(CNN) – Familiares y amigos cercanos asistieron al funeral del ex primer ministro japonés Shinzo Abe en Tokio el martes, mientras que en las calles de la capital, multitudes se reunieron para presentar sus últimos respetos, cuatro días después de que la conmoción por su asesinato resonara en todo el mundo.
El funeral privado fue organizado en el Templo Zojoji, de siglos de antigüedad, por la viuda de Shinzo Abe, Akie Abe. Los simpatizantes hicieron cola afuera, llevando flores, notas y té verde, símbolos de ayuda en el más allá, para presentar sus respetos a Abe, el primer ministro de Japón con más años de servicio.
Después del funeral, un coche fúnebre que transportaba el cuerpo del exlíder viajó desde el templo hasta la sala funeraria de Kirigaya para la cremación, pasando por edificios importantes, como la oficina del Primer Ministro y el edificio del Parlamento.
Grandes multitudes se alinearon en las calles al paso del coche fúnebre. Muchos saludaron y levantaron los brazos en el aire cuando el vehículo pasó, mientras que otros inclinaron la cabeza en señal de respeto.
Akie Abe viajó en el asiento delantero del coche fúnebre, inclinándose ante la multitud mientras presentaban sus respetos. Llevaba una tablilla ancestral, símbolo de transición al más allá.
Millones en todo el mundo han reaccionado con consternación y angustia por cómo Shinzo Abe fue asesinado a tiros a plena luz del día durante un discurso de campaña en la ciudad de Nara, en el centro del país, el viernes.
La policía está investigando el tiroteo. El sospechoso, Tetsuya Yamagami, de 41 años, fue arrestado en el lugar pero no ha sido acusado formalmente.
La naturaleza brutal de la muerte de Shinzo Abe ha dejado a millones de personas en la incertidumbre en todo Japón, un país con una de las tasas de violencia armada más bajas del mundo.
Abe era “el rostro de la marca nacional de Japón”, dijo a CNN Nancy Snow, ex titular de una beca Abe y becaria Fulbright en Japón.
“Cuando me enteré de su herida mortal y posterior fallecimiento, mi corazón se hundió”, dijo. “Para alguien en relaciones internacionales, aunque puedo criticar algunas de sus políticas, hay que apreciar mucho de lo que hizo para que Japón volviera a estar en el escenario mundial”.
Naomi Aoki, simpatizante del Partido Liberal Democrático de Abe, esperó el martes afuera del edificio del Parlamento, esperando tener la oportunidad de despedirse.
“Para mí, él era el político más respetado de Japón. Quiero darle el último adiós y hoy no fui a trabajar. Ha tenido un gran impacto en mi vida”, dijo Aoki.
“No creo que su muerte sea en vano. Personas de todo el mundo sentirán el impacto de lo que logró en su vida”.