CNNE 861703 - la otra gran pandemia- el hambre
El hambre, la otra gran pandemia que enfrenta el mundo por el covid-19
02:34 - Fuente: CNN

(CNN) – Cuando Lauren Bell perdió su trabajo bien remunerado debido a la pandemia de coronavirus, se encontró en una posición en la que nunca pensó que estaría.

Las tiendas de todo a un dólar son el único lugar con comida donde esta madre soltera de dos hijos de Lake Worth, Florida, puede comprar. Eso en los días buenos.

Los días malos son cuando le hace tanta falta el dinero que no tiene más remedio que robar artículos.

“Ha habido muchas veces en las que tuve que robar comida, sin importar lo mal que suene, solo para asegurarme de que mis hijos puedan comer”, dijo Bell, de 23 años, a CNN. “A veces no hay nada más que pueda hacer”, explicó.

Bell es práctica y abierta cuando habla sobre el hambre. Porque es su realidad.

Y es la realidad de millones de familias con niños en todo el país en esta era pandémica.

Inseguridad alimentaria en Estados Unidos

En este momento, una de cada tres familias con niños en Estados Unidos está experimentando inseguridad alimentaria. Eso es el doble de la tasa desde 2018, según un nuevo análisis de The Hamilton Project, una iniciativa de política económica que ofrece propuestas y opciones de políticas.

También es un valor más alto que los niveles de penuria alimentaria que vivieron los niños en el pico de la Gran Recesión.

“La inseguridad alimentaria significa que las familias no tienen suficiente comida para tener un estilo de vida activo y saludable, pero más importante todavía, significa que no tienen suficientes recursos para salir y comprar más”, dijo Lauren Bauer, miembro de The Hamilton Project, a CNN.

“Si bien la inseguridad alimentaria siempre aumenta cuando hay una recesión económica, lo que es sorprendente en esta ocasión es que está afectando de manera desproporcionada a las familias con niños y los propios niños”, explicó.

Los niños de los hogares de bajos ingresos son los más afectados por los efectos de la pandemia en la inseguridad alimentaria. Esto sucede porque antes dependían de la escuela para que les diera dos comidas al día.

Muchas escuelas de todo el país han vuelto a funcionar, pero de forma remota.

“Estas familias están estresadas y le corresponde al Congreso enfocarse en estas familias mientras continúan viendo la próxima ronda de asistencia relacionada con el covid”, dijo Bauer.

Las comidas de la escuela no son suficiente, dicen los padres

Erin Bailey, otra madre soltera de cuatro niños en Florida, perdió su trabajo debido a la pandemia y ha dependido del puesto de limonada de sus hijos y su campaña en GoFundMe para llegar a fin de mes.

Con meses atrasados en el pago del alquiler y las facturas, Bailey dijo que el gobierno y los funcionarios locales han hecho poco para brindar apoyo a familias como la suya.

Erin Bailey y sus cuatro hijos dependen de un puesto de limonada para ganar dinero para la comida.

El programa Pandemic-EBT, que proporciona a las familias de bajos ingresos dinero para reemplazar las comidas gratuitas o de precio reducido que sus hijos hubieran recibido en la escuela, finaliza el 30 de septiembre. Esto a menos que los legisladores lo extiendan. Sin embargo, muchas familias, incluida la de Bailey, dicen que necesitan más que eso para poner comida sobre la mesa.

“Los cupones de alimentos no son suficientes. Nos quedamos sin ellos tan rápido”, dijo Bailey a CNN. “Incluso las comidas que recibían de la escuela no eran suficientes para mantener a ningún niño alimentado. Por lo general, es un bollo y una rebanada de carne y queso, tal vez una caja de pasas. Es genial, pero no es suficiente para mantener a mis hijos llenos”, explica.

Algunos niños ni siquiera califican para recibir la asistencia

Para Bell, cada intento de obtener ayuda ha sido rechazado. Los niños menores de 5 años que no estaban en la escuela no recibieron ninguna asistencia alimentaria del programa Pandemic-EBT. Esto significa que sus hijas de 8 meses y 2 años no calificaron.

“Me negaron el programa EBT porque mis hijos no estaban en la escuela, solo en la guardería”, dijo Bell. “Solo recibí WIC y el único cheque de estímulo. Mi solicitud de desempleo ha estado pendiente durante meses. Nuestras vidas no son más que estrés”, dice.

Ambas madres cuentan que han recurrido a saltarse las comidas diarias para asegurarse de que sus hijos siempre estén alimentados. Bell, quien fue despedida de un trabajo de ingreso de datos, perdió casi nueve kilos en los últimos dos meses por su dieta irregular.

Los fideos ramen, los huevos, la leche y la pasta simple se han convertido en los alimentos básicos de las dos familias. Las proteínas como la carne de res, el pescado y el pollo se han convertido en lujos que ninguna familia puede permitirse.

“Se siente como si nosotros, los padres solteros, estuviéramos en un barco que se hunde sin botes salvavidas, y no podemos hacer nada más que aferrarnos a algo mientras el barco se hunde”, dijo Bailey. “Te hace sentir más que indefenso cuando todo lo que intentaste y toda la ayuda que trataste de conseguir terminaron sin darte nada”, contó.