(CNN) – Durante más de dos décadas, el brutal asesinato de Wilma Mobley, de 84 años, siguió siendo un caso sin resolver.
Mobley fue encontrada muerta en Jerome, Idaho, el 10 de agosto de 1995, tras ser estrangulada y atacada con un “instrumento tipo hacha”, según las autoridades.
La policía había identificado a varios posibles sospechosos, pero nunca tuvo pruebas suficientes para concluir que uno de ellos fuera el responsable. Eso cambió este año, cuando nuevos avances y el ADN recogido de la ropa interior de Mobley en el momento de su asesinato condujeron a las autoridades hasta su vecino, anunció el miércoles el jefe de policía de Jerome en un comunicado de prensa.
El sospechoso, Danny Lee Kennison, se suicidó en su casa de Filer, Idaho, en 2001, dijo el jefe de policía Duane Rubink.
Kennison había sido uno de los tres posibles sospechosos a lo largo de la investigación, dijo el jefe de policía, pero sin pruebas concluyentes el caso finalmente se enfrió.
Las autoridades continuaron volviendo a él, pidiendo ayuda al FBI y al laboratorio de la policía estatal de Idaho para ayudar a atrapar al asesino, dijo Rubink.
En el verano de 2022, un nuevo detective revisó el caso y las pruebas que se recogieron en el momento del asesinato, y envió artículos al laboratorio forense de la policía estatal para su análisis en marzo de 2023.
El gran avance en el caso se produjo finalmente esta misma semana, cuando los técnicos del laboratorio de la policía estatal informaron que habían encontrado una “cantidad significativa de un perfil de ADN” que coincidía con Kennison en un broche de la ropa interior de Mobley que había sido enviado para su análisis, dijo el jefe de la policía.
“Los avances en la ciencia del ADN tienen el poder de desvelar la verdad incluso después de años de incertidumbre”, dijo la Policía Estatal de Idaho en un post de Facebook. “La ciencia, cuando se combina con una dedicación implacable a la investigación, puede desentrañar misterios y llevar el cierre a las víctimas y sus familias”.
Kennison y Mobley eran vecinos en el momento de su asesinato, pero no tenían una relación personal, según la policía.
“Con la cantidad de ADN que coincide con Kennison, excluyendo a los otros sospechosos mencionados en el expediente del caso, y sin ningún otro perfil de ADN presente, el Departamento de Policía de Jerome está cerrando este caso”, dijo Rubink.
El detective que se hizo cargo del caso se reunió con los miembros de la familia el martes y dio la noticia, dijo la policía.
“El Departamento de Policía de Jerome da las gracias a los agentes, detectives y fiscales que han trabajado en este caso a lo largo de los años y han ayudado a preservar las pruebas”, añadió Rubink.
Jerome se encuentra a unos 115 kilómetros al sureste de Boise.