(CNN) – Una mujer de 42 años que se cree que es madre de dos niños cuyos restos fueron encontrados en maletas compradas en una instalación de almacenamiento en Nueva Zelandia fue arrestada en Corea del Sur en relación con el presunto asesinato de los menores.
La mujer, que no ha sido identificada, fue arrestada en la madrugada del jueves, hora local, en la ciudad de Ulsan, en el sureste del país, dijo a CNN un agente de policía de Corea del Sur.
El agente de policía confirmó que la mujer arrestada es la misma mujer que se cree que es la madre de los niños, según informes policiales anteriores, que llegó a Corea del Sur hace varios años y no ha salido del país desde entonces.
La policía de Nueva Zelandia dijo en un comunicado que solicitó una orden de arresto para la mujer en virtud del tratado de extradición del país con Corea del Sur y solicitó su extradición a Nueva Zelandia para enfrentar cargos.
“Tener a alguien bajo custodia en el extranjero en tan poco tiempo se debe a la asistencia de las autoridades coreanas y la coordinación de nuestro personal de Interpol de la Policía (de Nueva Zelandia)”, dijo el inspector de detectives de Nueva Zelandia, Tofilau Fa’amanuia Vaaelua, en un comunicado el jueves.
La mujer permanecerá detenida mientras espera la finalización del proceso de extradición, agregó Vaaelua. La identidad de la mujer se mantiene oculta para evitar la posible identificación de los niños.
Las autoridades de Corea del Sur confirmaron el mes pasado que la mujer nació en Corea del Sur y adquirió la ciudadanía de Nueva Zelandia “hace mucho tiempo”.
El Tribunal Superior de Seúl ahora decidirá dentro de dos meses si extradita a la mujer a Nueva Zelandia.
La policía de Nueva Zelandia inició una investigación por homicidio el mes pasado después de que una familia en el sur de Auckland informó haber encontrado restos humanos en maletas que compraron en una subasta en línea en un almacén.
Los niños, que probablemente tenían entre 5 y 10 años, pueden haber estado muertos durante unos tres o cuatro años, según la policía de Nueva Zelandia.
En ese momento, la policía enfatizó que la familia que compró las maletas no estaba bajo investigación.