(CNN Español) – Dos anclas de hierro, una de 3,68 metros de largo y otra de 2,6 metros, que reposaban desde hace unos cinco siglos en el fondo del mar, fueron halladas por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y se presume que podrían pertenecer a las embarcaciones del conquistador español Hernán Cortés, o por lo menos a la época de la Conquista.
Las características de las anclas las “vinculan al siglo XVI”, dijo el INAH en un comunicado, y su alineación podría ser clave para establecer su origen, pues dicen los expertos, al estar ubicadas en dirección al suroeste, podría indicar “que siguieron una dinámica portuaria en su colocación sobre el lecho marino”.
El descubrimiento llega cuando se cumplen 500 años del encuentro entre el conquistador español Hernán Cortés con el emperador azteca Moctezuma, un hecho que marcó el desarrollo del período conocido como la Conquista de México.
Cortés tenía 34 años cuando llegó a la Gran Tenochtitlán en 1519. Cortés encarnó, como pocos, el esplendor y la barbarie de esa conquista y al que México juzgó en diferentes momentos de su historia, primero, como el héroe libertador, y después, como un villano opresor. Mientras que España mantiene a Cortés entre los notables personajes de su historia, en México es raro encontrar quién recuerde donde está su tumba apenas marcada con una placa austera con tan solo su nombre y los años de su nacimiento y muerte.
- La Ciudad de México a 500 años del encuentro entre Cortés y Moctezuma
Por los hechos históricos de la conquista, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, envió en marzo de este año una carta al rey al rey de España Felipe VI “para que se haga un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios” por las “violaciones” durante esta época.
El gobierno de España expresó su rechazo al contenido de la misiva y dijo en un breve comunicado que “la llegada, hace 500 años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas”.
Las anclas fueron halladas en aguas de Villa Rica, en el litoral de Veracruz, que actualmente es un sitio de turismo, pero que hace 500 años fue el “escenario de uno de los encuentros culturales más importantes de la historia”, según el INAH.
Expertos dicen que es una etapa muy “preliminar” para establecer si estas anclas en realidad pertenecieron al conquistador español, pues luego de 1519 y hasta bien entrado el siglo XVI, “la Villa Rica de la Veracruz —el segundo ayuntamiento español de América continental— se convirtió en un puerto muy activo para la navegación”.
Una primera ancla fue descubierta en 2018 a 300 metros de donde se encontraron estas dos nuevas anclas, según el INAH. Investigadores han establecido que la madera del cepo del ancla pertenece “a un árbol de la cornisa cantábrica de España, que estuvo vivo en la segunda mitad del siglo XV”. Sin embargo, las anclas recientemente halladas, no conservaron su cepo de madera, pero tienen características típicas de las anclas del siglo XVI, según el INAH.
“No está claro si las tres anclas pertenecen a un mismo momento histórico, pero su alineación al suroeste coincide con la lógica de la Villa Rica como un puerto que protege a los barcos de los vientos del norte y el noroeste”, dijo Roberto Junco, titular de la Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH en un comunicado.
La importancia de este hallazgo radica en que, de comprobarse que pertenecieron a la época de la conquista y colonización, los objetos “serán símbolos de la colisión cultural que llevó a lo que hoy es Occidente, geopolítica y socialmente hablando”, dijo el arqueólogo Frederick Hanselmann, otro de los titulares del proyecto.
Los investigadores a cargo de esta tarea coinciden en que el conquistador “barrenó sus naves” (hizo agujeros en sus embarcaciones para que se hundiera) “para forzar a los miembros disidentes de su ejército, quienes buscaban regresar a Cuba, a marchar tierra adentro con rumbo a México-Tenochtitlan”, dice el INAH.
Arqueólogos subacuáticos del Instituto Nacional de Antropología e Historia trabajan en conjunto con especialistas extranjeros en la investigación de estos hallazgos.