(CNN) – Caminar es la actividad física aeróbica más popular en Estados Unidos, con 111 millones de personas que la realizaban en 2018 como parte de sus objetivos de acondicionamiento físico.
Además, la actividad hermana de caminar, el senderismo, atrajo a 57,8 millones de estadounidenses a salir a los senderos en 2020, una cifra que ha aumentado notablemente desde 2014.
Ambas cumplen con lo necesario para hacer que te muevas al aire libre y son una actividad de bajo riesgo en la pandemia. Pero, ¿son estas dos formas de ejercicio realmente tan diferentes entre sí? Y si es así, ¿cuál es mejor?
Caminar es, por lo general, un ejercicio que se realiza al aire libre en un entorno urbano o suburbano, o en el interior de un gimnasio en una pista o cinta de correr. El senderismo, en cambio, es una actividad que se realiza al aire libre y por un terreno natural. Cuando se practica el senderismo suele haber cambios de altitud, pero no necesariamente cuando se camina.
Ambas actividades son ejercicios cardiovasculares de bajo impacto que pueden ayudarte a controlar la presión arterial y los niveles de colesterol. También son excelentes para el corazón, según el cardiólogo Dr. Fahmi Farah, fundador y director médico del Bentley Heart Medical Center de Fort Worth, Texas. “Caminar es uno de los mejores entrenamientos para la salud del corazón para todas las edades, incluyendo aquellos con problemas y condiciones del corazón”, dijo. “El senderismo también es saludable para el corazón y proporciona una mayor quema de calorías en menor tiempo”. Según Farah, ninguna forma de ejercicio es mejor que la otra.
“Ambas son excelentes para mejorar el rendimiento cardíaco y pulmonar, y tanto el senderismo como la caminata pueden ayudar a perder peso”, afirma Darryl Higgins, experto en acondicionamiento físico y fundador de Athlete Desk, una empresa que prueba y revisa productos como las cintas de correr y las bicicletas.
Qué ejercicio es el mejor para ti depende de tus objetivos de acondicionamiento físico y de tus preferencias personales. He aquí cuatro consideraciones principales que te ayudarán a decidir si debes salir a pasear por un sendero o a caminar.
Nota importante: Antes de empezar cualquier programa de ejercicio nuevo, consulta a tu médico. Detente inmediatamente si sientes dolor.
¿Quieres quemar la mayor cantidad de calorías? Haz senderismo
El número de calorías que puedes quemar en una excursión frente a un paseo depende principalmente de tu peso, del grado del sendero y del peso que lleves a la espalda. Otros factores son el clima, tu edad y sexo, y lo accidentado del terreno.
Si bien puedes quemar unas 100 calorías por kilómetro que camines, puedes duplicar fácilmente esa cifra cuando haces senderismo. Y si te pones una mochila pesada a la espalda y te enfrentas a un terreno escarpado y difícil, esa cifra puede elevarse a más de 500 calorías por hora.
¿No tienes tiempo para ir en coche a un sendero? Entonces haz una excursión urbana, en la que te cargas una mochila y caminas por un barrio con colinas. Si utilizas bastones de trekking y te mueves a un ritmo rápido, el movimiento de los brazos añade intensidad a tu entrenamiento aeróbico, ayudando a aumentar la quema de calorías, según la Clínica Mayo.
¿Quieres la opción menos costosa? Sal a caminar
Caminar es gratis. Solo tienes que ponerte una ropa cómoda y holgada y un calzado cómodo, y salir a la calle. En realidad no hay mucho más que hacer, pero mira el video para ver algunos consejos de expertos sobre la forma adecuada. Hacer senderismo puede ser tan barato como caminar si tienes fácil acceso a un sendero y solo vas a dar un paseo corto. Pero ese no es el caso habitual.
El senderismo a menudo requiere conducir hasta un sendero, que puede estar a varias horas de distancia y puede tener una cuota de acceso. Y aunque puedas ir de excursión con la misma ropa que usas para caminar, es mejor que lleves ropa hecha específicamente para el senderismo, como zapatos de montaña, pantalones de montaña y capas transpirables. También necesitarás al menos un equipo especial, como una mochila, bastones de trekking y una botella de agua. Y si vas de mochilero, prepárate para desembolsar cientos de dólares en equipo adicional, como una tienda de campaña, un saco de dormir y un hornillo.
¿Quieres la actividad más segura? Sal a pasear
Aunque el senderismo no es una actividad peligrosa en sí misma, conlleva riesgos. “El senderismo puede ser extenuante”, dice Higgins. “Puede no ser ideal para los principiantes que no están familiarizados con el terreno irregular”.
Si te tropiezas y te caes en un camino rocoso y lleno de raíces, puedes acabar con un esguince de tobillo o un hueso roto. Además, hay varios insectos y bichos en el bosque, que van desde los molestos mosquitos hasta las serpientes, los osos o los pumas, que pueden poner en peligro la vida. El servicio de telefonía móvil no funciona con regularidad frecuentemente o es inexistente en los caminos, por lo que si te encuentras con problemas, puede ser difícil pedir ayuda.
En cambio, caminar es mucho más seguro. Por supuesto, puedes torcerte un tobillo al bajarte de una acera. Pero si te sucede, la ayuda está cerca. ¿Y si el tiempo se pone feo? Puedes llamar a un amigo para que te lleve o pedir un taxi. Quizá la mayor preocupación sea caminar al anochecer. Si es tu momento preferido, asegúrate de llevar ropa reflectante y ser consciente de tu entorno. Y no salgas solo a altas horas de la madrugada.
¿Lo que quieres es desestresarte? Ve de excursión
Tanto los paseos como el senderismo ayudan a reducir el estrés y la ansiedad, al igual que la mayoría de las formas de actividad física. Según la Anxiety & Depression Association of America, el ejercicio también es excelente para mejorar el estado de alerta y la concentración, reducir la fatiga y potenciar la función cognitiva general. Pero el senderismo aporta beneficios adicionales porque se realiza en la naturaleza.
Numerosos estudios realizados a lo largo de los años han relacionado la práctica de actividades al aire libre con el bienestar mental. Según un estudio de la Universidad de Cornell de 2020, tan solo 10 minutos en un entorno natural aumentan la felicidad y reducen el estrés físico y mental. Y un estudio de 2018 publicado en Archives of Psychiatric Nursing demostró que cuando las personas salían a la naturaleza se tranquilizaban, además de desarrollar un sentido de comunidad, propósito compartido y pertenencia.
Si no puedes practicar senderismo, pero te vendría bien una gran dosis de calma, caminar al aire libre por la ciudad o en un parque local sigue siendo mejor que hacerlo en el gimnasio. Pero si puedes pasear por el bosque, hazlo.
– Melanie Radzicki McManus es una escritora independiente especializada en senderismo, viajes y acondicionamiento físico.