(CNN) – No es tu imaginación. Las formaciones tropicales del Atlántico han estado muy tranquilas este año a pesar de que la NOAA y otros expertos pronostican una temporada superior a la media.
No ha habido una tormenta con nombre desde principios de julio y fue el primer agosto en 25 años en no tener una tormenta con nombre.
“Desde 1950, dos agostos no han tenido formaciones de tormentas con nombre en el Atlántico: 1961 y 1997”, tuiteó Phil Klotzbach, científico investigador de la Universidad Estatal de Colorado.
Y no se limita solo a agosto. Klotzbach también tuiteó:
“Por primera vez desde 1941, el Atlántico no ha tenido actividad de tormentas con nombre (por ejemplo, tormentas tropicales o #huracanes) del 3 de julio al 30 de agosto”.
Pero la tendencia podría no continuar.
“Es probable que este período de ciclones tropicales en el Atlántico, notablemente tranquilo, termine pronto”, dijo Klotzbach este miércoles por la mañana.
La temporada de huracanes está a punto de aumentar, pero podría no alcanzar el nivel previsto inicialmente
El Centro Nacional de Huracanes vigila activamente tres zonas donde existe cierta probabilidad para la formación de ciclones tropicales en los próximos cinco días. Dos de ellas tienen una alta probabilidad de formarse, y una frente a la costa occidental de África tiene una probabilidad media.
Los modelos de previsión muestran un posible huracán dirigiéndose hacia Estados Unidos para el fin de semana festivo del Día del Trabajo. Pero los modelos muestran que la tormenta dará un giro de 180 grados y volverá a adentrarse en el Atlántico, posiblemente acercándose a las Bermudas.
Las condiciones parecen bastante propicias para la formación de tres huracanes en los próximos 10 días, indicó Klotzbach a CNN, y añadió que no descarta tener cinco huracanes más después del 10 de septiembre.
Aun así, las predicciones de la temporada de huracanes por encima de la media podrían quedarse cortas este año.
“El último pronóstico estacional de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado se emitió a principios de agosto, pero las probabilidades de que estos pronósticos se verifiquen correctamente están bajando día a día”, reconoció Klotzbach.
“Ahora, las probabilidades de obtener 20 tormentas con nombre, 10 huracanes y 5 mayores son realmente bajas”, afirmó Klotzbach. “Como he dicho antes, pronosticar el tiempo y el clima te mantiene humilde”.
Mirando hacia atrás históricamente, los otros dos años sin tormentas con nombre en agosto, tuvieron resultados bastante diferentes.
“1961 acabó siendo una temporada de huracanes hiperactiva con un septiembre-noviembre extremadamente activo, mientras que 1997 fue una temporada por debajo de la media”, tuiteó Klotzbach.
Todavía es muy pronto para prever con certeza, pero los meteorólogos se enfocan en un sistema que se desplazará frente a África en unos 6-7 días.
Será uno de los que habrá que vigilar, si disminuyen algunos de los factores que suprimen las tormentas tropicales este verano.
La variación de la velocidad y la fuerza de los vientos mantuvo a raya a los huracanes
Según el meteorólogo de CNN Taylor Ward, ha habido un par de factores que probablemente han conducido a un julio y agosto tranquilos en la cuenca del Atlántico.
“Principalmente la cizalladura del viento por encima de lo normal y el aire seco”.
La cizalladura del viento es el cambio de velocidad y fuerza del viento con la altura en la atmósfera. Los altos niveles de cizalladura del viento impiden que las perturbaciones tropicales se conviertan en sistemas bien organizados y también pueden destrozar los sistemas que comienzan a formarse.
“Actualmente nos encontramos en un patrón de La Niña, que suele reducir la cizalladura del viento sobre el Caribe y el Atlántico Tropical”, señaló. “Así que el hecho de que, hasta ahora, hayamos registrado una cizalladura del viento por encima de lo normal es sorprendente”.
Klotzbach coincidió en que una de las razones es la cizalladura vertical del viento en el Caribe y el Atlántico tropical central.
Pero, tuiteó, “aunque la cizalladura ha sido más fuerte de lo previsto, todavía no es tan alta. La cizalladura promedio de 30 días a través del Caribe y el Atlántico tropical está siguiendo entre una temporada de #huracanes promedio y por encima de la media”, tuiteó Klotzbach. “Sin embargo, la cizalladura es más fuerte que el típico año de #LaNina”.
“De manera similar a la alta cizalladura del viento, el aire seco también limita el crecimiento de la actividad de las tormentas eléctricas de las ondas tropicales”, explicó Ward.
El aire seco es principalmente en forma de polvo sahariano. El polvo sale de África y se desplaza por la cuenca del Atlántico.
“Esto no es inusual en las primeras etapas de la temporada de huracanes en el Atlántico, pero este año ha estado por encima de la media”, señaló.
“Aunque el Atlántico tropical central/Caribe ha sido generalmente seco, no es enormemente anómalo”, tuiteó Klotzbach.
Para que se forme un huracán, dijo el meteorólogo de CNN Chad Myers, es necesario que se reúnan muchos ingredientes a la perfección.
“Si falta una sola pieza clave, los sistemas tropicales no se desarrollarán”, dijo. “Todo tiene que ir bien, pero basta solo una cosa para que salga mal”.
Los indicios actuales apuntan a que las cosas empezarán a mejorar. Pero por ahora, es cuestión de esperar. Los años de La Niña tienden históricamente a tener un final más activo de la temporada de huracanes, que durará otros tres meses.
“¿Compensará la segunda mitad de la temporada la primera? Realmente no lo sabemos todavía, pero ciertamente esperamos que no”, dijo Myers.