La Habana (CNN) – Elían González, el niño cubano cuya custodia disputada condujo a un enfrentamiento con reminiscencias de la Guerra Fría, ha sido postulado para servir en la Asamblea Nacional de la isla, informó este lunes el diario del partido comunista Granma.
El diario se refirió a González, ahora de 29 años, como “representante de lo más digno de la juventud cubana”.
La postulación de González casi asegura su puesto en la Asamblea Nacional de 470 escaños que se reúne varias veces al año para discutir proyectos de ley, cuya aprobación por lo general vota por unanimidad.
Bajo la ley cubana, las asambleas municipales nominan un solo candidato a la Asamblea Nacional, que luego los cubanos pueden ratificar o votar en contra.
Servir en la Asamblea Nacional sería el puesto de más alto perfil para González desde la agonizante batalla por la custodia entre su padre y familiares en Miami que condujo al regreso del niño a la isla comunista en 2000.
El Día de Acción de Gracias de 1999, González, entonces de seis años, saltó a la fama tras ser rescatado en el estrecho de Florida.
Su madre Elizabeth y otras nueve personas que participaban del viaje clandestino se ahogaron después de que su destartalado bote volcara en altamar mientras intentaban llegar desde Cuba a Estados Unidos.
La supervivencia de González parecía milagrosa y parientes lejanos en Miami, apoyados por la comunidad de exiliados anticastristas, prometieron mantenerlo en Estados Unidos.
En Cuba, el padre de Elían, Juan Miguel, luchó para traer al niño a casa. La política de la Guerra Fría pronto dominó la lucha por su custodia cuando el líder cubano Fidel Castro encabezó manifestaciones masivas en la isla exigiendo el regreso de Elían.
El caso se convirtió en un nuevo punto álgido en la disputa ya en ebullición entre partidarios y opositores de la revolución de Castro.
Los parientes de Elían en Miami argumentaron que si el niño regresaba a Cuba, se convertiría en un trofeo con lavado de cerebro para Castro en su larga enemistad con Estados Unidos.
Mientras las dos partes peleaban por el caso de alto perfil en la corte, los funcionarios de inmigración de EE.UU. decidieron poner a Elían bajo la custodia de su padre, quien había viajado a Estados Unidos para presionar por el regreso de su hijo.
Los familiares de Elían en Miami se negaron a entregarlo, y luego, en un allanamiento nocturno, agentes federales armados irrumpieron en la casa de su tío y se apoderaron del niño.
Estallaron disturbios en Miami cuando miembros de la comunidad cubanoestadounidense reaccionaron con ira después de que los agentes federales se llevaran al niño.
Elían se reunió con su padre y luego de más procesos judiciales, que terminaron con el rechazo de la Corte Suprema de Estados Unidos de los esfuerzos de los familiares de Miami por recuperarlo, padre e hijo volaron de regreso a Cuba.
Una masiva ‘bienvenida a casa’
El gobierno de Cuba celebró el regreso de Elían con una manifestación masiva.
Durante los años siguientes, estuvo rodeado de guardaespaldas del gobierno y dijo más tarde que se convirtieron en algunos de sus mejores amigos durante su infancia.
El padre de González, un mesero que había recibido invitaciones para desertar mientras estaba en Estados Unidos, fue nombrado miembro de la Asamblea Nacional de la isla pero luego dejó el cargo sin ninguna explicación oficial.
A pesar de las promesas de que volvería a su antigua vida, Elían González nunca permaneció demasiado tiempo fuera de los reflectores públicos.
En la fiesta del séptimo cumpleaños del niño, el invitado de honor fue el líder cubano Fidel Castro. Las imágenes de Elían y Castro celebrando primero se mostraron en la televisión estatal de la isla y luego se transmitieron a todo el mundo, a un público aún fascinado por el caso del llamado “balserito” cubano.
“Yo no profeso ninguna religión, pero si la tuviera, mi Dios sería Fidel Castro. Es como un barco que supo llevar a su tripulación por el camino correcto”, dijo González en una entrevista con los medios estatales cubanos en 2013.
González solía decir que Castro era como un segundo padre para él.
En una entrevista poco usual con CNN en 2017, González dijo que le gustaría reconciliarse con sus familiares en Miami, pero también dejó claro que planeaba seguir apoyando abiertamente al gobierno que lo trajo a casa.
“Vivir aquí es una deuda que tengo con el pueblo cubano”, dijo González. “Es por lo que siempre trabajaré y lucharé”.