Londres (CNN Business) – Los precios del petróleo retroceden rápidamente a medida que los inversores se preparan para que la Casa Blanca libere una cantidad récord de petróleo crudo de las reservas estadounidenses en un intento de aliviar la presión en las gasolineras tras la invasión rusa de Ucrania.
Lo que está sucediendo: el presidente Joe Biden está sopesando un plan para liberar alrededor de un millón de barriles por día durante varios meses. El anuncio podría producirse tan pronto como este jueves, según una persona familiarizada con las deliberaciones.
Los futuros del crudo Brent, la referencia mundial, cayeron un 6% en la apertura del mercado, situándose por debajo de los US$ 107 por barril. El petróleo estadounidense cotizaba por última vez cerca de los US$ 102 por barril.
Los precios también han bajado recientemente debido a las expectativas de una menor demanda por parte de China, uno de los principales importadores, a medida que el país establece nuevas restricciones en grandes ciudades como Shanghái para luchar contra la propagación del covid-19.
Tras superar los US$ 139 por barril a principios de marzo, los futuros del Brent han retrocedido bruscamente. Ahora están más de un 20% por debajo de ese nivel.
La oferta adicional y la reducción de la demanda deberían ser una receta para que los precios sigan bajando a corto plazo. Pero hay escepticismo en cuanto a que la utilización de las reservas estratégicas cambie la dinámica subyacente del mercado a largo plazo.
“Conceptualmente, tal liberación ayudaría al mercado del petróleo”, dijo este jueves a los clientes Damien Courvalin, estratega de Goldman Sachs. “Esto seguiría siendo, sin embargo, una liberación de inventarios de petróleo, no una fuente persistente de suministro para los próximos años”.
Los informes de los medios de comunicación indican que Estados Unidos podría liberar finalmente 180 millones de barriles de petróleo de las reservas almacenadas en cavernas de sal subterráneas en Louisiana y Texas. Eso sería más de tres veces el tamaño de la liberación que había anunciado el gobierno de Biden en noviembre. A principios de este mes se coordinó otra liberación con los aliados.
Pero incluso eso no sería suficiente para compensar la pérdida de crudo ruso, ya que muchos comerciantes se alejan de las sanciones y de la logística de recoger cargamentos cerca de una zona de guerra. Según la Agencia Internacional de la Energía, la producción rusa podría caer en 3 millones de barriles diarios en abril.
Eso significa que el suministro adicional de Estados Unidos solo sustituiría un tercio de la producción perdida de Rusia.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no parece que vaya a acudir al rescate. El grupo, que se reúne este jueves con los productores aliados, incluida Rusia, no se espera que aumente el suministro más allá de sus planes actuales, aunque Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos podrían hacerlo en teoría.
Es complicado: el crudo ruso no ha desaparecido por completo del mercado. Bloomberg informa que Rusia está ofreciendo vender directamente crudo a la India con un gran descuento. Y mi colega de CNN Business, Matt Egan, informa que la energía rusa sigue atrayendo el interés de posibles compradores en la sombra, ya que los petroleros apagan sus rastreadores para evitar ser detectados.
Pero los analistas son escépticos en cuanto a la posibilidad de que los factores más arraigados que hacen subir los precios del petróleo mejoren. Eso seguirá impulsando los precios al alza a largo plazo.
“Es poco probable que la liberación de un millón de barriles de petróleo al día por parte de EE.UU. compense la pérdida de la oferta rusa y no consiga hacer bajar los precios de forma sostenible”, señalaron este jueves los estrategas de ING.