(CNN) –– El diagnóstico del presidente Donald Trump por coronavirus es un sorprendente giro en medio de un año turbulento y lanza las elecciones al caos… Justo cuando apenas faltan 32 días para la votación del 3 de noviembre. Además, plantea la grave posibilidad de más crisis en Estados Unidos por gobernanza y seguridad nacional, en un momento que ya es de por sí riesgoso.
La preocupación más inmediata es la salud del mismo Trump: al ser un hombre de 74 años con sobrepeso, tiene un riesgo elevado de complicaciones por el virus. Además, está sobre la mesa que la primera dama Melania Trump también resultó positiva.
Pero, inevitablemente, la atención sobre el diagnósticos de coronavirus de Trump antes de las elecciones centrará en la arrogancia de un presidente que se burló del uso de máscaras y del distanciamiento social. Un mandatario que también ignoró y minimizó el virus, al tiempo que buscaba el desastre con mitines de campaña abarrotados. Sin mencionar que ridiculizó a su oponente, el candidato demócrata Joe Biden, por tomar precauciones prudentes. Incluso, Trump llegó a decir recientemente que la emergencia estaba cerca de terminar.
La amenaza que implica el resultado de coronavirus de Trump en tiempos de elecciones
A pesar de todo, incluso en medio de las amargas guerras culturales en el país ––que Trump avivó más que nadie––, figuras políticas destacadas le desearán lo mejor. También sus rivales en el país. Tener un presidente bajo peligro médico es una situación que requiere de humanidad.
La amenaza más grave que se ha conocido en décadas para la salud de un comandante en jefe necesita, adicionalmente, de unidad. Justamente, porque esto puede afectar la seguridad del país mismo si los enemigos de EE.UU. buscan sacar ventaja e indagar sobre un posible vacío de liderazgo.
A eso se suma una economía ya debilitada que enfrenta presión adicional. Los futuros de acciones cayeron 400 puntos cuando se conoció la noticia de que el presidente resultó positivo a coronavirus. Lo que sucedió luego de que se confirmara el mismo diagnóstico de covid-19 para Hope Hicks, una de sus asistentes más cercanas.
En declaraciones virtuales para la cena de Al Smith este jueves, Trump ––quien había dicho que un “milagro” barrerá el virus–– sostuvo: “Solo quiero decir que el fin de la pandemia está a la vista”.
Agitación electoral
Sin embargo, el diagnóstico de coronavirus de Trump subraya cómo un patógeno virulento se aprovecha de cualquier falla en la vigilancia y está en todas partes. Más cuando la emergencia se profundiza antes de una caída esperada, después de que se registraran otras 857 muertes en Estados Unidos este jueves.
También provoca otro serio desafío nacional en una temporada de tragedia y agitación política y social. Un momento que abarca la pandemia, la consecuente crisis económica y un malestar racial generacional. También preocupaciones por la democracia estadounidense después de que Trump no garantizara una transferencia pacífica del poder.
Una pregunta crítica es qué sucede ahora en las elecciones por el resultado de coronavirus de Trump, cuando solo falta un mes . El presidente no tendrá más remedio que retirarse de la campaña electoral durante un período prolongado. El presidente tiene síntomas leves del virus, según le dijo a CNN un funcionario de la Casa Blanca. De acuerdo a personas que interactuaron con Trump este jueves, él parecía cansado, pero no presentaba síntomas importantes. Incluso si él y la primera dama no resultan gravemente afectados, la recomendación médica sugiere que deben aislarse durante al menos 10 días después de que aparezcan los síntomas. Es casi la mitad del tiempo que queda en la contienda presidencial.
El resultado positivo de Trump por coronavirus también es un desastre político para su campaña. ¿La razón? Está rezagado con respecto a Biden en muchos estados indecisos. Y ya parecía necesitar un punto de inflexión a su favor para recuperar esa diferencia en el tiempo limitado que queda.
Un momento delicado para Biden
El próximo debate presidencial ––después de la actuación llena de rabietas de Trump la semana pasada–– está especialmente en duda. El evento está programado para el 15 de octubre en Miami. Aunque el vicepresidente Mike Pence dio negativo por el virus este viernes, ha estado en contacto con los principales asesores del presidente y con Trump mismo en una Casa Blanca que ahora es un foco de coronavirus. Por lo que también debe haber dudas sobre si su debate con la candidata demócrata a la vicepresidencia, Kamala Harris, se realizará según lo planeado este miércoles.
La impactante noticia sobre el diagnóstico de Trump por coronavirus antes de las elecciones––que comunicó en un tuit durante la madrugada–– también tiene consecuencias para Biden. Justamente, significa que el candidato, otro hombre mayor vulnerable a las complicaciones del covid-19, probablemente tendría que hacerse la prueba de coronavirus, el cual puede propagarse a través de gotas en el aire. Biden estuvo al frente de Trump en un escenario interior el martes pasado durante 90 minutos, mientras el presidente gritaba y respiraba.
La imagen del séquito Trump que se quitó ostentosamente las máscaras en la audiencia antes del debate es ahora especialmente resonante.
