(CNN Español) – Ni colombianas ni venezolanas. Las arepas son americanas.
La discusión que por tanto tiempo ha enfrentado a colombianos y venezolanos sobre el origen de las arepas, uno de sus más adorados y tradicionales platillos, para algunos expertos puede considerarse innecesaria, incluso insulsa, teniendo en cuenta la importancia de este manjar en la cultura gastronómica de ambos países desde el periodo prehispánico hasta la actualidad.
Si se quisiera rastrear un origen, es preciso primero identificar que las arepas están hechas de maíz, una planta indígena oriunda “de la América tropical”, según la Real Academia Española, y que es la base alimentaria del continente prehispánico, comparable al trigo en Europa y al arroz en Asia.
Y si se quiere tener un significado detallado de la palabra, la etimología de arepa nos lleva a los indígenas cumanagotos que decían “erepa” para nombrar el maíz y que posteriormente derivó en “arepa”, según escribió el historiador venezolano Miguel Felipe Dorta en su libro ¡Viva la arepa!.
Los cumanagotos son un pueblo amerindio que habitó la actual región de lo que hoy se conoce como el norte de la provincia Anzoátegui en Venezuela.
Expertos consultados por CNN coinciden en que la arepa no es ni de aquí ni de allá, sino que es un plato común en las gastronomías de los dos países que viene desde la época prehispánica, incluso cuando aún no existían las divisiones geopolíticas actuales.
“El origen de la arepa es americano, o sea, es un producto nativo de América”, le dijo a CNN el chef colombiano Carlos Gaviria Arbeláez, investigador gastronómico de la cocina colombiana que escribió el libro Arepas colombianas.
“La arepa data de hace aproximadamente 900 años”, dijo a CNN el escritor venezolano Ricardo Estrada Cuevas, autor del libro Arepólogo, señalando una época donde aún no se habían fundado ninguno de los dos países. “No es ni de Colombia ni de Venezuela. Se comía en esta región de América, en ambas regiones”.
Gaviria Arbeláez insiste en que no se deben confundir las divisiones políticas con las geográficas y menos las culturales a la hora de intentar explicar el origen de este platillo.
“La arepa no tiene pasaporte, no tiene cédula de ciudadanía, no le han sacado DNI”, dice el chef colombiano sobre los orígenes de la arepa. Añade que si bien es posible que por razones antropológicas el nombre de arepa se haya originado en lo que hoy se conoce como Venezuela, lo que hay que resaltar es que los panes de maíz, en general, son elementos alimentarios en toda América.
“Hay una base alimentaria en cada uno de los continentes que forma parte de los pueblos: en Europa está el trigo. O sea allá todo acompaña con pan; en el Asia todo se come con arroz y en América pues el maíz cumple esa función de cereal per se y todo se come con arepa”.
Las arepas de aquí y de allá: Colombia vs. Venezuela
Las arepas son panes tradicionales hechos de maíz en forma disco que se ponen cocinan en una sartén caliente (también se pueden freir) y se consumen de diferentes maneras. Ahí en el consumo, es donde vale la pena diferenciar las arepas colombianas de las venezolanas.
Ambos expertos coinciden en que el origen no es tan importante como la función que cumplen las arepas dentro de las gastronomías de cada país.
Por un lado están las colombianas, que son “acompañantes”, entradas a platos principales, dice Gaviria, aunque también pueden ser comidas principales.
“Si bien hay algunas arepas que se rellenan y que se comen rellenas, la gran mayoría de nuestras arepas tienen intenciones de acompañamiento”, dice Gaviria sobre las arepas colombianas. “¿Con qué se come la arepa al desayuno? Con un huevo, o hay matrimonios perfectos como la arepa con queso, o con chorizo”.
En Colombia, entonces, es normal que sirvan arepitas, arepas pequeñas, para acompañar un caldo, un chocolate o un plato de lechona.
Hay, por lo menos, unas 60 clases de arepas en Colombia que pueden ir desde las de maíz pelado, neutras, pasando por las de maíz precocido para combinar con cualquier otro alimento, pero también hay arepas dulces o incluso de otra variedad: de yuca, de arroz, de papa, de plátano, etc, reseña Gaviria en su libro de arepas colombianas.
Y en Venezuela, viene el relleno.
“El relleno es lo que lo hace distinto con respecto a Venezuela y Colombia”, dijo Estrada. Y ese relleno le da una característica de plato principal a las arepas venezolanas a diferencia de la de sus hermanas colombianas.
“Tú te comes una arepa, en Venezuela, que tenga carne mechada, que tenga queso amarillo y te estás comiendo una ‘pelúa’. Te puedes comer una rumbera que es pernil de cochino con (queso) amarillo”, señala Estrada sobre los diferentes tipos de rellenos de las arepas en la gastronomía venezolana.
La arepa “universal”
La arepa, este manjar de raíces indígenas, es “el pan de cada día” en Colombia y Venezuela y se ha universalizado también gracias a las migraciones.
Es muy común ver puestos de ventas de arepas venezolanas en Argentina, Chile, México, y fábricas de arepas colombianas en Estados Unidos, que Disney vendió en su película Encanto como un alimento con “poder curativo”, no porque sea medicinal, sino por ser un un alimento que llama la tradición familiar.
“Son una comida totalmente reconfortante, aunque es también parte de la dieta diaria, y es una parte muy importante de nuestra cultura diaria”, dijo Carmen Ángel, chef y copropietaria de Restaurantes Carmen en Cartagena y Medellín, Colombia a CNN el año pasado.
“Siento que las arepas son como uno de los alimentos que casi todos los colombianos comen a diario, independientemente de su estatus (socioeconómico), independientemente de dónde vivan, independientemente de su religión”, dijo Ángel.
Sobre la discusión eterna si son de Colombia o Venezuela, Gaviria resuelve la discusión con algo muy simple: “Yo no creo que la cosa sea peleando”, dice. “Esto no tiene porque generar exclusiones, más bien tiene que generar inclusiones”.
Y para resumir el espíritu de la arepa, Estrada, autor del libro Arepólogo, dice entre risas que no se va a meter en quién inventó qué, pero zanja la discusión en una sola frase: “La arepa sabe a lo que le pongas”, puntualiza.