(CNN) – El presidente Joe Biden reveló este jueves otro componente del plan de su gobierno para combatir la crisis climática: estableció como nuevo objetivo que la mitad de los vehículos vendidos en el país para 2030 serán eléctricos de batería, eléctricos de celda de combustible o híbridos enchufables.
Biden firmó un decreto presidencial en la Casa Blanca junto con representantes de Ford, GM y Stellantis, y miembros del sindicato United Auto Workers (UAW, por sus siglas en inglés). Los fabricantes de automóviles apoyan el objetivo de Biden y anunciaron su “aspiración compartida” de que el 40-50% de sus automóviles vendidos para 2030 sean vehículos eléctricos, según un comunicado conjunto de los tres fabricantes.
Biden, quien habló este jueves desde el jardín sur de la Casa Blanca frente a cuatro vehículos eléctricos, dijo que el futuro de la fabricación de automóviles en Estados Unidos “es eléctrico y no hay vuelta atrás”.
“La pregunta es si lideraremos o nos quedaremos atrás en la carrera hacia el futuro”, agregó. Durante sus comentarios, Biden enfatizó que el cambio hacia los vehículos eléctricos debe venir con la garantía de que esos vehículos y las baterías que los alimentan deben fabricarse en Estados Unidos y con trabajadores sindicalizados.
Revertir el retroceso sobre estándares de emisiones
La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Transporte (DOT, por sus siglas en inglés) también anunciaron el jueves que están revirtiendo un retroceso en los estándares de emisiones de combustible de la era Trump. Los estándares recientemente propuestos por las agencias para vehículos ligeros serán un 10% más estrictos que las reglas de la era Trump para los vehículos modelo 2023, y se volverán un 5% más estrictos cada año hasta los vehículos modelo 2026.
El estándar de emisiones por kilometraje para 2026 es de casi 84 km cada 3,7 litros, frente a los casi 70 km por cada 3,7 litros de la administración Trump, que es el estándar actual.
El estándar propuesto por la administración de Biden se traduciría en un valor de etiqueta —que el consumidor vería en una calcomanía en el auto— de 16.2km/l. La EPA estima que la implementación de estos estándares evitaría la emisión de 2.200 millones de toneladas de dióxido de carbono para 2050.
Las agencias también anunciaron un conjunto separado de regulaciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para los camiones pesados. Se espera que el primer proceso de reglamentación para los camiones finalice el próximo año y se aplicará a los vehículos pesados a partir de los kilometrajes permitidos para 2027, según la EPA.
Hablando el miércoles por la noche, un alto funcionario de la administración repitió los comentarios de Biden.
“Este es un cambio de paradigma”, dijo el miércoles a periodistas un funcionario de alto rango de la administración. “Lo que estamos escuchando en todos los ámbitos es un consenso sobre la dirección hacia la que se dirige esta industria. Y una unión en torno al reconocimiento de que este es el momento de la verdad. No solo para la acción climática, sino para la acción económica también”.
“Este es un sector importante de la economía”, explicó el miércoles a CNN. “Las emisiones del transporte representan la mayor parte de las emisiones en la economía. Es un elemento central de la agenda climática del presidente abordar las emisiones en el espacio. Y es un elemento central de su agenda económica para ayudarnos a hacer crecer en nuestro liderazgo en vehículos eléctricos, crecer los trabajos bien pagados que conlleva”.
Ambientalistas piden reglas más estrictas
Aun así, algunos defensores del medio ambiente y legisladores temen que las compañías automotrices puedan eludir los estándares con lagunas legales. Esto incluye las concesiones para que los fabricantes de vehículos eléctricos como Tesla vendan créditos a empresas de autos que consumen mucha gasolina, lo que les permite cumplir con los estándares sin electrificar sus flotas.
“Debemos protegernos contra la inclusión de lagunas legales, que podrían permitir estándares de emisiones de gases de efecto invernadero aún más bajos que antes”, dijo el senador demócrata Ed Markey de Massachusetts en un comunicado. “Sabemos que los estándares más altos posibles son viables desde el punto de vista econñomico y alcanzables desde el punto de vista tecnológico porque la industria automotriz ya los está instalando”, agregó.
Cuando CNN le preguntó al funcionario del Gobierno de Biden cómo afectarían los nuevos estándares a los créditos regulatorios, el funcionario dijo: “Las reglas proporcionan una forma de seguir los créditos que las agencias van a analizar”.
Los defensores también pidieron a Biden que implemente estándares de emisiones más estrictos, en lugar de pedir a los fabricantes de automóviles que alcancen los objetivos.
“El presidente Biden ha llamado al calentamiento global una amenaza existencial, pero estos estándares no nos protegerán”, dijo Dan Becker, director de la Campaña de Transporte Climático Seguro en el Centro para la Diversidad Biológica, en un comunicado.
“La única razón por la que los fabricantes de automóviles reducen la contaminación es cuando las reglas estrictas los obligan a hacerlo. Y estas reglas no lo harán”.
El grupo de jóvenes activistas por el clima Sunrise Movement criticó duramente el objetivo de los vehículos eléctricos de Biden, afirmando que no es suficiente para combatir la crisis climática.
“Biden no puede pensar en sí mismo como el presidente que actúa por el clima con una meta del 50% de vehículos eléctricos”, dijo la directora ejecutiva de Sunrise, Varshini Prakash, en un comunicado. “Franklin D. Roosevelt no fijó el objetivo de ganar la mitad de la guerra, y John F. Kennedy no fijó el objetivo de llegar a la mitad del camino hacia la luna. Si en 2030 todavía estamos vendiendo autos a gasolina, estarán en las calles por otros 10, 15, 20 años, mucho después de su presidencia y bien entrado en nuestro futuro ya inestable”.
¿Qué piden las automotrices?
El presidente de la UAW, Ray Curry, instó al Congreso a aprobar más fondos para vehículos eléctricos, así como protecciones laborales más fuertes como la Ley PRO, que fortalecería la capacidad de los sindicatos para formar y negociar.
“Los miembros de la UAW, actuales y futuros, están listos para construir estos autos y camiones eléctricos y las baterías que van en ellos”, dijo Curry en un comunicado. “Nuestros miembros son el arma secreta de Estados Unidos para ganar esta carrera mundial”.
Al igual que UAW, los fabricantes de automóviles de EE.UU. pidieron a Biden y al Congreso que realicen inversiones adicionales en la construcción de infraestructura e incentivos para vehículos eléctricos en su próximo proyecto de ley. Este proyecto pide una red integral de estaciones de carga de vehículos eléctricos e incentivos de compra para los consumidores.
“Esto representa un cambio drástico del mercado estadounidense actual que solo se puede lograr con el despliegue oportuno del conjunto completo de políticas de electrificación comprometidas por la administración en el plan Build Back Better”, dijeron Ford, GM y Stellantis en el informe conjunto.