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Perú

¿De qué acusan a Alejandro Toledo, expresidente de Perú? Lo que se espera de los juicios en su contra

Por Jimena De La Quintana

(CNN Español) -- Alejandro Toledo es uno de los tres expresidentes encarcelados en Perú y para quien la Fiscalía pide más de 22 años de prisión. Durante su vida política, Toledo se enfrentó al expresidente Alberto Fujimori, uno de los mandatarios peruanos con quien se encuentra preso en la misma cárcel. Su vida profesional y personal estuvo marcada por hechos que generaron titulares en medios locales e internacionales. Toledo también protagoniza portadas actualmente, pero a causa de su extradición desde EE.UU. a Perú y por los dos juicios que enfrenta en su país, uno de ellos relacionado con corrupción, una de las banderas que levantó contra Fujimori.

¿De qué se acusa a Alejandro Toledo?

Son dos los juicios que se siguen en contra de Alejandro Toledo. Los casos son conocidos como Ecoteva e Interoceánica u Odebrecht .

El primer caso, y el más antiguo, es Ecoteva, en el que está acusado de lavado de activos por la compra de dos inmuebles a nombre de su suegra, Eva Fernenbug, y el pago de hipotecas a su propio nombre. En 2014, Toledo se presentó a la Fiscalía y declaró ser inocente. Lo hizo también en CNN durante una entrevista concedida en 2017. El juicio por este caso comenzó en abril de 2023 y en el que la Fiscalía pide 16 años y 8 meses de prisión para el exmandatario.

La tesis del Ministerio Público es que aquellas operaciones se pagaron con el dinero de Ecoteva Consulting Group, una empresa formada en Costa Rica y de la cual Fernenbug era presidenta. Por este caso también están acusadas del delito de lavado de activos Fernenbug y la esposa de Toledo, Eliane Karp. Ambas se han declarado inocentes.

El segundo caso es el conocido como Interoceánica u Odebrecht, y la tesis de la Fiscalía, que lo acusa de colusión y lavado de activos, sostiene que el exmandatario habría recibido más de US$ 30 millones de la empresa brasileña y sus consorcios a cambio de favorecerla en la licitación de los tramos 2 y 3 del Proyecto Corredor Vial Interoceánico Perú-Brasil cuando era presidente.

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Por este caso, Toledo fue extraditado de EE.UU. El juicio comenzó en octubre con él ya en la cárcel debido a una prisión preventiva solicitada por la Fiscalía y aprobada por el Poder Judicial. La investigación incluye el testimonio dado a inicios de 2017 por el exrepresentante de Odebrecht Perú, Jorge Barata, y quien le dijo al Ministerio Público que le había dado el dinero destinado al exmandatario, al empresario Josef Maiman, entonces amigo de Toledo, con el objetivo de favorecer a la compañía en la obra de la carretera. Maiman, quien murió en 2021, se convirtió en colaborador eficaz en la investigación a Toledo.

La Fiscalía sostiene que ese dinero le habría servido a Toledo para pagar los inmuebles producto de la primera investigación.

En un acuerdo de conciliación con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Odebrecht admitió en 2016 haber pagado sobornos en varios países de Latinoamérica. Según la declaración de la empresa, entre 2005 y 2014, pagaron a funcionarios unos US$ 29 millones para ganar obras públicas en Perú. Durante ese lapso gobernaron el Perú Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala.

¿Qué se espera de los juicios?

En el caso del juicio por la carretera Interoceánica, Roberto Pereira, abogado y profesor de derecho penal, asegura que no existe un plazo estimado de duración dado que depende de las “incidencias procesales” que puedan presentarse. “La idea es que los juicios se hagan en una o dos sesiones a la semana pero eso depende mucho de la carga procesal”, explicó.

Sin embargo, Pereira cree que tomando en cuenta experiencias pasadas y el número de acusados, “podría tomar fácilmente un año, más o menos”. En caso de que alguna de las partes no esté de acuerdo con la sentencia, esta podrá ser apelada a una segunda instancia “y luego incluso es posible plantear un recurso de casación ante la Corte Suprema por algunos supuestos excepcionales que establece el código procesal penal”.

