(CNN) – Los investigadores federales están buscando la pieza que falta del fuselaje de un avión de Alaska Airlines que se desprendió en pleno vuelo mientras examinan lo que llevó a la terrible experiencia, luego de la cual se dejaron en tierra varios aviones Boeing 737 MAX 9 y se cancelaron vuelos.
Durante una rueda de prensa celebrada el sábado, la presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, Jennifer Homendy, pidió la ayuda de la población para localizar el “tapón de fuselaje” y otros componentes de la aeronave que se desprendieron durante el vuelo.
“Creemos, por los datos de radar, que el tapón está en los alrededores de Barnes Road, cerca de la I-217, en el barrio de Cedar Hills. Si la encuentran, por favor, pónganse en contacto con las fuerzas del orden locales”, dijo Homendy.
¿Qué fue lo que sucedió en el vuelo de Alaska Airlines?
Ocurrió en un momento: el Boeing 737 Max-9 ganaba altura tras despegar de Portland el viernes. Entonces se oyó una explosión, y luego se sintió una ráfaga de aire y gritos al ver un agujero del tamaño de un refrigerador en un costado del avión con capacidad para 220 pasajeros.
Cuando una parte del fuselaje explotó poco después del despegue, la camisa de un niño fue succionada de su torso y salió por el agujero. Algunos pasajeros gritaban y lloraban, enviando mensajes de texto a sus seres queridos mientras entraba aire en el avión y las máscaras de oxígeno caían del techo.
Nick Hoch, un pasajero de 33 años que viajaba en el avión el viernes, calificó la experiencia de “traumática”, “tensa” y “espeluznante” en una entrevista telefónica con CNN. “Una niebla o nube me golpeó en la cara”, dijo.
Tras el “boom” inicial, dijo que el avión “dio una especie de sacudida”. Cayeron las máscaras de oxígeno, todo el mundo se las puso y dijo que se sintió desorientado.
“Me sobresalté y asusté bastante, y creo que otras personas también estaban bastante perturbadas”.
Hoch dijo que estaba sentado en el lado izquierdo del avión, un par de filas por delante de donde estalló el panel. “Había gente mucho más cerca con la que hablé a la que se le salieron los AirPods de las orejas”, dijo.
Poco después de que la parte del avión reventara, dijo Hoch, la gente ya estaba “notablemente tranquila”, sentada en silencio escuchando a la tripulación de vuelo.
“Nos gustaría bajar”, dijo el piloto al control de tráfico aéreo, según una grabación publicada en liveatc.net. “Estamos declarando una emergencia. Necesitamos bajar de 10.000”.
Después de que se le concediera autorización para llegar a una altitud menor, el piloto le dijo al control de tráfico aéreo: “Estamos en emergencia, estamos despresurizados, necesitamos regresar, tenemos 177 pasajeros. El combustible es dieciocho ocho”.
El avión aterrizó sano y salvo unos 20 minutos más tarde en el aeropuerto, sin heridos graves entre sus 171 pasajeros y los seis miembros de la tripulación.
Lo que evitó una tragedia peor
Milagrosamente, nadie estaba sentado en el 26A y 26B, los dos asientos del avión situados justo al lado del tapón de fuselaje que voló por los aires, dijo Homendy el sábado por la noche.
El respaldo del asiento 26A desapareció por completo, al igual que los reposacabezas de los asientos 25A y 26A, según Homendy.
“Podríamos haber acabado con algo mucho más trágico y tenemos mucha suerte de que no haya ocurrido aquí”, añadió Homendy.
Lo que también evitó un desenlace más desastroso fue que ocurrió antes de que el avión alcanzara la altitud de crucero, cuando los pasajeros suelen empezar a desabrocharse los cinturones y a pasear, explicó Homendy.
Aviones en tierra
La terrible experiencia en pleno vuelo dio lugar a la decisión de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de inmovilizar temporalmente algunos aviones Boeing 737 MAX 9 hasta que sean inspeccionados cuidadosamente. Boeing se ha enfrentado a una serie de contratiempos en los últimos años, entre los que destacan la puesta en tierra de sus aviones en 2019 en decenas de países tras dos trágicos accidentes.
Alaska Airlines dijo el sábado por la noche que las inspecciones de emergencia de su flota de aviones Boeing 737 MAX 9 “tomarán más tiempo”, advirtiendo que las interrupciones de vuelos probablemente continuarán.
La aerolínea informó que hasta el sábado por la tarde había cancelado 160 vuelos, lo que afectaba a unos 23.000 pasajeros, y que podría haber más cancelaciones el domingo.
“Estamos identificando las cancelaciones necesarias para mañana y prevemos que la interrupción dure al menos hasta mediados de semana”, dijo la aerolínea en el comunicado.
United Airlines también dijo que está suspendiendo los servicios en todos sus aviones Boeing 737 MAX 9 y “trabajando con la FAA para aclarar el proceso de inspección y los requisitos para devolver todos los aviones MAX 9 al servicio”. United dijo que tiene 79 aviones de este modelo en su flota.
Mientras tanto, los investigadores están empezando a indagar en los registros de mantenimiento del avión de Alaska, entre otros componentes, a medida que investigan el percance.
Los aviones 737 MAX de Boeing tuvieron problemas anteriormente
Después de que la FAA ordenara la inmovilización temporal de los aviones Boeing 737 MAX 9 a la luz del incidente de Alaska Airlines, Boeing dijo que la compañía apoyaba la decisión de la FAA.
“La seguridad es nuestra principal prioridad y lamentamos profundamente el impacto que este evento ha tenido en nuestros clientes y sus pasajeros”, dijo Boeing en un comunicado. “Estamos de acuerdo y apoyamos plenamente la decisión de la FAA de exigir inspecciones inmediatas de los aviones 737-9 con la misma configuración que el avión afectado”.
La decisión se produce tras una serie de contratiempos para Boeing.
El mes pasado, Boeing pidió a las aerolíneas que inspeccionaran todos sus 737 MAX para detectar un posible tornillo suelto en el sistema del timón, después de que una aerolínea descubriera un posible problema con una pieza clave en dos aviones.
Los problemas de ingeniería y calidad de Boeing han planteado grandes retos a la empresa. Los accidentes de dos aviones 737-8 MAX, en los que murieron las 346 personas que iban a bordo, hicieron que esos aviones quedaran paralizados durante 20 meses.
El Max volvió al aire transportando pasajeros en la mayoría de los mercados de todo el mundo a partir de finales de diciembre de 2020. Pero se ha encontrado con otros problemas, como en abril, cuando Boeing dijo que había descubierto un problema de fabricación con algunos aviones 737 MAX después de que un proveedor utilizara un “proceso de fabricación no estándar” durante la instalación de dos accesorios en el fuselaje trasero, aunque Boeing insistió en que el problema no constituía un riesgo para la seguridad.
Sara Smart, Jillian Sykes, Sharif Paget, Pete Muntean, Raja Razek, Eva Rothenberg y Tina Burnside de CNN contribuyeron a este reporte.