Las fotos del lugar del accidente tomadas por los investigadores muestran la cola levantada de una avioneta pintada de azul y blanco con la parte delantera estrellada.

(CNN) – Un mes después de que cuatro niños desaparecieran en el Amazonas colombiano, un informe preliminar de la Dirección General de Aeronáutica Civil ofrece pistas sobre cómo podrían haber sobrevivido al devastador accidente aéreo en el que murieron todos los adultos que viajaban a bordo.

La extraordinaria historia de los niños desaparecidos ha suscitado un gran interés en Colombia y en el resto del mundo, al tiempo que prosigue una operación de búsqueda en la selva dirigida por el ejército.

En el desafortunado vuelo del 1 de mayo viajaban el piloto Hernando Murcia Morales, el líder indígena yarupari Herman Mendoza Hernández, una mujer indígena llamada Magdalena Mucutuy Valencia y sus cuatro hijos, el mayor de 13 años y el menor de solo 11 meses.

Según el informe, poco después de despegar a primera hora de la mañana de la remota comunidad de Araracuara, el piloto comunicó por radio al control de tráfico aéreo que buscaría un lugar de aterrizaje de emergencia.

“…Mayday, Mayday, Mayday, 2803, Mayday, Mayday, Mayday, tengo el motor al mínimo, voy a buscar un campo”, dijo.

Más tarde, el piloto informó que el motor había recuperado la potencia y continuó su ruta, para volver a tener problemas menos de una hora después: “…Mayday, Mayday, Mayday, 2803, 2803, el motor me ha vuelto a fallar… Voy a buscar un río… Tengo un río a la derecha…”.

Esta vez el problema no se solucionó.

Según el informe, el control de tráfico aéreo detectó más tarde que el avión se desviaba hacia la derecha. Luego desapareció del radar.

Según el informe, es probable que el avión chocara primero contra los árboles del denso bosque, arrancando el motor y la hélice, y luego cayera de manera vertical.
El impacto contra los árboles provocó la separación del motor y la hélice de la estructura de la aeronave, según el informe.

A pesar de las búsquedas aéreas y acuáticas que siguieron inmediatamente al incidente, según el informe, el avión no fue encontrado hasta más de dos semanas después, un tiempo que aún puede resultar significativo para el destino de los pasajeros del avión.

Cinco días después de la desaparición del avión, los militares colombianos desplegaron unidades de fuerzas especiales para rastrear el terreno el 6 de mayo. Diez días después, en la noche del 16 de mayo, localizaron por fin los restos del avión.

Los tres adultos fueron hallados muertos en el lugar. Sin embargo, los cuatro niños desaparecieron por completo, lo que hizo suponer a los equipos de rescate que habían sobrevivido, evacuado el avión y recorrido la selva por su cuenta.

Las fotos del lugar del accidente tomadas por los investigadores muestran la cola levantada de una avioneta pintada de azul y blanco, con el morro y la parte delantera estrellados contra el terreno selvático. Según el informe, es probable que la avioneta chocara primero contra los árboles de la densa selva, arrancando el motor y la hélice, y cayera después verticalmente al suelo de la selva.

“La inspección detallada de los restos indicó que, durante el aterrizaje en los árboles, se produjo un primer impacto contra los árboles; este golpe provocó la separación del motor con su cubierta y la hélice de la estructura de la aeronave”, dice el informe. “Debido a la fuerte desaceleración y a la pérdida de control en el primer impacto, la aeronave cayó verticalmente y colisionó con el suelo”.

El mapa de asientos

Aunque señala que los exámenes forenses están en curso, el informe sugiere que los adultos sentados en la parte delantera de la cabina del avión sufrieron lesiones mortales a causa del accidente. “El diagrama de lesiones causadas por el accidente registró lesiones mortales en los ocupantes situados en las posiciones 1 (piloto), 2 (ocupante adulto masculino) y 3 (ocupante adulta femenina)”, dice el informe.

Sin embargo, los asientos traseros, donde se encontraban los niños mayores, se vieron menos afectados por el impacto, según el informe, lo que ofrece una posible explicación a su supervivencia y a las señales de vida —entre ellas un biberón, un pañal usado y huellas de pisadas— encontradas posteriormente en la selva por los equipos de búsqueda y rescate.

El impacto contra los árboles provocó la separación del motor y la hélice de la estructura de la aeronave, según el informe.

Según el informe, dos de los tres asientos ocupados por los niños permanecieron en su sitio y en posición vertical a pesar del accidente, mientras que el asiento de un niño se desprendió de la estructura del avión. Es posible que el bebé estuviera en brazos de la madre, según el informe.

Los niños “no fueron localizados en la zona del accidente y no había indicios de que hubieran resultado heridos, al menos no de gravedad. Por esta razón, se inició una intensa búsqueda para encontrarlos”, dice el informe.

Un total de 119 efectivos de las fuerzas especiales colombianas y 73 exploradores indígenas han sido desplegados hasta el momento para peinar la zona, según el informe.

Los familiares ya habían dicho que los niños conocían bien la selva, pero les preocupaba saber si entenderían que el mundo exterior no se había rendido en su búsqueda.

“Tal vez se estén escondiendo”, dijo Fidencio Valencia, abuelo de los niños, en declaraciones a Caracol TV de Colombia a principios de este mes.

“A lo mejor no se dan cuenta de que los están buscando, son niños”.