(CNN Español) – Efren Berrones tomó su equipaje y reservó un vuelo de más de 6.400 km a su casa en Houston por temor a que su madre fuera muy vulnerable al covid-19 y estuviera sola.
En los últimos siete meses, Berrones, estudiante de segundo año en la Hawaii Pacific University, dejó la facultad por un semestre para quedarse con su madre, quien tiene varias enfermedades autoinmunes. Sin trabajo, agotó sus ahorros. Y luego consideró renunciar a la universidad cuando se enteró de que le recortarían parcialmente su beca completa.
“Se me cruzó por la mente el pensamiento con todo esto sucediendo porque empecé a pensar ‘¿cómo la voy a pagar?’”, dijo el joven de 20 años.
El costo de la matrícula universitaria en Estados Unidos ha estado en declive durante años. Sin embargo, en las últimas dos décadas más estudiantes latinos como Berrones han asistido a la universidad. Ahora, la pandemia de coronavirus obliga a muchos de ellos a decidir entre quedarse en la facultad y trabajar para ayudar a sus familias a sobrevivir a la recesión económica causada por el covid-19.
Históricamente, la matriculación universitaria entre los estudiantes blancos no latinos ha sido más alta que la de cualquier otro grupo demográfico en Estados Unidos. No obstante, los estudiantes latinos han logrado grandes avances en parte porque son los más jóvenes de los grupos raciales y étnicos más grandes del país.
De 2000 a 2018, la cantidad de estudiantes latinos aumentó de 1,4 millones a 3,4 millones. Se trata del mayor crecimiento entre todos los grupos raciales y étnicos, según el Centro Nacional de Estadísticas Educativas.
La pandemia amenaza el progreso de los estudiantes latinos
Desde que comenzó la pandemia de coronavirus, las comunidades latinas han recibido un golpe duro debido a sus empleos como trabajadores esenciales y las condiciones de vida multigeneracionales. Los latinos, como las personas negras, tienen más probabilidades de ser hospitalizados por covid-19 y están muriendo a tasas desproporcionadas, según muestran los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
La pandemia también amenaza el progreso que los latinos lograron en la educación superior.
La mayoría de las instituciones en todo el país han experimentado una caída en la matriculación en los últimos meses. La matrícula de licenciaturas se desplomó 4,4% en comparación con el año pasado, según los resultados preliminares de un análisis del Centro de Investigación del Cámara de Compensación Nacional de Estudiantes (NSCRC, por sus siglas en inglés). Este centro recopila datos de aproximadamente el 97% de todas las instituciones de educación superior del país.
Los estudiantes latinos de licenciatura fueron el único grupo racial y étnico que creció el otoño pasado. Sin embargo, esa tendencia parece haberse revertido. El grupo experimentó una disminución del 5,4% en la inscripción este otoño, luego de registrar un aumento del 1,4% el año pasado, informó el centro de investigación.
Entre los estados con al menos 5.000 estudiantes latinos en los niveles de licenciatura y posgrado, la inscripción cayó en porcentajes más altos en varios estados del Medio Oeste. Solo California, Texas y Washington parecen haber registrado un aumento, muestran los datos preliminares del NSCRC.
Los estudiantes latinos están tomando decisiones difíciles para ayudar a sus familias
La pandemia ha puesto en peligro el futuro de muchos estudiantes universitarios de primera generación prometedores, empujándolos a tomar decisiones difíciles.
Israel Demandel, de 18 años, era el capitán del equipo de robótica y estaba en camino a convertirse en el mejor alumno de este año en la Escuela de Excelencia Harmony en Laredo, Texas, cuando el covid-19 fue declarado pandemia. Semanas después, fue admitido con una beca completa en la Universidad de Yale.
“Sabía que ser aceptado era algo realmente bueno, pero no sabía qué significaría debido al coronavirus”, dijo Demandel. Su objetivo es seguir una carrera en Ingeniería Biomédica.
‘Mi familia me necesitaba en ese momento’
A medida que pasaban los meses, Demandel y su madre no estaban seguros de cómo sería su primer año en la universidad. Pero eso no les impidió soñar con caminar juntos en el campus de Yale, especialmente porque ella nunca había viajado fuera de Texas.
“Para mí, mostrarle Connecticut y Yale es una manera de compartir mi viaje y también de retribuirle todos sus años de ayudarme en la escuela secundaria, proporcionarme un techo y poner comida en la mesa”, dijo.
Cuando Yale anunció que daría la bienvenida a algunos estudiantes a vivir en el campus en otoño, fue un momento agridulce para Demandel. Su madre acababa de perder su trabajo de cajera en una tienda de comestibles.
“Sabía que no me iba a sentir cómodo yendo a Yale y dejando a mi familia sin ningún tipo de apoyo financiero”, dijo Demandel.
Demandel optó por inscribirse en los cursos virtuales.