Y Ronna McDaniel, alta funcionario republicana y presidenta del Comité Nacional Republicano, dio positivo por coronavirus, según le dijo a CNN un funcionario.
El diagnóstico del presidente crea un momento delicado para Biden. El candidato demócrata debe encontrar el tono adecuado en los próximos días. Y también decidir si reducir sus propios compromisos de campaña en deferencia a la condición del presidente.
Lo que puede venir para las elecciones tras diagnóstico de coronavirus de Trump
Biden deseó al presidente y a la primera dama este viernes “una pronta recuperación”, en un tuit.
A menos que esté incapacitado, Trump todavía podrá usar su cuenta de Twitter para mantener sus ridiculeces cada vez más desesperadas en el centro de atención de los estadounidenses. Probablemente tendrá una línea abierta para los medios conservadores durante su aislamiento.
Bajo tales circunstancias, Biden puede estar poco dispuesto a reducir su propia visibilidad. Sobre todo, después de una campaña en la que pasó largos períodos de aislamiento en casa y participando en eventos virtuales. Sin embargo, como el candidato que va a la cabeza a medida que más estados votan anticipadamente puede acumular alguna ventaja política. Justamente, en medio de una campaña congelada dada la incapacidad del presidente para salir de Washington. La condición de Trump ahora también parece influir en el argumento de Biden de que el presidente ha sido criminalmente negligente frente la pandemia todo el año.
También puede haber dudas sobre el momento en que los republicanos del Senado hagan un esfuerzo veloz por confirmar a Amy Coney Barrett para la Corte Suprema. Ella es la tercera elección que hace Trump para el alto tribunal. La jueza se encontraba con el presidente y otros el sábado pasado en la Casa Blanca, donde pocos usaron máscaras. Y es posible que tenga que tomar medidas de aislamiento si se siguen los protocolos médicos adecuados.
Continuidad del poder
Ahora parece probable que el Ala Oeste tenga que cerrarse por completo y que se deban tomar precauciones de continuidad del poder. Esto para proteger a Pence, quien también puede haber estado expuesto.
En un aparente intento por proyectar una sensación de calma, el médico del presidente, comandante de la Marina Dr. Sean Conley, emitió un memorando al respecto.
“Tengan la seguridad de que espero que el presidente continúe desempeñando sus funciones sin interrupciones mientras se recupera. Y los mantendré informados sobre cualquier nuevo desarrollo”, escribió.
También habrá un refuerzo en la transparencia y honestidad de una Casa Blanca que ha destrozado la verdad durante casi cuatro años. Los funcionarios no han entregado la visibilidad tradicional sobre los aspectos específicos de la salud del presidente. Todavía hay misterio, por ejemplo, sobre el viaje no programado de Trump al hospital Walter Reed en noviembre de 2019. Según un libro publicado recientemente por el reportero de The New York Times Michael Schmidt, Pence fue puesto en espera para asumir poderes presidenciales temporales en caso de que Trump tuviera que ser anestesiado. El presidente sumó a la intriga con una afirmación espontánea de que no había sufrido una “serie de mini accidentes cerebrovasculares”.
A medida que pasan los días, especialmente si el presidente no desarrolla complicaciones graves por el covid-19, habrá una creciente discusión sobre su imprudencia en medio de una crisis que ha cobrado la vida de más de 200.000 estadounidenses. Su conducta no solo lo puso en peligro a sí mismo y a quienes lo rodeaban. Está causando revuelo en torno a las elecciones presidenciales, el símbolo más importante de la democracia del país. Trump ahora es el tercero de un grupo de líderes mundiales que se mostraron arrogantes sobre el virus, aparentemente por razones políticas, que se contagia.
Líderes envían apoyo a Trump tras conocerse resultado de coronavirus
Tanto el primer ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, como el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, padecieron la enfermedad. Johnson pasó un tiempo luchando por su vida en un hospital de Londres cuando desarrolló problemas respiratorios graves y tuvo un período prolongado de convalecencia.
La extrema negligencia de Trump y sus colaboradores cercanos permitió que el presidente compartiera su helicóptero Marine One con otros. (Hicks probablemente era contagiosa mientras viajaba con él el miércoles). Lo que muestra, un desprecio por el destino del gobierno y la idea de que sea competente. Además, está en consonancia con la forma caótica en la que Trump ha dirigido su Casa Blanca desde el principio. La insistencia del mandatario en casi ignorar el peligro del virus, y luego infectarse, es la ocasión más flagrante en la que ha antepuesto sus propias aspiraciones políticas. Esto sobre los deberes que tiene en su cargo, la conducción segura de las elecciones y el liderazgo del país como presidente de Estados Unidos.
Líderes internacionales enviaron inmediatamente este jueves apoyo al presidente.
“Envío todos mis mejores deseos a Donald y Melania Trump. Espero que superen la infección de #corona y pronto estén completamente sanos de nuevo”, tuiteó la canciller de Alemania, Angela Merkel, quien se ha enfrentado con frecuencia con Trump. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que él y su esposa Sara estaban pensando en los Trump. Y el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que “ciertamente le deseamos al presidente Trump una pronta recuperación”.