(CNN Español) – A Manuel Bartlett Díaz, presidente de la Comisión Federal de Electricidad de México, lo acusaron de tener un conflicto de intereses y faltar a la veracidad en sus declaraciones públicas, pero esta semana, la Secretaría de la Función Pública (SFP) descartó cualquier tipo de mala conducta de la que se le acusaba tras una reciente investigación.
Bartlett Díaz ha estado en la mira de los mexicanos en medio de denuncias por supuestos hechos de corrupción en su cargo como titular de la CFE, que tanto él como el presidente López Obrador han negado.
¿De qué se le acusó?
Irma Eréndira Sandoval, titular de la secretaría de la Función Pública, dijo que esa dependencia recibió 33 denuncias contra Bartlett y que todas estaban basadas en dos investigaciones periodísticas que señalaron supuestas irregularidades en la declaración patrimonial del funcionario cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Bartlett ha rechazado los señalamientos.
Este viernes el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a quienes critican al director del CFE que demuestren que en efecto Bartlett ha incurrido en actos de corrupción.
“Entonces, ahora que están pasando por un mal momento, cualquier cosa: ‘Bartlett es igual, es lo mismo’. No, pruébenlo. Por lo que corresponde a nosotros, el señor es el director de la Comisión Federal de Electricidad. A ver, ahí ¿cuáles son las transas?, ¿los contratos entregados, como se hacía antes, por influencia?”, dijo AMLO a periodistas.
Una de las denuncias que atendió la SFP dice que Bartlett declaró una fortuna de más de 51 millones de pesos mexicanos (más de 2,6 millones de dólares al cambio actual) e ingresos anuales de 11 millones de pesos (unos 581.000 dólares). La SFP concluyó que Bartlett no tiene más inmuebles de lo que ha declarado “ni que su fortuna sea 16 veces más grande” de lo que dijo en su declaración patrimonial, como alegaba la denuncia, de intereses de 2018.
Sobre las acusaciones en su contra, el funcionario ha reiterado que lo que ha declarado ante las autoridades es lo que posee y que sus actuaciones son apegadas a la ley.
“Lo que he declarado ante al autoridad es lo poseo ni un peso más, ni un peso menos”, dijo en septiembre, cuando se conocieron las denuncias.
Este viernes, en su conferencia de prensa matutina, al referirse al tema de Bartlett, AMLO dijo que si hay una denuncia de corrupción en contra de los funcionarios de su gobierno, “no sólo se va a su casa, se va a la cárcel para que se entienda bien”.
Sacando un pañuelo blanco de su bolsillo y mostrándolo a los asistentes, AMLO agregó: “Miren, ahora sí traigo pañuelo blanco -no les gusta a mis adversarios- pañuelito blanco, no hay corrupción arriba. Me atrevo a decirlo, a sostenerlo y quiero que me tapen la boca, a ver. Entonces, no somos iguales”.
Su fortuna ‘no tiene injerencia con la de su pareja ni sus hijos’
Otra de las denuncias que investigó la SFP contra el funcionario es que a través de empresas familiares y “presuntos prestanombres” se hizo a un “imperio inmobiliario” por más de 42 millones de dólares.
El ente de control dijo que no, pues tras la investigación se estableció que Bartlett Díaz es titular de 5 inmuebles que ha declarado y cuyo valor de compra asciende a poco más de 432.000 dólares, dice el documento de la SFP.
Además, la investigación estableció que el funcionario público “no tiene injerencia como propietario” de los inmuebles ni de sus hijos ni de su pareja, “por lo que sería falsa la afirmación de que el servidor público acumula un patrimonio de 800 millones de pesos en inmuebles”, dice el informe.
Bartlett Díaz reiteró su pareja, Julia Abdala Lemus, “ha construido su patrimonio por méritos propios” desde “sus actividades económicas legitimas y de negocios”.
Del corazón del PRI a funcionario de AMLO
Manuel Bartlett Díaz (Puebla, 1936) es un político de larga data que ha recorrido varios puestos en la función pública mexicana, pasando por los gobiernos priistas de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) y Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). También fue gobernador de Puebla entre 1993 y 1999, y llegó al Senado de México en el año 2000, también por el PRI.