En el caso Ecoteva, Pereira sostiene que considerar su duración no es posible debido a que aún está pendiente la aprobación de EE.UU. de la extradición de Toledo y su esposa por este caso. Y de hecho la situación con la mujer de Toledo se complica ya que se encuentra en Israel: “El proceso va a avanzar y eventualmente se podrá condenar a algunas personas procesadas, pero no a ellos”, dado que el “proceso se reserva cuando existe un impedimento para poder juzgar a alguien”.

El limpiabotas que se convirtió en presidente

Alejandro Celestino Toledo Manrique nació en 1946 en el distrito de Cabana, en la región Ancash, en la sierra peruana. De familia pobre, tuvo 15 hermanos y trabajó como limpiabotas, según contó a los medios cuando estuvo en campaña.

Terminó sus estudios escolares en Perú y luego de ganar una beca partió a EE.UU. donde estudió economía en la Universidad de San Francisco y un doctorado en la Universidad de Stanford. Trabajó en organismos internacionales, incursionó en la política peruana y fue elegido presidente en 2001. Toledo se casó con Eliane Karp, nacida en Francia, a quien conoció mientras estudiaba en EE.UU. y con quien tiene una hija.

Los escándalos

Algunos hechos opacaron a Toledo como candidato a la presidencia. Uno de ellos fue su negativa por darle su apellido a una niña llamada Zaraí, nacida en diciembre de 1987 y a quien negó cuando el caso se hizo público 12 años después, mientras Toledo era candidato a la presidencia. La niña y su madre lucharon 14 años buscando que el expresidente la reconociera como su hija, hasta que, en 2002, ya como mandatario, Toledo le dio su apellido.

En octubre de 1998, el entonces candidato presidencial denunció haber sido secuestrado luego de desaparecer 48 horas. Sin embargo, un informe de la Policía desmintió la versión de Toledo y señaló que este estuvo en hoteles con varias mujeres. La historia acaparó las portadas de los medios locales y los policías que investigaron los hechos fueron pasados a retiro con Toledo en la presidencia. El expresidente mantuvo firme su versión del secuestro años después.

El Cholo

Alejandro Toledo –quien se refería a sí mismo como “Cholo”, al igual que su esposa Eliane Karp quien lo llamaba “Cholo sano y sagrado”– se postuló a la presidencia en 1995 y en 2000 sin éxito. Sin embargo, logró convertirse en el mayor líder de la oposición al Gobierno del entonces presidente Alberto Fujimori.

Contra él lideró, en julio del año 2000, la marcha de “Los Cuatro Suyos”, una protesta nacional masiva. Fujimori entonces juramentaba a su tercer periodo como presidente pese a que la Constitución peruana solo permite la reelección por un único período consecutivo. Tras la difusión de un video que destapó un escándalo de corrupción en su Gobierno, Fujimori renunció desde Japón en noviembre de 2000 y Toledo fue elegido presidente en 2001.

Toledo presidente, ¿cómo fue su gobierno?

Para el economista Elmer Cuba, socio de la firma Macroconsult, el Gobierno de Toledo tuvo “luces y sombras”. Por un lado, fue “un gobierno de vuelta a la democracia”, pero sin reformas importantes en educación o salud. Además “dejó una herencia negativa que fue la fallida y fracasada descentralización”. Aun así, Cuba recuerda que el gobierno de Toledo “fue exitoso en lo macroeconómico” y que fue “ayudado por vientos externos también”. El economista señala que “los primeros años de Toledo el modelo económico mostró todo su brillo y creció 5% el año uno y llegó casi a 5% el año dos (…). Luego Toledo fue ayudado en la segunda parte de su Gobierno por el boom de las materias primas y creció 5% el año 2004, 6% el año 2005 y 7,5% el año 2006”.

Martín Tanaka, doctor en ciencias políticas y profesor de la Universidad Católica del Perú, cree que a Toledo “le tocó reconstruir las instituciones democráticas y restablecer una dinámica después de 10 años de un gobierno con fuertes tendencias autoritarias”. Pero dice que, considerando que la caída del fujimorismo estuvo asociada a escándalos de corrupción y que fue contra de ellos que Toledo luchó, “para todos los peruanos ha resultado muy decepcionante e indignante que un presidente que levantó muy fuertemente el tema de la democracia y la lucha contra la corrupción haya sido participe de estas prácticas”.