(CNN) – Por definición, solo puede haber un fondo, pero el Barcelona parece estar descubriendo una nueva profundidad cada pocas semanas.
Poco más de quince días después del 3-0 que le endosó el Bayern Munich, el Benfica se impuso este miércoles en Lisboa al equipo de Ronald Koeman por el mismo resultado, en el segundo encuentro de la Champions League.
El pentacampeón de la Champions League ha protagonizado el peor comienzo de su historia y, como último del Grupo E, se enfrenta a la posibilidad de no alcanzar la fase de eliminatorias por primera vez desde la temporada 2003-04.
En la semana en la que Lionel Messi se destapó en el París Saint-Germain -marcando el tipo de gol impresionante con el que tantas veces ha bendecido a los blaugranas- es otra miserable nota a pie de página de esta tragedia en curso del Barça, pues el argentino sigue siendo el jugador del Barcelona que más recientemente ha marcado en la competición.
La derrota no hace sino acumular más presión sobre los hombros de Koeman. El holandés marcó el gol de la victoria que puso fin a la ansiada búsqueda del Barcelona de la Copa de Europa en 1992, pero ahora dirige un equipo que parece estar muy lejos de esa gloria.
“No voy a discutir sobre el nivel de mi equipo”, dijo Koeman a los periodistas tras el partido.
“No tiene sentido comparar esto con los equipos del Barcelona de hace años. Eso está más claro que el agua. Solo puedo dar mi opinión sobre mi trabajo en el club: me siento respaldado por mis jugadores y su actitud. El resto, el club, no estoy seguro… No puedo decir más porque no sé lo que piensa el club en ese sentido. No está en mis manos”, añadió Koeman.
El centrocampista Frenkie de Jong acudió en ayuda de su compatriota, pero sus esfuerzos podrían ser inútiles, ya que la prensa española sugiere que la destitución de Koeman podría ser inminente.
“No creo que cambiar al entrenador sea la solución”, dijo De Jong.
“No puedo hablar de Koeman, no me corresponde. Tenemos que seguir luchando, permanecer juntos y superar esta situación. Solo podemos salir de esto con trabajo duro y estando unidos como equipo”, añadió.
El Barcelona y otro golpe en Portugal
Darwin Núñez se escabulló con demasiada facilidad por detrás de la línea alta del Barcelona antes de recortar y batir con un disparo raso a Marc-Andre ter Stegen.
Luuk de Jong tuvo una oportunidad de oro para empatar el partido cuando su tocayo Frankie le puso el balón en bandeja, pero el holandés falló inexplicablemente su disparo, que se fue más cerca del banderín de córner que de la red.
Rafa Silva añadió un segundo gol antes de que Núñez convirtiera un penalti para su doblete, poniendo el resultado fuera de toda duda con poco más de diez minutos de juego.
Sin embargo, el Barcelona encontró tiempo para infligirse más desgracias: el fichaje de verano Eric García fue expulsado por una segunda tarjeta amarilla en el tramo final.
Al igual que contra el Bayern hace dos semanas, el Barcelona terminó el partido con una serie de jóvenes en el campo. Antes de la salida anticipada de García, la media de edad era de poco más de 22 años.
Muchos de estos jóvenes jugadores, entre los que destacan los talentosos Ansu Fati y Ronald Araújo, se enfrentan ahora a la carga de intentar sacar al club del bache en el que se encuentra, un reto que se hace aún más difícil por la grave situación económica del Barcelona.
El mes pasado, el presidente Joan Laporta desveló la situación “muy preocupante” del club, afirmando que el Barcelona tenía una deuda de más de US$ 1.500 millones y un patrimonio neto negativo de US$ 515 millones.
El Barça recibe al Dinamo de Kiev el 20 de octubre en lo que seguramente ya se ha convertido, en el tercer partido de la liguilla, en una cita obligada.
Está por ver si Koeman estará en el banquillo en la visita del Kiev al Camp Nou, pero los crecientes problemas del Barcelona son demasiado visibles.