(CNN) – La policía antidisturbios empleó gases lacrimógenos contra los llamados manifestantes de chalecos amarillos en el centro de París que marcharon este sábado por las calles. Se trató del fin de semana consecutivo número de 23 de protestas.
La capital francesa fue el escenario del caos cuando la policía enfrentó a los manifestantes, quienes provocaron pequeños incendios. La policía también usó cañones de agua para dispersar a la multitud.
La oficina del fiscal de París dijo que 122 manifestantes de “chalecos amarillos” fueron puestos bajo custodia policial.
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Esta es la primera manifestación desde el devastador incendio esta semana en la catedral de Notre Dame. El Ministerio del Interior dijo que unas 9.600 personas se manifestaron en toda Francia, incluidas 6.700 en París.
Los manifestantes, quienes cantaron, gritaron y tocaron instrumentos musicales mientras marchaban, manifiestan contra la injusticia económica. Algunos dicen que los cientos de millones de dólares en donaciones para reconstruir Notre Dame son un signo evidente de las desigualdades en el país.
“Todo para Notre Dame, nada para los miserables”, se leía en un cartel que portaba un chaleco amarillo, refiriéndose a la novela “Los Miserables” del autor francés Victor Hugo.
“Todos somos catedrales”, se leía en otra pancarta.
El gobierno había advertido a los manifestantes que la policía usaría “todos los medios necesarios” para evitar que las manifestaciones se salgan de control.
Más de 60.000 policías fueron desplegados en toda Francia para lidiar con las protestas, dijo el ministro del Interior, Christophe Castaner.
Hubo protestas en otras ciudades, incluyendo Burdeos, Toulouse, Marsella y Lille, informa AFP. La policía también disparó gases lacrimógenos en la ciudad de Toulouse, donde miles de personas se manifestaban, según Reuters.
Las protestas de “gilets jaunes” o chalecos amarillos comenzaron como una campaña contra el aumento de los impuestos al gas, pero se han transformado en una manifestación más amplia contra el gobierno del presidente Emmanuel Macron.
Macron tenía programado un discurso televisado a la nación este lunes en el que iba a anunciar medidas para disipar los disturbios. En su lugar, habló sobre el incendio de Notre Dame.
Macron está listo para hacer su anuncio el jueves, según Reuters.
En su discurso de Año Nuevo, Macron se refirió al movimiento sin nombrarlo. Reconoció la ira contra la injusticia, pero dijo que el discurso de odio no sería tolerado y pidió a las personas que se respeten mutuamente. También se comprometió a aumentar el salario mínimo y desechar los nuevos impuestos a las pensiones para apaciguar a los manifestantes.
Barbara Wojazer y Saskya Vandoorne contribuyeron a este informe desde París.