Nota del editor: Camilo Egaña es el conductor de Camilo. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor.
(CNN Español) – Una verdad de Perogrullo. Quien retuitea está, de alguna manera, reafirmando o apoyando lo que se dice.
Donald Trump ha retuiteado un mensaje en el que se pide el despido del doctor Anthony Fauci, el principal experto de enfermedades infecciosas en Estados Unidos.
Fauci es un hombrecillo sabio y paciente que ha trabajado con presidentes republicanos y demócratas.
El republicano George W. Bush le otorgo la Medalla de la Libertad en 2008.
Fauci hace verdaderos malabares para enfrentar la pandemia desde una Casa Blanca que parece improvisar cada dos por tres.
Y a la vera de un presidente que se atreve a quitarle la palabra ante el país y el mundo, para ponderar él sobre las bondades de un medicamento que no es precisamente, la panacea.
Fauci ha sido sumamente delicado a la hora de aclarar lo que dice Trump, le contradice sin caer jamás en la beligerancia.
Pero le dijo a CNN, con todas sus letras, que se podían haber salvado más vidas si el país se hubiese tomado más en serio la pandemia y si las medidas de prevención se hubiesen dictado en febrero y no en marzo.
Y reiteró que el regreso a la normalidad tiene que ser hecho con mucha cautela. El presidente la quiere cuanto antes.
Un hombre que se atreve a tanto, no puede ser aceptado en la corte sin recelo.
Algunos dicen que ya se escucha el ruido de sables. Pero la Casa Banca dice que Fauci no será despedido.
Un agitador radiofónico, famoso por sus diatribas contra los inmigrantes, los homosexuales, los negros y los demócratas y a quien Trump le otorgó la Medalla de la Libertad en medio del estupor de medio país, ha dicho que Fauci es “un simpatizante de Clinton”.
Si así fuere, fine, no problem… en una democracia, eso apenas, es una opción electoral.
Shakespeare, dejó dicho en El rey Lear que “Es en tiempos de la peste cuando los locos lideran a los ciegos”.