(CNN Español) – El padre de Fernando Báez Sosa atesora un audio que el hijo le envío durante su viaje a Villa Gesell, donde más tarde murió tras ser brutalmente golpeado por un grupo de jóvenes. “Lo tengo muy cerca de mí cuando escucho su voz”, contó a CNN en Español el lunes, luego del fallo de la Justicia contra los ocho responsables.
“Tengo un audio que me mandó él durante el viaje hacia la costa, que me dejó, y lo tengo muy guardado. Lo reviso casi todas las semanas porque tengo miedo de que se me borre”, dijo Silvino Sosa poco después de que un tribunal condenara a cinco de los ocho imputados por el homicidio de su hijo a cadena perpetua y a otros tres a 15 años de cárcel.
Además, dijo, tiene también muchos videos de Fernando Báez Sosa jugando al fútbol y guarda los mensajes que se enviaban. “A veces abro su teléfono, leo sus mensajes que teníamos juntos. Eso es muy duro pero también me fortalece bastante”.
Fernando Báez Sosa, un joven estudiante de derecho, murió en la madrugada de 18 de enero de 2020 a la salida de un local bailable de la ciudad balnearia de Villa Gesell, ubicada a 380 km de Buenos Aires, como consecuencia del ataque a golpes de puño y patadas que recibió por parte de una banda de varios jugadores de rugby.
Desde entonces se habían multiplicado los pedidos de justicia. El lunes, finalmente, el tribunal de Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores emitió su veredicto.
La cadena de Fernando Báez Sosa que lo acompañó
Durante el juicio, Báez llevó consigo una cadena que le pertenecía a su hijo. En el diálogo con CNN en Español, explicó que, según supo, la cadena se le rompió cuando lo empujaron en el marco de la discusión dentro del boliche.
“Después de mucho tiempo”, un chico del interior que la había encontrado se las hizo llegar a los padres del joven, contó. La cadena estaba rota y él la mandó arreglar.
“De vez en cuando la uso, no todas las veces, la traje especialmente para este juicio. Todo el juicio me la puse”, dijo.
La cadena tiene una cruz que le habían regalado a Fernando Báez Sosa en el colegio católico al que asistió. “Un brazo de la cruz estaba roto por el uso que tiene, el primer día se la regalaron y nunca se la sacó”, recordó el padre.
Con información de Ignacio Grimaldi de CNN en Español.