de la campaña también dicen que la presión solo se seguirá acumulando luego de lo que se espera, no serán buenos resultados el martes, cuando los votantes en Michigan, Mississippi y Idaho hagan sus elecciones en las primarias del Partido Republicano.
“Decir que no vamos a tener un buen día es una sutileza”, dijo una fuente de la campaña.
Considerando los costos
Existen dos líneas de pensamiento dentro de la campaña: salirse antes de Florida y resistir.
Por un lado, algunos asesores advierten que si a Rubio no le va bien en su estado natal, esto podría afectar no solo su campaña presidencial, sino también su futuro político, por ejemplo si se postulara al cargo de gobernador en 2018 o la posibilidad de ser el candidato a vicepresidente.
“Cruz ganó en su estado natal. Si Rubio no puede ganar esto, eso será un problema”, dijo un partidario importante.
Sin embargo, otras personas dentro de la campaña instan a Rubio a permanecer en la contienda y predicen que los resultados serán mejor de lo esperado en Florida.
La victoria de Rubio para su escaño en el Senado en contra del gobernador hace que se sienta optimista respecto a que puede salir adelante desde atrás, dijo una fuente cercana a la campaña. El senador también cree que su experiencia en el estado se traduce en una mejor estrategia base e infraestructura que la de sus competidores.
Esta última línea de pensamiento parece estar ganando por el momento. Sin embargo, un martes con resultados particularmente malos podría cambiar esa forma de pensar, advirtió una fuente.
El juego del apoyo
Un posible factor x en la contienda de Florida es la posibilidad de que Jeb Bush, quien una vez fue su rival, lo apoye. Sin embargo, Rubio y Bush, el exgobernador de Florida, han hablado en tres ocasiones desde que Bush saliera de la contienda el mes pasado, y la campaña de Rubio no espera recibir el apoyo de su parte.
Rubio mencionó la posibilidad en las últimas dos conversaciones, dijeron las fuentes, pero sintió que Bush fue “impreciso en cuanto a su interés” y Rubio salió con la impresión de que Bush no lo apoyaría.
Quien también ha residido en Florida es un amigo y mentor de Rubio desde hace mucho tiempo, pero ambos se enfrentaron como oponentes durante las primarias del Partido Republicano. Muchos de los partidarios de Bush apoyaron a Rubio después de que el exgobernador saliera de la contienda, y otros que habían permanecido al margen pusieron su apoyo detrás de Rubio.
Sin embargo, no todos los partidarios de Bush se volvieron a Rubio, y se ha hablado de que existen resentimientos sobre la relación entre las dos campañas.
El papel de Romney
Otros conocedores políticos están pendientes de qué decidirá hacer el exgobernador de Massachusetts, Mitt Romney. El nominado del Partido Republicano en 2012 pronunció un discurso la semana pasada en el que vilipendiaba a Trump, pero no expresó su apoyo hacia ninguno de los rivales de Trump que aún quedan en la contienda.
Romney va a seguir con esa campaña en contra de Trump, dijo una fuente cercana al exgobernador, y aunque no ha lanzado una candidatura, está abierto a la posibilidad —por muy remota que sea— de ingresar a una convención abierta como la elección por consenso.
Fuentes con conocimiento de esto dicen que Romney no está trabajando con ninguna de las campañas rivales a Trump, pero parte de su resistencia a expresar su apoyo hacia alguno de ellos es dejar sus propias opciones abiertas.