Nota del editor: Camilo Egaña es el conductor de Camilo. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor.
(CNN Español) – Donald Trump es un experto… en hablar por boca de ganso: en repetir algo sin reparar en lo que oye o dice.
Hablar como los gansos, es no hablar. O hablar por hablar.
Una grabación obtenida por The Washington Post evidencia que Donald discutió con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sobre las relaciones comerciales bilaterales sin suficiente información. Y encima, se vanagloria de que no sabía de qué hablaba.
Donald dice: “No tenía ni idea” y parece resumir el encuentro en un par de frases frívolas: Trudeau es ”un buen chico” y “guapo”’.
De telón de fondo: la negociación del Tratado de Libre Comercio con Canadá y México y esa guerra comercial a la que Donald ha abocado a Estados Unidos y al mundo. Pero él, como si nada; ya saben ustedes que dicho con una alegría digna de mejor causa que las “guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar”.
Entre tanto, cada semana busco a Martín Caparrós en el New York Times. Caparrós es un antídoto que recomiendo ante tanta zafiedad. Con una claridad que ciega y maravilla, el escritor y periodista argentino ha definido esta semana en el Times lo que es la lucidez.
Y quiero compartirlo, porque nos viene bien a todos, incluso a los que admiran a Trump.
”Esta es la diferencia entre un intelectual y un político: el intelectual habla de sus dudas, el político de sus certezas”.
Mas claro, imposible. Y, además, sin grosería.