“Tuve que aguantarme cualquier aspiración o esperanza que tuviera de estar en el campus y enfrentar el hecho de que mi familia me necesitaba en ese momento”, agregó.
En los últimos meses, Demandel tomó sus primeros cursos universitarios a través de Zoom. Mientras tanto, su madre encontró otro trabajo. Ahora está planeando mudarse a Connecticut a principios del próximo año con la tranquilidad de que su familia estará bien.
Las universidades comunitarias se ven muy afectadas
Algunos latinos asisten a universidades comunitarias para evitar el costo enorme de las universidades tradicionales de carreras de cuatro años. Sin embargo, la pandemia hace que sea más difícil ingresar al sistema de educación superior de esa manera.
Deborah Santiago, cofundadora y directora ejecutiva de Excelencia in Education, una organización nacional que busca acelerar el éxito de los estudiantes latinos en la educación superior, dice que es más probable que los colegios comunitarios inscriban a estudiantes que son económicamente vulnerables y necesitan trabajar mientras están inscritos.
“El balance que se hace a veces es ¿voy a la facultad o trabajo y apoyo a mi familia? ¿Estoy pagando la matrícula o estoy aportando recursos para que podamos comer y atender las necesidades básicas?”, dijo Santiago.
El impacto de la pandemia en los jóvenes latinos
Cuando la pandemia empezó a impactar al país a mediados de marzo, más de la mitad de los latinos de entre 18 y 29 años dijeron que se veían afectados por recortes o pérdidas de empleo, según el Centro de Investigación Pew.
Casi dos tercios de los estudiantes latinos dijeron en los primeros meses de la pandemia que lidiaban con inseguridades relacionadas con sus necesidades más básicas. Esto incluía la comida y la vivienda, según una encuesta realizada por el Hope Center for College, Community and Justice de la Universidad de Temple, un grupo de investigación enfocado en las necesidades de los estudiantes universitarios.
Este otoño, Miami Dade College, una de las instituciones que otorga más títulos de asociado a estudiantes latinos en el país, experimentó una disminución drástica en las inscripciones, la más pronunciada en sus 60 años de historia. La matrícula de otoño ha bajado casi un 12% entre los estudiantes latinos y negros, dijo la facultad.
La universidad encuestó a 2.465 estudiantes de secundaria que aplicaron y a estudiantes de la institución que tomaron cursos en los tres periodos anteriores pero no se registraron para el semestre de otoño. Algunos estudiantes indicaron que decidieron no registrarse debido a preocupaciones sobre la experiencia de aprendizaje virtual. También manifestaron preocupaciones sobre su salud y seguridad por el covid-19. Otros dijeron que asistían a otra institución.
Juan C. Mendieta, portavoz del Miami Dade College, dijo en un comunicado a CNN que la situación es preocupante. Sin embargo, aseguró que los administradores de la universidad son optimistas.
“Este es un desafío nacional, especialmente en las universidades comunitarias, donde la población estudiantil vulnerable se está tambaleando por la pandemia con muchos en modo de supervivencia y con su educación en un segundo plano, mientras se se preocupan por sus empleos, finanzas, vivienda y familias”, dijo Mendieta.
Las instituciones enfrentan distintos desafíos
No todas las instituciones enfrentan los mismos desafíos. Los campus del sistema de la Universidad Estatal de California y la Universidad de Texas Valle del Río Grande (UTRGV, por sus siglas en inglés) registraron un aumento en la inscripción de hispanos.
UTRGV, que presta servicios en una de las áreas más pobres del país, registró su matrícula más alta de otoño desde que se fundó en 2013 con 32.618 estudiantes. También tuvo un aumento en su tasa de retención del primer año, según datos publicados por la universidad.
El presidente Guy Bailey dijo que la universidad ofreció paquetes de ayuda financiera que incluían hasta US$ 1.000 para cubrir la matrícula. También aumentó la cantidad de trabajos en el campus para los estudiantes. Lo hicieron sabiendo que “la gran mayoría de nuestros estudiantes trabajan y muchos de ellos perderían sus trabajos”, dijo Bailey.
“Una de las cosas que no queríamos que hicieran nuestros estudiantes era que se retiraran temporalmente, porque una vez que los estudiantes se retiran temporalmente, a menudo se quedan afuera. Y es muy difícil volver a entrar”, dijo Bailey a CNN.
Esperanzas de poder avanzar
Berrones, quien no se inscribió en la facultad para el semestre de otoño para quedarse con su madre, lo sabe. En unas semanas viajará a Hawai para prepararse para el semestre de primavera. Espera poder encontrar un trabajo que complemente sus gastos después de que redujeran su beca debido a la crisis económica vinculada a la pandemia.
“Me voy a Hawai sin que me quede mucho dinero”, dijo. “Pero voy a ir allí y va a funcionar porque tengo que obtener este título”, agregó.