(CNN Español) – Llegar a una edad adulta y sobrepasar los 90 años o incluso los 100 años es visto como una competencia de un deporte extremo. Cada vez son más las noticias de personas que celebran los 100 años y quienes cumplen 90, llegan a los titulares por correr un kilómetro o escalar montañas o por alguna hazaña como pilotear un avión.
Sin embargo, los debates de la condición de avanzada edad no suelen examinar los costos reales asociados con la salud de los ancianos avanzados y sin embargo, los problemas de salud crónicos y la morbilidad múltiple son algunos de los problemas de salud más comunes dentro de los octogenarios y nonagenarios.
Las personas mayores de 80 años necesitan atención especial pues aunque el sistema de salud no ha ignorado sus enfermedades y morbilidades, sí han abandonado los esfuerzos y la asistencia social.
Aunque en todo el mundo las enfermedades que afectan a los más jóvenes y que pueden causar su muerte han disminuido, las condiciones degenerativas y que producen incapacidad permanecen prácticamente sin cambios, según un artículo de The Conversation.
Un ejemplo de esto se puede ver en las tasas de osteartritis —una enfermedad que incapacita, pero no mata— que han aumentado los últimos 25 años, pasando de 213,4 casos por cada 100.000 habitantes en 1990 a 232,1 casos por cada 100.000 habitantes en 2016. También pasa lo mismo con la enfermedad de Alzheimer, que ha crecido de una manera menos pronunciada, pasando de 460,9 casos por cada 100.000 habitantes en 1990, a 470,6 casos en 2016.
- Mira en este video: El reto de la tercera edad
En países como Dinamarca, una encuesta nacional a nonagenarios encontró que la mayoría de ellos tenía alguna discapacidad y que las mujeres estaban más afectadas que los hombres. Además, “alrededor del 10% de los octogenarios y más del 55% de los centenarios viven en hogares de ancianos, mientras que la dependencia aumentó de aproximadamente 30% en los octogenarios al 70% en los centenarios y la prevalencia de demencia aumentó de aproximadamente 7% en las personas de 80 años a 50% en los que tienen 100 o más”.
Y un estudio hecho en el Reino Unido en personas de más de 85 años, encontró que en promedio cada persona tenía cinco enfermedades, más de la mitad sufría de deterioro de la audición y otros sufrían de artrosis y presión arterial alta. Y menos del 5% le dijo a los investigadores que su salud era mala, es decir que la mayoría dijo que su salud estaba bien, lo que da a entender que en la tercera edad hay problemas que pasan fácilmente inadvertidos y para muchas de estas personas, la vida con una enfermedad a la que poco se le presta atención puede ser difícil.
Un estudio publicado 2014 en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos sugiere que “el dolor crónico en personas de 85 años o más es común” y afecta a la mayoría de personas de este grupo de edad.
“Las vidas envejecidas en silenciosa desesperación no son, por desgracia, raras, ni se viven en los términos heroicos del nonagenario maratoniano que da la noticia”, dice The Conversation, en un artículo de CNN, en el que hace un llamado de atención hacia un cuidado más eficiente de las enfermedades que aquejan a los ancianos y sus cuidados necesarios.
– Con información de The Conversation para CNN.