Tras años de estar vinculado al PRI, en 2006 se distanció del Partido Revolucionario Institucional y “de manera tácita”, según reportó la prensa local en ese entonces, pidió a los priístas dar su “voto útil” para las elecciones presidenciales al candidato del Partido de la Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador..
“El verdadero peligro para México es que gane la Presidencia de la República la derecha yunquista del PAN”, dijo en ese entonces Bartlett Díaz, haciendo referencia al candidato del Partido de Acción Nacional, Felipe Calderón, que resultó elegido en esa elección.
Después de perder las elecciones presidenciales en 2006, López Obrador ha calificado los resultados como un fraude.
En aquel entonces, AMLO se hacía llamar “el presidente legítimo de México”, y sus partidarios protestaron en todo el país. En la Ciudad de México, organizaron sentadas y bloqueos. y pasó semanas acampando en protesta con miles de simpatizantes en la Ciudad de México. Se alejó de muchos mexicanos y volvió a perder por un margen más amplio en 2012.
En 2012, Bartlett Díaz fue elegido Senador por el Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, cargo en el que estuvo hasta julio de 2018, cuando el electo presidente Andrés Manuel López Obrador lo nombró director general de la Comisión Federal de Electricidad.
Le recuerdan la llamada “La caída del sistema” en las elecciones de 1988
Cuando AMLO propuso a Bartlett Díaz como director de la CFE, muchos salieron a criticar esta nominación debido al historial político del funcionario.
Más allá de haber militado por muchos años en el PRI, a Bartlett Díaz le recuerdan la famosa “caída del sistema” en 1988, cuando él se desempeñaba como secretario de Gobernación.
Las presidenciales de ese año eran entre el candidato del PRI Carlos Salinas de Gortari y Cuauhtémoc Cárdenas, del Partido de la Revolución Democrática. Ese año era la primera vez que se implementaba en el país los resultados preliminares, y para ese momento los resultados de los distritos electorales eran informados vía telefónica a la Comisión Federal Electoral, relata Expansión México.
Entonces cuando el candidato Cuauhtémoc Cárdenas tenía la delantera, Bartlett Díaz, dijo que se habían presentado “dificultades en la recepción de la información” y por ello, no podían entregarse los resultados electorales inmediatamente. La frase “caída del sistema” fue acuñada por el político del PAN Diego Fernández de Cevallos, según le dijo Bartlett a Expansión.
“Esa frase de que ‘se cayó el sistema’ ni siquiera se usó esa noche. No se usó. El problema que se causó ese día de la elección —muy tenso— el problema fue que Salinas (de Gortari) mandó a Jorge De la Vega, (entonces director del PRI), que había ganado a las 11, 12 de la noche… sin que hubiera elementos para demostrarlo”, relató a Expansión.
“El escándalo que se causó ese día no fue esa frase de la caída del sistema, que no tenía la menor importancia. Todos sabían que lo que se estaba computando en las casillas y después en los comités distritales. De manera que el reclamo y la insurrección de los partidos de oposición fue reclamar por qué se estaba declarando ganador Salinas a esas horas”, recordó.
Dijo Bartlett que las críticas recayeron en la Comisión Federal Electoral de Gobernación, que él representaba, y no en el Colegio Electoral que era la que tenía que sumar y computar las actas.
Carlos Salinas de Gortari fue elegido presidente en esa elección.
Bartlett Díaz ha negado en varias oportunidades su participación en un supuesto fraude electoral y dijo que presentó una demanda “por señalamientos que me hacía de que yo había hecho el gran fraude en esa elección”. Sobre el caso escribió el libro La caída del sistema, un caso de estudio judicial.
Bartlett Díaz dijo en septiembre de 2019, cuando ya era director de la CFE, que tiene la conciencia tranquila por este caso.
También ha dicho que su desempeño como funcionario público ha sido transparente.
“He estado al servicio de México durante muchos años y estoy muy orgulloso de mi desempeño, y mi honorabilidad está por encima de cualquier manejo publicitario o de cualquier campaña, porque son muchos años en los que he estado bajo el escrutinio público”.