Nota del editor: Pedro Brieger es un periodista y sociólogo argentino, autor de varios libros y colaborador en publicaciones sobre temas internacionales. Actualmente se desempeña como director de Nodal, un portal dedicado a noticias de América Latina y el Caribe. También es columnista de televisión en C5N de Argentina y en el programa “En la frontera” de PúblicoTV (España), y en la radio argentina en Radio10, La Red, La Tribu y LT9-Santa Fe. A lo largo de su trayectoria, Brieger ha recibido importantes premios por su labor informativa en la radio y la televisión de Argentina. Las opiniones aquí expresadas son exclusivas del autor. Ver más artículos de opinión en CNNE.com/opinion
(CNN Español) – Como no podía ser de otra manera, la pandemia ha provocado numerosos enfrentamientos políticos en casi todos los países. Es paradójico que, mientras se dice que no hay que politizar la pandemia, la política la “politiza” sin que esta sea patrimonio de “derechas” o de “izquierdas”.
Es muy común escuchar que no hay que politizar la pandemia porque es un tema de salud pública, como si esto no fuera un tema político. Por eso, los partidos opositores en numerosos países acusaron a los gobiernos de turno de actuar de manera equivocada. Varios gobiernos que tomaron medidas restrictivas del movimiento público fueron acusados de cercenar libertades e incluso de inventar una pandemia inexistente. Otros, que fueron más laxos, recibieron críticas por no tomar medidas más duras para impedir la propagación del virus.
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Si un gobierno planteaba que el tema central era proteger las vidas humanas era acusado de dejar caer la economía, y quienes planteaban que la economía no podía dejar de funcionar eran acusados de menospreciar la vida. Algunos gobiernos, como el del primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, trataron de estimular la economía mientras contenían el virus, pero eso tampoco impidió que fueran criticados.
Los argumentos, en muchos casos, no eran fruto de un estudio en profundidad ya que la pandemia misma fue una sorpresa para todos los partidos políticos. Por esta razón se fue aprendiendo a medida que el virus se extendía, lo que provocó avances y retrocesos, marchas y contramarchas, como se puede observar en varios países europeos que abrieron teatros o restaurantes y los que han tenido que cerrar para las fiestas de fin de año.
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Las contradicciones de los gobiernos fueron múltiples, aunque tal vez el caso más paradójico es el de Estados Unidos. El presidente Trump intentó contar con una vacuna antes de las elecciones para demostrar la eficacia de su gestión. Sin embargo, muchas de las personas que lo siguen consideran que el covid-19 ni siquiera existe.
Contradicciones de la política, esta vez en medio de la pandemia.