(CNN) – Este fin de semana los Países Bajos prohibieron al máximo diplomático turco entrar en el país para hablar en una manifestación política.
Eso desencadenó tensiones diplomáticas, insultos y disturbios.
La cizaña estalló mientras los ciudadanos se preparaban para emitir sus votos que podrían alterar radicalmente el panorama político en ambos países. ¿Qué está pasando?
Mira estas 4 claves para entender por qué los países están chocando:
1. ¿Cómo comenzó la pelea?
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha intentado reunir a unos 4,6 millones de turcos expatriados que viven en Europa occidental para votar en un próximo referéndum constitucional turco.
Si se aprueba, el referéndum transformaría el sistema parlamentario de Turquía en uno presidencial, consolidando efectivamente el poder de tres cuerpos legislativos en una rama ejecutiva bajo Erdogan.
Alemania, Austria y Suiza trataron de impedir que se celebraran los mítines de referéndum en su territorio, por motivos de seguridad y de hacinamiento.
Este sábado, el ministro de Turquía de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu, intentó entrar en los Países Bajos para dirigirse a un mitin en la ciudad portuaria de Rotterdam.
Los holandeses prohibieron la entrada del diplomático, también señalando preocupaciones de seguridad. A otro ministro se le prohibió entrar al consulado turco en Rotterdam.
2. ¿Cómo reaccionaron los turcos?
Surgieron protestas en ambos países.
Cavusoglu prometió represalias “diez veces mayores” contra Holanda.
Según las noticias estatales turcas, las misiones diplomáticas holandesas en Ankara y Estambul habían sido cerradas debido a preocupaciones de seguridad. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía le dijo al embajador holandés, que está actualmente en licencia y fuera del país, que no necesita regresar “por un tiempo”.
Erdogan dijo que los Países Bajos “están sacrificando las relaciones turco-holandesas”. Acusó al país de nazismo y comparó a los Países Bajos con una “república bananera”.
También pidió sanciones.
“El nazismo sigue estando muy extendido en Europa”, dijo Edrogan.
El primer ministro de Holanda Mark Rutte dijo que las declaraciones eran inflamatorias y exigió una disculpa.
Los “actuales ataques retóricos” de Turquía contra los Países Bajos llevaron al primer ministro de Dinamarca, Lars Løkke Rasmussen, a posponer una reunión con su homólogo turco.
Este lunes, Turquía suspendió “relaciones diplomáticas de alto nivel” con Holanda
3. ¿Está la movida de los holandeses atada a intereses políticos nacionales?
La disputa surge a días de las elecciones generales en Países Bajos este miércoles, y la inmigración de personas de países musulmanes es un tema clave.
La campaña electoral ha enfrentado a dos líderes de partidos entre sí, el primer ministro liberal Mark Rutte y la figura populista de extrema derecha Geert Wilders. Como líder del Partido de la Libertad, Wilders quiere detener la inmigración de países musulmanes, cerrar mezquitas, prohibir la burka y encarcelar a los musulmanes radicales que no han cometido delitos de manera “preventiva”.
Rutte parece haberse empujado a la derecha para competir con Wilders, en una carta abierta que publicó en ener dijo que los inmigrantes que se adaptaran a los Países Bajos deberían “comportarse normalmente o irse”.
El periodista independiente David Chesal le dijo a CNN que el movimiento del gobierno holandés fue efectivamente “grandilocuencia en época de elecciones”.
“El primer ministro Rutte no podría permitir que una gran campaña turca ocurra en la ciudad de Rotterdam o en cualquier otro lugar de los Países Bajos”, dijo Chesal.
Por otro lado, dijo que Erdogan estaba tratando de mostrarles a los turcos que tenía el poder de influir en Europa.
“Así que claramente Erdogan está aprovechando todo esto para posicionar a Europa como un enemigo de Turquía para tratar de obtener el mayor apoyo posible para su referéndum por más poder político”, dijo Chesal a CNN.
4. ¿Cómo ven a Erdogan los gobiernos europeos?
Los gobiernos europeos han sido críticos del compromiso de Erdogan con las libertades básicas debido a un golpe de Estado fallido en 2016.
Desde entonces, Erdogan ha minado la oposición, sobre todo los periodistas, académicos y el sector de servicios públicos.
Además, cerca de 140 medios de comunicación han sido cerrados, más de 41.000 personas han sido arrestadas y cerca de 100.000 trabajadores han sido despedidos de puestos de servicio público.
El país, miembro de la OTAN, encarceló a más periodistas que cualquier otro país en 2016, según el Comité para la Protección de Periodistas.
Los críticos dicen que la propuesta del referéndum es antidemocrática y dicen que dice mucho de la inclinación de Erdogan hacia el gobierno autoritario.
La canciller de Alemania Angela Merkel advirtió la semana pasada que el enfoque de Turquía sobre la democracia y el estado de derecho es “profundamente problemático” para la futura cooperación del país con la Unión Europea.