(CNN Español) – El Departamento de Estado de Estados Unidos expresó su “profunda preocupación” por lo que considera una creciente represión del gobierno del presidente Daniel Ortega en Nicaragua.
En un comunicado, el Departamento de Estado advirtió que la aprobación de la Ley de Agentes Extranjeros obligó al cierre del capítulo Nicaragua del PEN Internacional y la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, “dos bastiones de la libre expresión”.
El Centro PEN y la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, con varios años de trabajo por la libertad de prensa y expresión, anunciaron el 5 de febrero el cierre de sus operaciones en el país tras rechazar someterse a las disposiciones establecidas en la Ley de Agentes Extranjeros.
La legislación aprobada en octubre pasado establece un férreo control sobre personas e instituciones que reciben fondos de la cooperación internacional. Además impone la presentación de informes financieros, de datos privados de los miembros de las juntas directivas y de donantes. También establece multas de entre US$ 300.000 y US$ 500.000 por faltas graves, la cancelación de personalidad jurídica y congelamiento de activos y fondos.
‘Ortega está llevando al país a una dictadura’, dice EE.UU. sobre Nicaragua
“Estos acontecimientos sofocan aún más a la sociedad civil nicaragüense y alejan aún más al país de la realización de elecciones libres y justas en noviembre. Ortega está llevando al país a una dictadura, lo que aislará más a su régimen de la comunidad internacional”, expresa el Departamento de Estado.
El Gobierno de Nicaragua no ha reaccionado oficialmente a este comunicado del Departamento de Estado. CNN ha solicitado un comentario a través del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, pero aún no responden.
Ortega ha señalado al gobierno de Estados Unidos de financiar —sin especificar nombres— a opositores a su gobierno desde abril de 2018, cuando comenzaron las protestas contra su gobierno.
El presidente también ha condenado las sanciones impuestas a más de una veintena de funcionarios de su gobierno, entre ellos su esposa, Rosario Murillo, a quienes Washington acusa de violentar derechos humanos o participar en actos de corrupción. El mandatario rechaza las sanciones por considerarlas una agresión a la soberanía del país.
El 11 de enero, en un acto oficial, Ortega le envió un mensaje al entonces presidente electo Joe Biden, a quien pidió trabajar con respeto por la región.
El Departamento de Estado subrayó que el gobierno de Biden “tiene el compromiso de apoyar al pueblo de Nicaragua y su demanda de democracia”. “Estamos enfocados en empoderar a la sociedad civil y mejorar el respeto a los derechos humanos. Instamos al Presidente Ortega a que cambie de rumbo ahora”, concluye el comunicado.