(CNN) – Una bola de fuego que iluminó el cielo del Reino Unido y el norte de Europa el 28 de febrero era un tipo de meteorito extremadamente raro. Los fragmentos de la roca espacial descubiertos en la entrada de una casa en los Cotswolds podrían proporcionar respuestas a preguntas sobre la historia temprana del sistema solar y la vida en la Tierra.
Casi 300 gramos (10,6 onzas) del meteorito han sido recolectados en la pequeña ciudad de Winchcombe en Gloucestershire por científicos, quienes dijeron que la roca estaba formada por condrita carbonosa. La sustancia es uno de los materiales más primitivos y prístinos del sistema solar y se sabe que contiene material orgánico y aminoácidos, los ingredientes para la vida.
El Museo de Historia Natural de Londres dijo que los fragmentos se recuperaron en tan buenas condiciones y muy pronto después de la caída del meteorito que son comparables a las muestras de rocas devueltas de misiones espaciales, tanto en calidad como en cantidad.
“Estaba en estado de shock cuando lo vi e inmediatamente supe que era un meteorito raro y un evento totalmente único. Es emocionante ser el primero en confirmar a las personas que están frente a ti que el ruido sordo que escucharon en su entrada durante la noche es, de hecho, algo muy importante”, dijo Richard Greenwood, investigador en ciencias planetarias de la Open University, en un comunicado del museo. Fue el primer científico en identificar el meteorito.
Hay aproximadamente 65.000 meteoritos conocidos en la Tierra, dijo el museo. Solo se han visto caer 1.206, y de estos, solo 51 son condritas carbonáceas.
La bola de fuego fue vista por miles de testigos en el Reino Unido y el norte de Europa y fue capturada con cámaras de vigilancia y otras cuando cayó a la Tierra a las 9:54 pm GMT del 28 de febrero.
La roca espacial original viajaba a casi 14 kilómetros por segundo antes de golpear la atmósfera de la Tierra y finalmente aterrizar en Winchcombe. Se han recuperado otras piezas del meteorito en el área local.
Las imágenes de la bola de fuego tomadas por miembros del público y las redes de cámaras de la Fireball Alliance del Reino Unido ayudaron a localizar el meteorito y determinar exactamente de dónde vino en el sistema solar, dijo el museo.
“Casi todos los meteoritos provienen de los asteroides, los componentes básicos sobrantes del sistema solar que pueden decirnos cómo se formaron planetas como la Tierra. ¡La oportunidad de ser una de las primeras personas en ver y estudiar un meteorito que fue recuperado casi inmediatamente después de caer es un sueño hecho realidad!”, dijo Ashley King, becaria de futuros líderes de investigación e innovación britáicos en el departamento de ciencias de la tierra en el museo.
Los meteoritos son mucho más antiguos que cualquier roca de la Tierra. Por lo general, viajan durante muchos miles de años a través del espacio antes de ser capturados, generalmente por el sol, pero ocasionalmente por la Tierra, dijo el museo. A medida que estos objetos cósmicos viajan a través de la atmósfera, a veces producen una bola de fuego brillante antes de aterrizar en la Tierra, como fue el caso de este meteorito.
La roca espacial, dijo el museo, era similar a la muestra devuelta recientemente a la Tierra desde el espacio por la misión japonesa Hayabusa2, que trajo unos 5,4 gramos de fragmentos del asteroide Ryugu, según la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón.
Es posible que aún se descubran más fragmentos del meteorito, que podrían encontrarse como piedras negras, montones de rocas diminutas o incluso polvo, según el museo.