(Reuters) – La estrella del boxeo Manny Pacquiao dijo este domingo que se presentará como candidato a la presidencia de Filipinas en 2022, luego de arremeter contra la corrupción en el gobierno y lo que él llama la relación “acogedora” del presidente Rodrigo Duterte con China.
Pacquiao aceptó la postulación de sus aliados políticos durante la asamblea nacional de la facción que lidera en el partido gobernante PDP-Laban, días después de que una facción rival postulara al exasesor de Duterte, el senador Christopher “Bong” Go, como su candidato presidencial.
Esa facción nominó a Duterte para la vicepresidencia, un movimiento que los críticos calificaron como una táctica cínica de Duterte para retener el poder.
Go rechazó la postulación, pero la ruptura entre las facciones de Pacquiao y Duterte se ha intensificado.
“Soy un luchador y siempre lo seré dentro y fuera del ring”, dijo Pacquiao, de 42 años y senador, en un discurso transmitido en directo durante la asamblea. “Acepto su postulación como candidato a presidente de la República de Filipinas”.
La facción de Pacquiao no ha expresado su apoyo a la candidatura de Duterte a la vicepresidencia. La Constitución prohíbe a Duterte presentarse a un segundo mandato de seis años como presidente.
Pacquiao, uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos y el único hombre que ha ostentado títulos mundiales en ocho divisiones diferentes, no hizo comentarios sobre sus 26 años de carrera profesional.
Por detrás de los favoritos en las encuestas
A pesar de su popularidad, Pacquiao se encuentra por detrás de los favoritos en las encuestas de opinión, que han sido encabezadas constantemente por la hija de Duterte, Sara Duterte-Carpio.
En julio, el PDP-Laban destituyó a Pacquiao como líder del partido, semanas después de que el boxeador desafiara a Duterte por su posición sobre China y su historial de lucha contra la corrupción, pero su facción dentro de la fuerza política rechazó esta destitución.
Pacquiao, quien ha sido un estrecho aliado de Duterte en el pasado, había dicho que más de 10.000 millones de pesos (US$ 200 millones) en ayudas para la pandemia de covid-19 destinadas a familias pobres estaban sin contabilizar, y añadió que éste era apenas un solo descubrimiento en su planeada investigación sobre la corrupción.
Su cruzada contra la corrupción se produce cuando el Senado ha abierto una investigación sobre el supuesto sobreprecio de los suministros y equipos médicos adquiridos en el marco del programa gubernamental de respuesta a la pandemia.
Duterte retó a Pacquiao a nombrar oficinas gubernamentales corruptas para demostrar que el boxeador no estaba haciendo política antes de las elecciones.
Pacquiao respondió advirtiendo de la posibilidad de encarcelar a los funcionarios corruptos: “¡Su tiempo se ha acabado!”.