(CNN) – El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, rompieron su silencio tras la breve y caótica insurrección del grupo mercenario este fin de semana, que sumió al país en la incertidumbre. Una serie de hechos que Putin describió como “traición” al país.
En un breve discurso a la nación, Putin dijo que los combatientes de Wagner tomaron la “decisión correcta” al detener su avance, y añadió que la “rebelión armada habría sido reprimida de todos modos”.
Esas fuerzas tendrían ahora la oportunidad de firmar un contrato con el Ministerio de Defensa de Rusia “u otras agencias de seguridad, o de regresar con su familia y amigos”, dijo. Añadió que los combatientes también podrían optar por ir a Belarús, adonde se espera que vaya Prigozhin tras un acuerdo aparentemente mediado por el presidente de ese país, Alexander Lukashenko.
Durante su discurso, Putin no mencionó a Prigozhin por su nombre. Al parecer, el discurso, de cinco minutos de duración, fue pregrabado desde el interior del Kremlin, según la agencia de comunicación estatal rusa TASS.
El discurso del presidente de Rusia llegó poco después de que Prigozhin hiciera sus propias declaraciones, en las que afirmó que el levantamiento que suspendió fue una protesta y no un intento de derrocar al gobierno.
“El objetivo de la marcha era impedir la destrucción de la PMC Wagner y llevar ante la justicia a quienes, con su actuación poco profesional, cometieron un gran número de errores durante la operación militar especial”, dijo Prigozhin en un mensaje de audio, en referencia a la invasión rusa de Ucrania.
Este sábado, tropas de su grupo militar privado se hicieron con el control de una base militar y avanzaron en convoy hacia la capital rusa, en un notable e inesperado desafío a Putin. La marcha se suspendió repentinamente cuando se cerró el supuesto acuerdo con Lukashenko.
La marcha de Wagner hacia Moscú no sólo marcó una drástica escalada en la larga disputa de Prigozhin con el Ministerio de Defensa de Rusia, sino que dejó un aire de incertidumbre y más preguntas para Putin, que se está recuperando de uno de los desafíos más graves a su autoridad en décadas.
También quedan interrogantes sobre el paradero de Prigozhin y el futuro de la guerra de Rusia con Ucrania, en la que Wagner desempeñó un papel crucial.
Prigozhin afirmó este lunes que el Ministerio de Defensa de Rusia había planeado que Wagner “dejara de existir” a partir del 1 de julio.
“De la noche a la mañana, hemos recorrido 780 kilómetros, nos quedaban unos 200 kilómetros hasta Moscú”, afirmó Prigozhin en su mensaje de este lunes, a pesar de que no hay pruebas de que sus fuerzas de Wagner llegaran tan cerca de la capital rusa.
“No murió ni un solo soldado sobre el terreno”, añadió Prigozhin. “Lamentamos habernos visto obligados a atacar con aviones”, dijo. “…pero estos aviones lanzaron bombas y lanzaron ataques con misiles”.
El presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, “tendió la mano” y se ofreció a encontrar soluciones para impulsar el trabajo del Grupo Wagner de forma legal, dijo Prigozhin, al reproducir la línea que Minsk y el Kremlin comunicaron sobre por qué la marcha -que durante varias horas pareció una insurrección armada contra el Estado ruso- terminó de repente.
Prigozhin afirmó que los habitantes de las ciudades rusas “se alegraron [de vernos]” y añadió que “muchos de ellos siguen escribiéndonos palabras de apoyo y algunos están decepcionados porque nos hayamos detenido, porque en la marcha de la justicia, además de nuestra lucha por la existencia, vieron apoyo a la lucha contra la burocracia y otros males que existen hoy en nuestro país”.
Sin embargo, los videos que se publicaron en las redes sociales muestran una imagen más matizada.
Las fuerzas de Wagner fueron recibidas con algunos vítores en Rostov del Don, donde este sábado la población local se hacía fotos con los combatientes de Wagner, charlaba con ellos y subía jubilosa a su equipo.
Pero muchos de esos videos muestran a los rusos vitoreando sólo después del anuncio del aparente acuerdo negociado por Lukashenko. En los videos del convoy de Wagner camino de Moscú sólo se les ve sentados al borde de la carretera y atravesando ciudades en aparentes intentos de eludir bloqueos y retenciones; no había multitudes ni gente que les saludara.
Futuro incierto
El futuro papel de Prigozhin o de su grupo Wagner sigue sin estar claro. La unidad ha sido cada vez más esencial para el esfuerzo bélico de Rusia en Ucrania, pero no está claro si seguirá existiendo de forma significativa.
La investigación sobre el caso penal que involucra a Prigozhin y su presunta participación en la organización de un motín armado sigue activa, dijo este lunes la agencia de noticias estatal rusa TASS y cita a una fuente cercana a la Fiscalía General.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a los periodistas este sábado que se llegó a un acuerdo con Prigozhin y que se retirarían los cargos contra él por llamar a “una rebelión armada”, sin dar un plazo.
“Nos detuvimos en el momento en que el destacamento, que se había acercado a Moscú, desplegó su artillería, hizo un reconocimiento de la zona, y era obvio que en ese momento se derramaría mucha sangre. Nos pareció suficiente con demostrar lo que íbamos a hacer”, dijo Prigozhin este lunes.
Prigozhin ya había acusado al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y al general ruso de más alto rango, Valery Gerasimov, de no dar munición a sus fuerzas y se mostró crítico con su gestión del conflicto, pero siempre defendió el razonamiento de la campaña militar y evitó criticar al propio Putin.
Pero el fin de semana cruzó estas líneas rojas. A última hora del viernes, Prigozhin acusó a la cúpula militar rusa de matar a sus combatientes durante un ataque contra un campamento de Wagner, lo que el Ministerio de Defensa de Rusia niega.
También dijo que Moscú invadió Ucrania bajo falsos pretextos ideados por el Ministerio de Defensa ruso, y que Rusia está perdiendo terreno en el campo de batalla.
“Cuando nos dijeron que estábamos en guerra con Ucrania, fuimos y luchamos. Pero resultó que la munición, las armas, todo el dinero que se asignó también está siendo robado, y los burócratas están sentados [de brazos cruzados], guardándolo para sí mismos, sólo para la ocasión que ocurrió hoy, cuando alguien marcha hacia Moscú”, dijo Prigozhin.
Lo que siguió fue una notable confrontación de 24 horas que aparentemente debilitó la reputación de Putin y sembró más discordia y luchas internas en las filas militares rusas.
Darya Tarasova, Paul Murphy, Katharina Krebs, Ivana Kottasová, de CNN, contribuyeron a este reporte